En las últimas horas se confirmó que parte de los 30 cheques de dudosa procedencia que fueron secuestrados en una investigación por estafa, serían los que se llevaron de casa de venta de autos en Aristóbulo del Valle en el mes de julio. Por el hecho hay un detenido y continúa la investigación.
El caso se inició a partir de un hecho denunciado por una estación de servicios donde hicieron una compra con cheques adulterados, causa por estafa que tiene un detenido en averiguación del hecho. Se trata de Carlos M. (44) quien ya tendría antecedentes por estafas y comprar una propiedad con cheques adulterados.
Hace unos días, efectivos de la comisaría de Candelaria y de la división Investigaciones habían secuestrado 30 cheques, de distintas entidades bancarias, por un monto superior a los 506 mil pesos. El hombre sería responsable de los mismos o al menos parte de una organización.
Ahora surgió el dato que además que algunos cheques eran adulterados, al menos siete de estos habían sido robados, a fines de julio pasado, de una agencia de autos de Aristóbulo del Valle.
El caso Potschka
Un silencioso y efectivo golpe les permitió a delincuentes hacerse de una fuerte suma que estaba dentro de la caja fuerte de una concesionaria de autos de Aristóbulo del Valle. El atraco se conoció el domingo 19 de julio al mediodía, cuando los dueños del negocio denunciaron el hecho.
El local damnificado se denomina Potschka y está ubicado sobre calle Sáenz Peña y colectora de la ruta provincial 7. El hijo del dueño se percató que habían sacado parte del techo y desconectado en sistema de alarmas, probablemente en horas de la madrugada de ese día.
También se llevaron la computadora en donde se almacenaban las imágenes de las cámaras de seguridad. Rafael Julio P. se comunicó con la Policía para dar a conocer el robo. Se estima que los malvivientes se alzaron con unos 500 mil pesos entre dólares, reales y pesos.
El comerciante dijo que los delincuentes lograron abrir una parte del techo sacando unos tornillos y desconectaron el sistema de alarmas. Evidentemente, conocían bien los movimientos del lugar.
Se piensa que fueron varios los ladrones porque llegaron hasta una caja fuerte que está dentro del comercio y que no es fácil de mover. Pesa unos 400 kilos y allí dentro estaba el dinero.
Los malvivientes pudieron sortear esa dificultad y salieron del negocio por la puerta, porque encontraron las llaves adentro. Cargaron el cofre de seguridad en una camioneta de la firma y se fugaron. Se trata de un utilitario que nunca apareció.
