Ante una muy buena concurrencia, en el auditórium del Montoya, Alan y Nazareno presentaron en sociedad las obras de «Transitando», tercera placa discográfica de estudio. El público bailó, cantó y disparó al aire el grito distintivo del género litoraleño.
Los hermanos Britez desde hace un tiempo llevan como misión representar a la música de la región en cada actuación que les toca realizar afuera de nuestra provincia. Tienen armas nobles para hacerlo: talento, dedicación, esfuerzo, humildad, el apoyo total de sus padres y juventud, esta última es la que hace más prometedora a la hora de proyectar el horizonte que se han fijado. Alan estudia Veterinaria en Corrientes y Nazareno está culminando sus estudios secundarios en Posadas. Responsabilidades que nunca abandonaron, pero que fue uno de los factores de tiempo y distancia que dilató la llegada de «Transitando» su tercer placa discográfica.
En la noche de domingo que celebró el Día del Niño, ante un más que interesante marco de público en el auditórium del Instituto Montoya, llevaron adelante la presentación de este nuevo material. Fue una auténtica velada chamamacera, que sirvió de pretexto para congregar a grandes referentes de este género: Eduardo “Cambá” Gauna y Juan Carlos Jensen. Quienes supieron hacer de telonero para que Los Hermanos Britez tenga su noche soñada.
Pero no solo la música y el reencuentro de estos artistas en el escenario se llevaron los aplausos, las ovaciones y el reconocimiento también se lo llevó la Compañía de Arte dirigida por Luis Marinoni, quien fue el encargado de conjugar música, canto y danza en un cuadro artístico que deslumbró a los presentes; por otro lado, quien también supo llevarse los aplausos fue el locutor Roberto Acosta, voz reconocida del éter y de la pantalla provincial, gran difusor del folklore regional.
Postales cargadas de Sapukay
«Y que ustedes mi amigos, los queridos de mi alma, perdonen si alguna vez los ofendió mi palabra, seguro fue sin querer» con este recitado se despidió el hombre de la voz y la palabra, Juan Carlos Jensen, entre aplausos, sapukay y alguna lágrima producto de la emoción.
Como ya es de costumbre donde la Compañía de Arte dirigida por Luis Marinoni se hace presente no se puede esperar otra cosa más que disfrute y ovación. Esta vez no fue la excepción, con una entretenida intervención captó y distendió la mirada de todos con un clásico «La Bailanta del Turco Miguel”.
«Anhelamos con ansias llegar a cumplir nuestro sueño… Fuimos tras los pasos de nuestros referentes, los más importantes. Hoy, gracias al esfuerzo, la perseverancia y el amor, nos encontramos transitando el camino que nos llena el alma», esta fue la frase que cerró un emotivo video que se proyecto antes de que el cuadro principal suba a las tablas.
Entre los homenajes que se realizaron durante toda la noche, se hizo insoslayable el brindado al gran Isaco Abitbol y, por supuesto, la interpretación de una de sus obras máximas «La Calandria», composición del Patriarca del Chamamé elegida para cerrar esta noche mágica, con todos los músicos en escena.
Por último, también se le rindió homenaje a Salvador Miqueri, catalogado como el último gran Patriarca. Como dato curioso, este espectáculo musical se realizó el mismo día que Miqueri cantó por última vez ante su gente, en su Mburucuyá (Corrientes) natal, antes de su partida a la inmortalidad.
Dignísimo premio fue el que brindó el público para el futuro de la música regional, el que encarnan Alan y Nazareno, Los Hermanos Britez.
