Caso Jordi Díaz: “Cuando mataron a mi sobrino destrozaron nuestra familia”

Catalina Ojeda, tía del joven asesinado en mayo del 2012 en Puerto Iguazú, habló del juicio que se realizará próximamente en donde hay cinco imputados acusados de terminar con la vida de Jordi a golpes y después tirarlo a un arroyo. “Es un dolor que uno lleva cada día y no pararemos de clamar justicia para que su alma pueda descansar en paz”, dijo


Catalina Ojeda, tía de Jordi Díaz (Radio Libertad)

El debate se iba a realizar el martes en el tribunal penal N°1 de Eldorado pero finalmente la fecha fue cambiada para el 10 de este mes. Catalina Ojeda es la hermana de la madre de Jordi y en diálogo con Radio Libertad, expresó el dolor familiar por la muerte del joven, hace más de tres años.
Confirmando que a ellos les avisaron la postergación el viernes, Catalina recordó algunos detalles del caso que conmocionó altamente a toda la ciudad de Puerto Iguazú y a la provincia en general. “Mi sobrino se estaba por ir a Camboriú a vivir con el padre y estaba haciendo una despedida con unos amigos. Entonces recibió una llamada para ir a esa fiesta y con ese grupo se fue, pero al llegar ya se desató la gresca”, contó.
También agregó que “lo golpearon y lo arrastraron hasta el arroyo, él no se cayó solo y encima con la paliza que le dieron nunca pudo haber llegado por sus propios medios hasta ese lugar. Lo golpearon tanto que le rompieron la nariz, tuvo hundimiento de cráneo y todo lo que le originó la muerte”.
Con la voz quebrada y notoriamente emocionada, la mujer clamó en nombre de su familia. “Nosotros queremos que se haga justicia porque acá hubo una muerte y una familia fue destrozada. Mi hermana, la madre de Jordi nunca se pudo recuperar  y estuvo con tratamientos psicológicos por mucho tiempo en Buenos Aires”.
Ya con lagrimas indisimulables, Catalina siguió como pudo su relato y señaló que “es un dolor que uno lleva cada día y no pararemos hasta clamar justicia para que el alma de Jordi pueda descansar en paz. “Los chicos que atacaron a Jordi siguen haciendo su vida y andan por la calle como si nada. Para ellos la vida continúa pero para mi familia se terminaron los festejos, las fiestas, las navidades. A todos les llega la muerte pero no de esa forma. Jordi ya no está”, agregó.
Respecto a lo que ella se enteró del hecho, dijo que todo fue tan rápido y que según cuentan los amigos de Jordi, nadie pudo defenderlo porque la gresca tenía varios bandos. En este sentido también dijo que “mi sobrino conocía a los imputados porque en ese momento el vivía con la novia cerca de mi casa pero algunos de esos chicos que están acusados vivían a una cuadra. En el pueblo se comenta que a él lo atacaron por error pero acá hubo una muerte”.
Por otra parte despejó algunas dudas sobre el lugar del hecho y señaló que la casa era privada pero había más de 300 personas y al grupo de mi sobrino lo atacaron y a él con mucha saña, nunca se supo porque hubo tanta violencia contra mi sobrino”.
En función a como piensa que se dio la invitación para que Díaz vaya a esa fiesta, manifestó que “en el celular de mi sobrino quedaron registrados algunos mensajes y llamadas en donde se tiene que saber quien lo invitó. Calculamos que la justicia ya peritó ese aparato y se saber más detalles cuando salga el juicio”.
Por último reiteró que el dolor aún es grande y nada podrá devolverles a su ser querido. “Mi hermana estuvo en estado depresivo al igual que todos nosotros porque destrozaron nuestra familia. Lo único que pedimos es que esto no quede impune”, concluyó.

El Caso
Jordi Díaz era un joven de 19 años que fue brutalmente golpeado y asesinado en la noche del 19 de mayo de 2012 cuando asistió a una fiesta en la localidad de Puerto Iguazú. Hay cinco imputados que son a los que apuntan como autores de golpearlo hasta matarlo y luego tirarlo a un arroyo. Los acusados son Juan Da Silva, Eduardo de Sa, Lucas y Julio César Colman (hermanos) y Esteban Rojas.
Se dice que esta banda vive en el mismo barrio donde reside la familia del fallecido y que en su momento, había diferencias típicas de jóvenes y en medio del festejo de un cumpleaños al que asistió Díaz, lo atacaron sin piedad.
Fue una gresca que involucró incluso varios bandos pero Jordi se llevó la peor parte. Mientras sus amigos se defendían de otros ataques, a él nadie pudo salvar. Lo machacaron a golpes en la cabeza y luego lo arrastraron unos metros y lo tiraron a un arroyo. El cuerpo apareció después y la policía detuvo a los ahora acusados.
Sin embargo, como la caratula inicial de la causa era homicidio simple, estos permanecieron detenidos unos cinco o seis meses. Después pasó a homicidio en riña, y como es un delito excarcelable, pueden esperar el juicio en libertad.
Se prevé una pena de entre 2 a 6 años de prisión para cada uno en caso de que sean encontrados culpables, algo similar a lo que pasó cuando dos jóvenes fueron condenados por matar a golpes a Iván Mercol dentro de un boliche de Posadas.

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