Roger Federer es uno de los mejores tenistas de la historia, quizás el mejor. Por eso lleva más de 10 años peleando los primeros lugares del ATP y al mismo tiempo ha conseguido títulos en los torneos más prestigiosos de ese deporte.
Se le considera un gran deportista por su actitud profesional y ahora ha demostrado que es una gran persona: el suizo viajó personalmente a Lilongüe, la capital de Malaui, uno de los países más pobres de África, para poner en marcha un programa de ayuda para los niños de ese país con educación y comida:
Federer comenzó esta campaña con la ayuda de la organización humanitaria Action Aid y está desde 2011 trabajando en el proyecto. Su idea es llegar a más de 135.000 para 2021 en seis partes diferentes de Malaui.
Un estudio reciente concluyó que la malnutrición infantil es uno de los problemas urgentes de este país africano, pues un niño de cada dos, entre 18 y 23 meses, sufre retrasos en su crecimiento.
