Gatopardismo o sin…vergüenzas

A pocas semanas de las PASO el pre-candidato a presidente por el Frente Cambiemos, Mauricio Macri, cambió drásticamente el discurso que mantuvo durante toda su carrera política. Durante los festejos de la ajustada victoria de Larreta, se manifestó a favor de las grandes conquistas del gobierno nacional, defendió la Asignación Universal por Hijo, la estatización de Aerolíneas Argentinas, la recuperación de YPF y las jubilaciones en manos de ANSES.  Tan disonante fue el cambio de mensaje que le valió no solo el desconcierto de sus propios funcionarios sino también los silbidos de sus “voluntarios”.

Como lo manifestó la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, nos pone muy contentos que reconozcan las conquistas logradas por este gobierno, y más contentos aún que se reconozca que este es el único modelo de país que verdaderamente incluye a los cuarenta millones de argentinos.

Sin embargo, este cambio discursivo repentino genera extensas dudas. Hay que reflexionar un poco, votaron en contra de la recuperación de Aerolíneas Argentinas, votaron en contra de la estatización de YPF, se opusieron a eliminar el sistema jubilatorio privado. Además, estas políticas fueron los principales temas por los cuales atacaron y agraviaron al Frente para la Victoria. Y ahora, de la nada, se dieron cuenta que era lo mejor para el país, que están políticas eran la única forma de transformarnos en una Argentina más justa, libre y soberana.

Uno de los principales “asesores” del PRO defendió esta nueva postura diciendo que “uno cambia y aprende sobre la marcha”, situación que pareciera contradecirse con la idea de tener un modelo de país y un proyecto político serio, ni hablar de la garantía de gobernabilidad.  

La sociedad debe estar atenta a estas hipocresías, ellos no creen en esas políticas, pero ahora saben que el pueblo argentino las ha tomado como propias, y lo repiten por una mera especulación electoral. Una cosa es construir políticas por y para la gente, escuchar a los vecinos y trabajar todos juntos por un Estado presente y más inclusivo, como lo hacemos los que nos encontramos dentro del Proyecto Nacional y Popular. Pero otra muy diferente es hacer demagogia con los resultados de las encuestas, es decir, cambio todo lo que propuse hasta ahora para que la gente me vote, como lo viene haciendo lo que se denominan “opositores”. 

Una cosa queda clara de todo esto, el Frente para la Victoria con la conducción de Cristina, es el único proyecto político que tiene un modelo de país, es el proyecto que garantiza la continuidad de las políticas públicas inclusivas, porque estamos convencidos que ellas son la mejor respuesta para todo el pueblo argentina. La coherencia, los hechos y la convicción es la garantía.

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