Vivir a mil no es vivir por mil

 

La velocidad con que sentimos que transcurre el tiempo no tiene precedentes. El 70% de los argentinos dice que “no le alcanzan las 24 horas del día”. Sin embargo, actuamos a medias, “total mañana será otro día”.

 

En agosto del 2014, la consultora D’Alessio IROL, realizó una encuesta* en la que 7 de cada 10 argentinos indicaron que “les quedan tareas pendientes al finalizar el día”, y sólo un 16% señaló que “le sobra tiempo para el ocio”. Según la encuesta, al terminar la jornada, los sentimientos que predominan en la mayoría de las personas son el agotamiento y el estrés. Hayamos sido encuestados o no, sabemos exactamente de qué se trata ésta sensación, repetimos cual mantra “el tiempo es corto, no alcanza, siempre estoy corriendo”. Y por supuesto, lo que decimos lo padecemos, lo creamos y recreamos diariamente.

 

Vivimos a mil, es cierto, pero no vivimos por mil. Vivimos en la superficialidad del ahora, tan preocupados por “lo que se termina” o “lo que va a venir” que apenas tomamos conciencia de quiénes somos, qué hacemos, y dónde estamos en el presente. Sin embargo, saber qué nos pasa AHORA es fundamental para ajustar las velas de nuestro barco, y poder orientarlo hacia ese norte que estamos buscando.

 

Vivimos a mil, ya lo creo, pero no vivimos por mil. Por las mañanas, apenas nos despertamos ya sentimos que “el tiempo se nos escapa” pero no somos coherentes con lo que eso realmente significa. No tomamos conciencia que este minuto puede ser el último, y que quizás mañana todo se terminará. Si lo hiciéramos, sería altamente probable que nuestras acciones, y vínculos estuvieran orientados a lo que para nosotros es valioso, verdadero, importante. Seguramente, muchos estaríamos en otro lugar, veríamos a otras personas, conversaríamos de otras cosas. Malgastamos las horas propias, “total mañana será otro día” y por si fuera poco abusamos del tiempo ajeno de clientes, proveedores, amigos ya que “los otros pueden esperar”.  Nos creemos eternos, y nos pensamos siendo los únicos importantes en el Universo.

 

Las palabras comprometerse, involucrarse, jugarse, servir, aparecen en el diccionario de la RAE, nosotros no las aplicamos. Para muchos sólo hay que aparecer, aparentar que estamos ahí, simular que somos algo que en realidad no somos, vender espejitos de colores. Lo importante es sólo lo propio. Políticos de turno, empresarios, docentes, profesionales, comerciantes, estudiantes, lo que nos toque ejecutar, preferimos retacearlo, porque creemos que “mañana seguiremos remando” o que “esa respuesta, ese compromiso puede esperar”.

 

Vivimos a mil, no vivimos por mil. Estamos más angustiados por “el tiempo del reloj”, que ocupados en vivir minuto a minuto, segundo a segundo entregando lo mejor que sabemos hacer. Nos encanta juzgar, criticar, ser directores técnicos. Algunos hasta transitamos las horas  midiéndolas y cuantificando cuánto fuimos capaces de producir. Sin embargo, todos sabemos que al hacerlo, cumplimos a medias, trabajamos como podemos, y llegamos apenas hasta ahí ocupándonos de la cantidad; ¿la calidad? después llegará.

 

Hacemos múltiples tareas a la vez, sin darnos cuenta que es más efectivo focalizar, dar el 100% de nuestra atención,  a quién está frente a cada uno de nosotros en este momento. Vivimos a mil, corremos… hasta que un buen día fallece el amigo entrañable, el vecino de la infancia que tenía tu misma edad, con el que compartías juegos, confidencias, momentos que ya no volverán. Y entonces, sólo entonces, nos damos cuenta que en vez de preocuparnos porque “no alcanza el tiempo” deberíamos ocuparnos viviéndolo de la mejor manera posible, al mil por ciento, porque se trata de un regalo.

 

¿Qué harías hoy, dónde estarías, qué dirías… si supieras que sólo te quedan 24 horas de vida? Y si te quedara una semana de vida, un mes, un último año ¿qué harías, dónde estarías, de qué hablarías? Estas preguntas pueden ayudar a reencauzar la brújula de nuestros proyectos. ¿Nos animamos? Cambiar el rumbo, ajustarlo, a veces da mucho miedo. Sin embargo, todos sabemos que ahora es el único momento que realmente existe y en el que podemos accionar al cien por ciento.

 

* Link a la Fuente D’Alessio IROL,  http://goo.gl/2EC1lx

 

(*) Licenciada en Comunicación, con más de una década de experiencia como asesora y capacitadora. Trainer en PNL, Coach, Didacta Juegos Taquion, y Artista plástica.

 

Para más información: www.soljoulia.com.ar / Facebook.com/soljoulia

Correo: [email protected] /Cel: +54 376 4710082

 

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