Estudian nuevas alternativas para la producción de bioetanol

Con el objetivo de encontrar nuevas opciones para la producción de bioetanol, becaria del CEDIT CONICET lleva adelante una investigación para realizar una caracterización bioquímica y genética de 1,4-β-endoxilanasa en hongos nativos de Misiones, que se alimenta de madera. Lo que se busca es seleccionar una cepa del género Trichoderma, que crece sobre los troncos de los árboles. Estos hongos cuentan con una batería de enzimas que le permiten usar los mosacáridos presentes en la pared celular vegetal como fuente de energía.
A través de esta investigación, el equipo ha logrado –hasta el momento- seleccionar cinco cepas con alta capacidad de secreción de esta enzima in vitro. Con cada cepa se realizaron experimentos para lograr una optimización del medio de cultivo y así obtener cantidad suficiente de la enzima y testear la actuación de estas en la hidrólisis, una de las etapas de la producción de bioetanol. Al mismo tiempo se evalúa el comportamiento de estas cepas en medios que contienen residuos de la foresto industria.
El trabajo lo lleva adelante la licenciada en Genética, Mónica Lucrecia Barchuk, bajo la dirección del doctor Pedro Darío Zapata, en el Instituto Biotecnología Misiones María Ebe Reca de la Faculta de Ciencia Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM). El proyecto forma parte de uno más amplio, perteneciente al INBIOMIS- FCEQyN- UNaM, que pretende implementar el uso de microorganismos o productos de él en distintas etapas del proceso de producción de bioetanol. El fin es buscar alternativas en la producción de combustibles que sean amigables con el medio ambiente, disminuyendo el uso de químicos altamente contaminantes.
Se pretende hacer la caracterización de 1,4-β-endoxilanasa, porque tiene como función hidrolizar el xilano que es el principal componente de la hemicelulosa para liberar azúcares más simples, que los microrganismos utilizan para cumplir con sus funciones vitales. A escala industrial las enzimas tendrían una potencial aplicación en la etapa de hidrólisis para la producción de bioetanol a partir de desechos de distintas industrias, como lo son el aserrín y el bagazo de caña de azúcar. Este es conocido como bioetanol de segunda generación. Por ese motivo se persigue como objetivo la optimización de las variables implicadas en la producción.

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