«Falta estudiar el mate en las personas»

Nelson Bracesco es magister en biotecnología y encargado del Laboratorio de Radiobiología del Departamento de Biofísica de la Facultad de Medicina. También presidió el VI Congreso Sudamericano de la Yerba Mate que se realizó el año pasado en Montevideo.

Estudia la Ilex paraguariensis, —nombre técnico de la yerba mate— desde el año 2003 y una de sus preocupaciones es que, a nivel de investigación, el mate no recibe el nivel de atención que merece, sobre todo si se toma en cuenta que Uruguay es el mayor consumidor del mundo. Es defensor de la bebida y sus beneficios en el organismo, aunque también comenta sobre sus riesgos, que llevaron a la Organización Mundial de la Salud a incluir el mate caliente en su lista de sustancias potencialmente dañinas.

—El mate forma parte de nuestra idiosincracia. ¿Qué estudios se han hecho al respecto?

—En Uruguay nos jactamos de que el 85% de la población uruguaya consume mate al menos una vez a la semana, pero no le entramos de lleno a la investigación. Los que sí prestamos atención somos investigadores básicos, que trabajamos con frascos, pero tenemos un debe muy grande en el estudio en humanos. En Argentina se han presentado trabajos sobre la mejora de los niveles de lípidos, o sea, la disminución del colesterol gracias a yerba mate. Lógicamente es una disminución insignificantes si la comparas con la medicación de primera elección, pero es un avance. Y encima es gratis. Vos no tenés que adiestrar a la población a tomar mate. Ya lo consume.

Estudia la Ilex paraguariensis, —nombre técnico de la yerba mate— desde el año 2003 y una de sus preocupaciones es que, a nivel de investigación, el mate no recibe el nivel de atención que merece, sobre todo si se toma en cuenta que Uruguay es el mayor consumidor del mundo. Es defensor de la bebida y sus beneficios en el organismo, aunque también comenta sobre sus riesgos, que llevaron a la Organización Mundial de la Salud a incluir el mate caliente en su lista de sustancias potencialmente dañinas.

—El mate forma parte de nuestra idiosincracia. ¿Qué estudios se han hecho al respecto?

—En Uruguay nos jactamos de que el 85% de la población uruguaya consume mate al menos una vez a la semana, pero no le entramos de lleno a la investigación. Los que sí prestamos atención somos investigadores básicos, que trabajamos con frascos, pero tenemos un debe muy grande en el estudio en humanos. En Argentina se han presentado trabajos sobre la mejora de los niveles de lípidos, o sea, la disminución del colesterol gracias a yerba mate. Lógicamente es una disminución insignificantes si la comparas con la medicación de primera elección, pero es un avance. Y encima es gratis. Vos no tenés que adiestrar a la población a tomar mate. Ya lo consume.

—A nivel del sistema nervioso central, hay trabajos que confirman lo que ya todos sabemos: el mate contiene funciones despertadoras y mejora la capacidad de concentración. Pero ese efecto no es atribuible únicamente a la cafeína como muchos piensan. El mate muchas veces ha sido vinculado con la taquicardia por la presencia de cafeína y metilxantinas, pero lo que hay que agregar es que según estudios, en esas patologías no hay diferencias evidenciables en el ritmo cardíaco si se compara al mate con el café. No es peor tomar mate que tomar café. Hay estudios que comprueban que al tercer o cuarto mate el nivel de cafeína en la bebida no existe o es muy bajo. Por ende, se podría recomendar deshechar los primeros mates para reducir el nivel de cafeína.

—A nivel cardiovascular, ¿cuales son sus efectos?

—Hay trabajos de la Universidad basados en animales que muestran que cuando en un corazón infartado se hace circular una infusión de yerba mate el área de infarto es menor, y la recuperación del miocardio es mucho más rápida que en condiciones normales. Eso tiene que ver con su efecto antioxidante. El mate tiene polifenoles de buena calidad. Estos son moléculas que mejoran la performance en nuestro organismo ante la formación de radicales libres, que causan mucho daño y son un poco los malos de la película.

—¿Y ese efecto antioxidante en qué se traduce?

—Disminuye las lesiones, el envejecimiento a nivel celular, interactúa en los procesos inflamatorios… Tiene el mismo efecto que otras sustancias como el té verde, los vinos tintos, la vitamina E. No estamos diciendo que el mate sea el antioxidante por excelencia, pero volviendo a aquello de que el 85% de la población consume, además de no hacer daño el mate potencia mecanismos de defensa del organismo. Además, a nivel de vesícula, la yerba mate favorece la excreción de bilis, e incluso hay publicaciones que muestran que la alta concentración de manganeso resulta en un buen contraste a la hora de realizar una resonancia magnético nuclear.

—¿Qué hay de su valor como hidratante?

—Ese es el aspecto fundamental. A medida que envejecemos, se hace más difícil la ingesta de agua. Me acuerdo que hace unos años, en un congreso sobre yerba mate, los empresarios decían que es la bebida más barata de producir. Si se toma en cuenta la cantidad de litros de mate que se proceden con un kilo de yerba el resultado es brutal. El mate termina siendo más barato que el agua mineral, y es una fuente de hidratación importante. Hay anécdotas de uruguayos que se han operado en otros países y los médicos quedan sorprendidos por la buena hidratación en el período de recuperación. Aparentemente, ni bien les habilita la vía oral, los pacientes empiezan a tomar mate.

—¿Qué precaución recomienda respecto a la temperatura?

—Está demostrado que el consumo de cualquier infusión a alta temperatura provoca inflamaciones y puede generar un problema a futuro. Por eso se recomienda no tomar la bebida por encima de los 80 grados, que es más o menos cuando empieza a silbar la caldera.

—¿Qué estudios le gustaría realizar en los próximos años?

—A nivel básico está todo bastante cubierto, ahora hay que empezar a realizar estudios clínicos sobre personas. Y en forma seria. A mí personalmente no me importa si el mate está contraindicado o favorecido, lo que sí me importa es que esas conclusiones no estén basadas en la ignorancia.

“El mate es un buen antioxidante”

Hay anécdotas de uruguayos que se han operado en otros países y los médicos quedan sorprendidos por la buena hidratación en el período de recuperación. Ni bien le habilitan la vía oral, el paciente empieza a tomar mate.”

El mate es un buen antioxidante porque tiene polifenoles de buena calidad. Estos son moléculas que mejoran la performance en nuestro organismo ante la formación radicales libres, que son un poco los malos de la película.”

Fuente: http://www.elpais.com.uy/

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