Recta final para el juicio que se le sigue a Virginia Molina (55) por el asesinato a golpes de Elsa García de Valsechi (73), ocurrida en el Kilómetro 13 de Eldorado en mayo de 2012. Este jueves se escucharon los alegatos y el 18 de agosto se leerá la sentencia. La Fiscalía pidió una pena de 23 años de prisión para la acusada.
La jornada fue agotadora. Empezó a las 9 y terminó a las 17.
El fiscal Federico Rodríguez pidió 23 años de prisión para Molina, sumado a una indemnización para la familia Valsechi solicitada por el actor civil Daniel González.
En tanto que la Defensa de Molina, a cargo de la abogada oficial Ana María Mayerhofer, solicitó un castigo por lesiones graves (un año) o por homicidio en estado de emoción violenta (3 años).
El actor civil Daniel González requirió que se condene a Molina a pagar una indemnización a la familia Valsechi por el daño psicológico producido tras la pérdida de Elsa. Y señaló al finalizar los alegatos que “para mí el caso está probado, luego de este juicio creo que no quedan dudas de la autoría del hecho”.
Por su parte el fiscal, quien solicitó 23 años de prisión para Virginia Molina, porque dijo que prácticamente el hecho está confeso, “ya que la señora reconoce haber estado en el lugar del hecho e incluso reconoce haber golpeado a la víctima”. Y remarcó que las lesiones producidas por el ataque provocaron el deceso Elsa García de Valsechi: fueron entre 30 y 40 heridas en la cabeza, que hicieron que perdiera 2,5 litros de sangre. Nunca encontraron el arma homicida.
Expuso que no encuadra este caso en una emoción violenta, primero porque no hay motivos de agravio que resulten en esta emoción violenta “y después lo de la amnesia que dicen, sería una amnesia media rara, porque solo no se acuerda el momento en el que la lesionó a Elsa García. Esto no se compadece con amnesia, emoción violenta y demás porque ella fue conscientemente sabiendo que Elsa estaba sola en su casa, luego de la golpiza escondió su remera ensangrentada en la casa de Elsa, escondió el arma homicida, se fue a su casa, se bañó y lavó su ropa, y todo eso no se compadece con un estado de amnesia o emoción violenta”.
Y agregó que “no tienen motivos aceptables para encuadrar esta cuestión así”.
En cuanto al hecho de que el psiquiatra Manuel Gómez declaró que Molina actuó bajo emoción violenta señaló que “a la señora Molina la evaluó una junta psiquiátrica y no encontraron ninguna falencia en ella, y el único psiquiatra que avala esto no vino a declarar (Gómez), se leyó su testimonio donde cuenta que le hizo un diagnostico en dos sesiones”.
Y añadió: “Creo que no vino porque sabía que la exposición interrogatoria lo iba a exponer seriamente”. En ese sentido agregó que “es evidente que es un testigo de parte, que no tiene el mismo peso que una junta de peritos oficiales que dictaminó que Virginia Molina no tiene ningún trastorno mental”.
Además sostuvo que lo mandó a enjuiciar por la no comparencia como testigo y el resto será materia de evaluación.
En tanto que en última instancia dio lectura de los alegatos Ana María Mayerhofer. “Espero que la condenen por lesiones graves o por homicidio en estado de emoción violenta, porque es una pena mucho más leve y hasta excarcelable”, afirmó.
Y concluyó: “Estoy conforme con el trabajo que hice, y confío en que mi posición tendrá cabida, pero la decisión no es mía sino del Tribunal Penal”.
Los jueces tendrán la palabra, el 18 de agosto.
Pidieron una dura condena para la mujer acusada de haber asesinado a su patrona: 23 años
