Crucero enfrenta el domingo a las 15.10 a Nueva Chicago y esta vez sí, su entrenador es enfático y no duda al señalar que el partido es decisivo.
Chicago (11 puntos) viene de ganarle a Huracán (18 unidades) y llega a Santa Inés con nuevos aires para esa pelea a tres bandas donde hoy descenderían el Torito y el Colectivero (14 puntos) y cuatro puntos más arriba, miran por «encima del hombro», el Globo y Colón de Santa Fe (18 pts).
«El partido va a definir lo que está por venir», tiró Rambert este mediodía tras la práctica en Santa Inés, dejando en claro que si otra vez el equipo deja puntos en el camino, quedarán muy comprometidas sus ya de por sí dificiles chances de salvar la categoría.
«Está en nosotros tener una concentración acorde a lo que requiere el partido», dijo Rambert, quien se mostró otra vez conforme por las respuestas futbolísticas del equipo, pero molesto porque una vez más, ante San Lorenzo, el equipo se quedó con las manos vacías en el último minuto del descuento (gol de Matías Caruzzo en el Nuevo Gasómetro).
«El equipo tiene una identidad de juego que no la modifica», afirmó nuevamente Rambert, seguro de que están haciendo bien las cosas, pero deben ajustar detalles, sobre todo la concentración: «Les pedimos desde el lado de la concentración».
Por último, Pascualito, que no adelantó la formación, volvió a reiterar que es un «partido decisivo para nosotros».
MB
EP
