Los escándalos suscitados en relación a las investigaciones relativas a las componendas que empresas privadas brasileñas hicieran con funcionarios del gobierno para conseguir contratos importantes de diversas obras que involucran presunta corrupción en PETROBRÁS en el que la policía federal apresó a 18 personas, incluyendo a Renato Duque, ex Director de Servicios de la petrolera brasileña y en el que se hallan comprometidas las empresas constructoras más grandes de América Latina como Odebrecht SA, Camargo Correa SA y Constructora OAS SA , reconocidas mundialmente y realizando importantes obras de infraestructura en muchos países del mundo. La corrupción tiene la característica de ser generalizada, difícil de combatir y tolerada en muchos países del mundo donde las empresas, aun de los países considerados menos corruptos, deben involucrarse en ese sistema si quieren conseguir contratos. Asimismo, aparentemente, no existe ningún partido político importante de Brasil en que sus dirigentes no estuvieran involucrados. El emblemático caso del presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, el conservador Eduardo Cunha es sospechoso de beneficiarse personalmente de los recursos desviados de la petrolera estatal. Evangélico, diputado federal por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) , ya en el gobierno de Collor de Melo, fue acusado de una sobrefacturación de 92 millones de dólares en un contrato de provisión de equipamiento telefónico NEC do Brasil, controlada por el empresario de los medios Roberto Marinho, hoy, paradojalmente, es el mayor crítico del gobierno de Dila Rousseff. Asimismo el presidente del Senado Renan Calheiros del PMDB, también está siendo investigado, así como Aécio Neves, candidato derrotado por Dilma el año pasado, está comprometido en investigación de coimas en obras realizadas en Minas Gerais, durante su gobierno. Por otra parte, el PMDB, partido al que pertenece Aécio Neves, recibía como coimas el 1% de las operaciones involucradas. En este contexto, es difícil que tenga posibilidades de éxito el juicio para la destitución de la presidente.
El padre del programa nuclear brasileño, Othon Luiz Pinheiro da Silva, uno de los detenidos, en el marco de la operación Radiactividad, es considerado el padre del programa nuclear brasileño que desarrolló desde los años 70 el plan nuclear secreto implementado por la dictadura militar (1964-1985), que motivó en esos años una carrera con la Argentina que se terminó con la llegada de la democracia en ambos países. Es acusado de recibir sobornos en la construcción de la planta Angra III, situada en el litoral de Rio de Janeiro. En este contexto, ¿qué dirigente político brasileño tiene las “manos limpias”?.
La menos sospechada de recibir coimas es la presidente Dilma Rousseff. El ex presidente socialdemócrata de Brasil Fernando Henrique Cardoso, refiriéndose a la presidente, “es una persona honrada y no está envuelta en los escándalos de Petrobras”.
La aparatosidad de algunos jueces y fiscales, irrumpiendo con carros blindados, policías, enmascarados y con armas largas en las oficinas de Electronuclear, filial de Electrobras, donde la justicia sospecha que funcionó un esquema de corrupción similar al de Electrobras, es condenable, pues supone que el presidente o gerente de esas empresas saldrían con ametralladoras y bazucas a impedir el allanamiento.
La incidencia de estas intervenciones tendrá su efecto negativo en la actividad económica y en la producción de muchos insumos que estas empresas exportan a sus filiales trabajando en muchos países de hable hispanas y en África, donde compiten mano a mano con empresas chinas.
Todo ese entramado de denuncias, acusaciones y detenciones, tiene un costo de US$.20 mil millones, lo que representa el 1% del producto Bruto Interno (PBI) y que llevado a sus últimas consecuencias, significará la quiebra de empresas con el despido de cientos de miles de trabajadores, cuyas protestas serán imposibles de detener, creando un caldo de cultivo para subvertir el orden constitucional, poniendo en peligro a la democracia.
¿Qué hacer en este dilema donde la justicia tiene que cumplir con su cometido y cuyas consecuencias se han enumerado? La solución viable es “Borrón y cuenta nueva”, como menciona el título del artículo, pero con una serie de condicionamientos que pasamos a enumerar:
- Las empresas involucradas y sus directivos serán amnistiados del proceso penal de detención, pero
- Deberán devolver al fisco el dinero que recibieran como dádivas, coimas o como quiera llamársele para ser beneficiados con los contratos del gobierno y quienes los hayan otorgado,
- ¿tendrán el mismo beneficio o deberán someterse a lo que establece la ley?,
- Todos los participantes en este entramado deberán tener en cuenta que está fue la última oportunidad que han tenido de salir indemnes de la situación, por estar involucrados intereses superiores de la Nación, y que de producirse nuevamente hechos de corrupción, la justicia será implacable en sus sanciones.
