Brasileños dejaron de comprar en Misiones por la devaluación del real

El comercio en ciudades misioneras fronterizas con Brasil afirman que perdieron a sus clientes del país vecino. La inflación en Argentina, el constante incremento en los precios de los combustibles, son factores que hicieron disminuir la actividad progresivamente en los últimos dos años, proceso que se acelero en los últimos meses a partir de la devaluación del real. Los brasileños dejaron de comprar los productos básicos que conformaban el grueso del comercio de frontera, como harina y aceite. En contraposición, son cada vez más los misioneros que hacen compras en Brasil y temen que esa tendencia se generalice.

El comercio de ciudades misioneras que hacen frontera con Brasil floreció a partir de 2003 con la caída de la convertibilidad que trajo aparejado un tipo de cambio competitivo en relación a los países vecinos. Según afirmaron empresarios y dirigentes políticos de la costa del Uruguay, esa ventaja cambiaria se fue diluyendo, primero a causa de una inflación interna superior a la de Brasil y en los últimos dos años, por culpa de los sucesivos aumentos en uno de los productos más buscados desde el país vecino: los combustibles.

La devaluación que tuvo el real en los últimos meses no hizo más que profundizar ese proceso, ya que la plata de los brasileños vale cada vez menos en la tierra colorada.

Uno de los municipios que más sintió el golpe fue Bernardo de Irigoyen, ciudad que tiene la particularidad de estar conectada a su vecina Dionisio Cerqueira por una frontera seca, lo que hace que allí sea más fluido el tránsito vecinal. El jefe comunal Edgardo Aquino, indicó que las compras de brasileños, que conformaban buena parte de la demanda del comercio local, están prácticamente paralizadas y lo poco que todavía se vende se reduce a unos pocos rubros.

Explicó que productos básicos como harinas, aceites, grasas y alimentos en general, además de combustibles, conformaban el grueso de las compras de los brasileños en Irigoyen. Ahora esa lista se redujo a productos particulares en los que la oferta Argentina supera en calidad a la que ofrecen los comercios brasileños, como vinos y algunos productos de limpieza.

“Antes venían de todas las clases sociales y compraban de todo, ahora solo vemos gente de clase media alta que buscan productos de calidad, pero son muy pocos y llegan solo los fines de semana”, relató Aquino en diálogo con Radio Libertad.

Para el intendente de Irigoyen, una de las principales causas para que dejaran de venir los brasileños fueron los aumentos en las naftas. “Muchos venían para cargar el tanque y de paso hacían sus compras, eso ya no pasa”, señaló.

Apuntó además contra las trabas que imponen los controles de Migraciones, lo que hace que se formen largas colas para ingresar al país y que muchos brasileños prefieran dejar sus autos y cruzar caminando. “La gente cruza a pie, eso perjudica a los comerciantes que están más lejos de la frontera y hace que se compren menores cantidades, no más de lo que pueda llevarse en una par de bolsas”, dijo.

Advirtió que la merma en la afluencia de compradores brasileños ya provocó despidos y suspensiones de personal.

Por su parte, el intendente de San Javier, Rubén de Lima Natividade, indicó que en ese municipio, la merma comenzó hace varios años y ahora prácticamente no cruzan brasileños. “La suba de los precios, especialmente del combustible terminó con este  comercio. Primero los brasileros dejaron de comprar productos como harina y cerveza, después, cuando el precio de la nafta dejó de convenirles, se pronunció la merma y ahora, con la devaluación, directamente dejaron de cruzar”, indicó.

“Lo que a mi me preocupa y a los vecinos de San Javier es que el argentino no empiece a comprar en Brasil, eso todavía no se da. Ojalá que el real no siga devaluando porque la gente va a buscar su conveniencia”, advirtió.

JRC EP

 

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