Sergio “Chiquito” Gómez, es misionero, tiene 29 años y sus 2.20 metros lo transforman en el hombre más alto de la Argentina. En estos días se encuentra en su tierra natal, Misiones, visitando a sus familiares, en el barrio Evita de Candelaria.
Luego de ser conocido en todo el país a través de distintos medios nacionales, “Chiquito” mantiene su templanza. “Muchos me paran en la calle y me dicen que alto y me piden sacarse fotos conmigo” dijo para agregar que su exposición en la prensa le sirvió para conseguir trabajo en una empresa de seguridad, contó al ser entrevistado FM del Lago.
El hombre más alto del país padece gigantismo, utiliza calzado talle 55 y, en teoría, limitó los efectos de su afección a los 20 años tomando una pastilla: «A los 16 me detectaron la enfermedad, en ese entonces medía 2,13 metros», dijo.
Recordó a manera de anécdota que cuando era niño al momento de jugar al fútbol con sus amigos “tenía que presentar documento, porque no creían que tenía 12 años con una estatura de 1.95 metros”.
Consultado sobre qué extrañaba de Candelaria cuando se encuentra en Buenos Aires, respondió sin titubeos “la tranquilidad y el silencio. Allá tenés que andar a mil, sino te pasan por encima”, concluyó.
«Crecí hasta los 20 años, aunque luego nunca volví a controlarme», agregó. Además, relató que llegó a Buenos Aires con el sueño de conseguir un futuro, entre sus sueños, encontró a su pareja, con la convive actualmente y pasó por varios empleos.
Asimismo, para finalizar, como anécdota el «gigante» confesó que duerme «en una cama de una plaza y media» y que le «duelen mucho las piernas» por la cantidad de horas de trabajo.
(Actualidad Sur)
