El hombre tiene 66 años y desde la noche del domingo está preso a disposición de la Justicia. Lo acusan de haber torturado a su mujer e hijos y de privarlos ilegalmente de su libertad, en la casa de la familia de Posadas. Son delitos graves, por los que en las próximas horas será indagado por el juez de Instrucción en turno.
Mientras, quienes afirman haber sido sus víctimas durante mucho tiempo son asistidos por el gabinete psicológico de la Policía provincial. Seguramente serán citados a comparecer en este caso, que refleja cuan arraigada se encuentra la violencia doméstica en la sociedad misionera.
Todo salió a la luz gracias a la valentía de la mujer, que se llama Ninfa. El resto de sus datos, como el de los chicos, se mantiene en reserva para preservar su intimidad y la de los pequeños.
El domingo por la noche, ella decidió que era el momento de escapar. Tomó el coraje suficiente y salió a la calle con sus dos hijos, una nena y un varón. Los tres tomaron la calle 123 de la zona de San Isidro, y echaron a correr.
El tema es que su marido y padre de los chicos empezó a seguirlos. Pero la suerte estaba del lado de la desesperada madre, porque en el camino se cruzó con una patrulla del Comando Radioeléctrico, que no dudó en retener al perseguidor: Quintino, de 66 años. Entonces empezó a descubrirse el horror.
Ella contó que constantemente su pareja la sometía a golpizas con las manos y también con armas de madera que él mismo se ocupaba de tallar y hasta con machetes. No contento con eso, denunció, solía tirarle agua caliente sobre el cuerpo.
La mujer dijo que el mismo mal trato le dispensaba el acusado a sus hijos.
Y también que las amenazas de muerte estaban a la orden del día. Ante ese panorama, decidió escapar. O huía o la mataba, pensó.
Cuando la Policía requisó la casa de Quintino encontró todos los elementos de tortura colgados de la pared, exhibidos de manera macabra para amedrentar.
Palos y machetes fueron incautados y están a disposición de la Justicia.
Denunció que le tiraron agua hirviendo
También en Posadas, una mujer denunció que su pareja le arrojó agua caliente en el rostro en medio de una discusión.
Del caso se supo cuando la víctima se presentó en la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional Uno y acusó a su concubino de haber sido el responsable de las lesiones que presentaba en la cara.
Detalló que todo sucedió en una casa de la chacra 55 de la capital provincial. Allí, el denunciado, que tiene 27 años al igual que la víctima, decidió terminar el entredicho de pareja tirándole agua hirviendo a la mujer. Después abandonó la construcción y hasta anoche no se sabía nada de él.
La denunciante añadió que todo había sucedido a las 9.30 de ayer. El médico policial de turno la examinó y diagnosticó que las heridas que presenta son de carácter leves y que solo le demandarán unos quince días de curaciones.
Por el hecho se iniciaron las correspondientes actuaciones dándose intervención a la Justicia.
