Una banda de “pirañas” en la mira por el asesinato de Gerónimo Ayala

Cerca de las 20 del sábado, un joven de 29 años identificado como Gerardo Ayala fue asesinado tras un intento de robo en calles José Cabrera y Juan José Paso del barrio Los Lapachitos de Posadas. Lo ultimaron de una puñalada en el brazo y lo masacraron a pedradas. La Policía ya detuvo al presunto autor y a los que estaban con él. Hubo otro muchacho que pudo escapar de los feroces atacantes.
Un amplio operativo policial del que participaron efectivos de la Unidad Regional X, Investigaciones y Comando UR X, División Homicidios y hasta de Infantería, permitió dar con el máximo sospechoso de asestarle la puñalada letal a Ayala. Se trata de Manuel Pereira (25) quien en compañía de otros jóvenes, incluso algunos menores, habrían intentado robarle la moto al fallecido cuando éste se disponía a comprar combustible en un taller tipo quiosco que, según se supo, vendería nafta de manera clandestina.
Como la víctima se resistió, Pereira y los otros jóvenes lo habrían atacado con unas botellas, palos y piedras pero uno fue más allá y le propinó una certera herida que posteriormente le costó la vida. Tratan de establecer si la herida mortal fue la del brazo o los innumerables golpes en la cabeza y otras partes de cuerpo. Hasta con un espadín para hacer asado lo golpearon, según se deslizó de la investigación.
Momentos después del hecho, fue detenido Pereira, quien tenía sus prendas de vestir con manchas de sangre. También fueron capturados sus supuestos cómplices, dos menores de 14, uno de 15 y otro de 17 años. Los mismos se ocultaron en las calles internas del asentamiento denominado Los Lapachitos, en inmediaciones del barrio San Marcos y Los Lapachos entre otros. Hubo un afortunado joven que permanece en el anonimato que pudo escapar de la sangrienta escena. Es quien había ido con el fallecido en otra motocicleta a comprar combustible.
Por estas horas se estableció que los detenidos presentan antecedentes por robos y otros delitos en la zona y son conocidos como “Pirañas”. Hace al menos de 15 días, dos hermanos habían estado presos por un robo a punta de cuchillo en donde resultara víctima una joven adolescente. Los lugareños tienen miedo y cuentan que viven atemorizados porque entre este grupo conviven las drogas, el alcohol y la violencia en su peor versión.
La identificación de los restantes integrantes de esa gavilla se resume en Mauricio L. (14), Gabriel (14) y Carlos C. (15) y Alejandro R. (17). Solamente este último no presenta antecedentes en la Policía pero en su vivienda, a una cuadra del lugar del hecho, los investigadores secuestraron un arma blanca tipo espadín para hacer asados, con el que rompió parte de la moto que quisieron robar y también habría golpeado a la víctima.
Según los testimonios de vecinos que presenciaron el crimen, el más complicado es Pereira, más conocido como “Manu”, quien cuenta con antecedentes por robos a punta de cuchillo y armas de fuego. Como si fuera poco, en 2008 ya había estado bajo la mira policial por el ataque a un joven que también fue asesinado en la zona.
Hay personas que aseguran haber visto cuando el mencionado le propinaba todo tipo de golpes a Ayala y luego los puntazos que acabaron con su vida. Se cree que la herida en el brazo fue realizada con una botella cortada aunque no se descarta la utilización de un cuchillo que aún no pudo ser encontrado.
Más allá de no se descarta que la salvaje agresión tenga que ver con diferencias entre jóvenes que viven por la misma zona, el eje de la investigación es direccionada a que es una pandilla que se dedica exclusivamente a “cobrar peaje” para poder tomar bebidas o comprar drogas.
Presenció el operativo el juez de Instrucción en turno como así los peritos de la Policía Científica además de los uniformados de las dependencias policiales antes mencionadas. La labor siguió hasta altas horas de la noche, ya en la madrugada de este domingo. El hecho fue caratulado como “homicidio”.

El origen de Los Lapachitos
Los Lapachitos es un asentamiento que un grupo de personas formó hace unos años cuando el dueño de una propiedad privada falleció y no aparecieron herederos. Usaron esas casi dos manzanas para construir precarias viviendas. El nombre se debe a la cercanía al barrio Los Lapachos, también cerca del barrio San Marcos.
Todos los detenidos fueron alojados en distintas dependencias y como la mayoría son menores. Se espera que la justicia los conserve demorados hasta se tomen los testimonios correspondientes.

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