¿Peligra el Mercosur?

En estos días influyentes legisladores brasileños, entre ellos el presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, que se erigió en garante de la estabilidad de Dilma Rousseff, presentó un plan para relanzar la economía en cuyos puntos centrales se estipula la liquidación del Mercosur como unión aduanera. Calheiros puede pasar a la historia como el garante de la estabilidad democrática o como el desestabilizador fascista que indujo al quiebre del orden democrático. Su visión de un Mercosur irrestricto en lo que se refiere a negociaciones separadas con otros países o bloques, que según manifiesta, restringe las posibilidades de Brasil para encontrar nuevos caminos que impulsen a superar el actual estancamiento de la economía. Sus propuestas, incluidas en la denominada “Agenda Brasil”, presentadas al ministro de Hacienda, el ex banquero Joaquim Levy, donde se propugnan medidas tendientes a reformular aspectos de la protección social, un marco jurídico para las concesiones de obras, el trabajo tercerizado del sector minería, venta de algunos activos públicos y medidas de austeridad. El ministro Levy, recomendado e impuesto por el “mercado” al gobierno de Dila Rousseff, es la contracara ideológica de lo que representa el ideario del Partido de los Trabajadores que llevara al poder a su líder Luiz Inacio Lula Da Silva, que durante los ocho años de gobierno que se iniciara en el 2003, hizo reformas y cambios radicales que produjeron la transformación social y económica de Brasil para convertir a la República en una potencia mundial. En este contexto de antecedentes, la permanencia la permanencia de Levy en el gobierno tiene plazo fijo. Estas propuestas de negociar por separado, sería con la Unión Europea, pues China que es el mayor mercado del mundo, declaró a Brasil y Argentina como sus socios estratégicos. Vale consignar que el acceso de nuestros productos agrícolas a la U.E: se halla muy restringido por la protección y altos subsidios que reciben los agricultores europeos. En cuanto a la negociación por separado, es de creer que Dilma se opondrá a ello, dado sus antecedentes de defensa irrestricta de su unión con Argentina. Consignemos las ventajas de esta unión:
1) El potencial agrícola de ambos conforma una sociedad, que por el volumen de su producción, es capaz de regular el mercado de varios productos agrícolas, en especial la soja, determinado los precios mundiales. Aparte, la capacidad de Brasil para expandir su producción agrícola ganadera es casi ilimitada si avanza su frontera agrícola en las millones y millones de hectáreas disponibles hacía el Amazonas. En Argentina, la frontera agrícola avanza desplazando a la ganadería hacía zonas marginales, donde la modalidad del espacio silvopastoril en Misiones, representa una solución ingeniosa a estos problemas.
2) Por más que Brasil sea un gigante económico, la importancia de la capacidad negociadora de uno solo de los protagonist6as no será la misma que ambos. El otro socio que quiere salir es Uruguay, una insignificancia económica para negociar con bloques o países.
3) El peligro de que Venezuela ingresando al ALCA, como lo establecen los líderes opositores a Maduro, es despojar al Mercosur de las mayores reservas mundiales de petróleo y por tanto de sus reservas energéticas. Conspira también la mala administración de Petróleos de Venezuela (PDVSA). que poseyendo reservas comprobadas de 513 mil millones de barriles que representan el 20% de las reservas mundiales, se muestra incapaz de resolver los problemas de abastecimiento de alimentos y otros bienes en el país, que resultan en manifestaciones continuas que demandan al gobierno la solución de estos problemas.
4) ¿Puede ser una solapada política del gobierno norteamericana para debilitar el Mercosur, donde la mayoría de los que los conforman son gobiernos de centro izquierda que formulan una política independiente?.
5) La factibilidad de PRESAL y Vaca Muerta de acceder a un mercado competitivo en el precio del petróleo que producen, es hoy imposible de acceder, dado el estrepitoso derrumbe de los precios. Es previsible esperar, que más tarde o más temprano, el petróleo, energía no renovable, volverá a su nivel normal de U$.100 el barril, lo que haría rentable y competitiva la producción argentina y brasileña. El petróleo no convencional de EE.UU. que hoy lo sitúa como primer productor mundial, está fuertemente subsidiado, amén de su alta contaminación de napas de agua, para su explotación.

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