“Recibimos una provincia libre y soberana, con todas las letras”

Es paradójico decir que un ministro de Salud se defina como “enfermo”. Pero Oscar Herrera Ahuad, se define así: “Un enfermo del trabajo”. Se acuesta tarde y se levanta antes de que salga el sol. Atiende en persona el teléfono y resuelve pedidos de personas de toda la provincia. Está atento a los mínimos detalles y se enorgullece de que en once años de ejercer en San Pedro “nunca tuve un caso de mala práxis”. Aunque la función pública le demanda la máxima atención, no deja la medicina de lado y cuando es necesario, atiende él mismo. “Siempre fui así. La experiencia como médico residente me enseñó a estar las 24 horas al servicio”, asegura.
Nacido en una familia humilde de maestros rurales en Quindimil, Santiago del Estero, a los diez años vino a Misiones para poder ingresar a la secundaria, que en su pueblo no había. Vivió con un tío médico y estudió medicina en Corrientes, donde se pagaba los gastos ejerciendo como periodista deportivo.
Recibido, volvió a Misiones, donde primero ejerció en Eldorado. Allí nació su preocupación por lo social. Muchos de los chicos que recibía y que fallecían en el parto o a los pocos días, eran de San Pedro, por entonces uno de los municipios del país con mayor mortalidad infantil -50 por mil- y con elevados índices de Necesidades Básicas Insatisfechas. “En 1998, cuando me nombran médico en Salud Pública, sin decirle a nadie agarro el auto, cargo mis cosas, y me fui a San Pedro sin conocer donde era. Llegué un día de junio o julio, de noche, con frío. El hospital no tenía puerta, no tenía nada, era un hospital de campaña”, recuerda.
Las ganas de cambiar la realidad lo llevaron de a poco a la política y debutó con la Renovación. En 2003 fue candidata a concejal su esposa, por la incipiente coalición. “Veía que había una perspectiva importante de cambiar algunas cosas, teníamos que tomar la decisión nosotros los jóvenes, que estábamos en esa etapa de querer hacer algún tipo de servicio más a la comunidad e involucrarnos, y ahí me involucre y fui candidato a intendente en el 2007”, rememora. Fue segundo, detrás de Orlando Wolfart y allí se hizo conocido en el mundo de la política. Asumió nuevos cargos en Salud Pública. En 2009 fue subsecretario de Salud y en 2011, ministro. “Hice todas las escalas de los niveles de salud: estudiante, médico común, residente, especialista, director de hospital, jefe de área, director de zona, subsecretario y ahora ministro”, enumera.

¿Cuándo viste cambiar algo desde que te interesó la política?
De 2003 en adelante, fue un cambio revolucionario, pero revolucionario en serio, la política sanitaria de ese año en adelante no paró de crecer, sobre todo en objetivos. Tuvo que ver una gran impronta el Gobierno nacional en hacer que los programas que bajaban, que en su momento recién la provincia se estructuraba con una visión diferente, nunca se cayeron. Es un gran mérito del Gobierno de Néstor y Cristina. Nosotros teníamos un presupuesto que no superaba el 7% del general, en la década del 90, pero todos se llenaban la boca hablando de la salud, aún médicos que eran gobernadores, pero le daban un 5% a la salud. Con la ley de salud en el 2007 la salud comienza a tener un presupuesto que te permite tener libertad, que te permite igualar oportunidades, a partir de allí solo la salud pública tiene el 15 por ciento del presupuesto, más el presupuesto del parque de la salud, cerca del 20. Eso significa salud como principal eje de la política del Estado, que es el presupuesto y los recursos financieros”, explica. “Nadie me va a sacar los 700 chicos que pudimos salvar con la baja de la mortalidad infantil”, se emociona.

 

Herrera Ahuad tiene 43 años, dos hijas y es fanático de San Lorenzo de Almagro. Como deport27ista fue arquero de la selección nacional de fútbol de salón y legó a su hija la pasión por los kartings. 

 

Para Herrera Ahuad, la Fundación del Parque de la Salud, que administra el hospital Madariaga “es un ejemplo que está siendo copiado no solo en Argentina si no en otros países, porque vino a darle ejecutividad a la solución de los problemas de la gente ligados a la vida o a la muerte”.

“Antes un expediente, para poner una stent en el corazón demoraba cuatro meses y el tipo ya se moría de un infarto. La fundación no remplaza el Estado, sino que es una herramienta para hacerlo más eficiente”.

Ya puesto en el rol de candidato a vicegobernador, Herrera Ahuad amplía el espectro de conocimiento. Lee mucha economía, historia y política y se pasó varias horas recibiendo explicaciones sobre el modelo fiscal misionero.

¿Soñaste alguna vez llegar donde estás?
No, porque ni siquiera tuve la posibilidad de sentarme cuando era director del hospital. La vocación de servicio fue llevando a todo esto, uno siempre sueña que en el lugar donde esta va a tener mayor posibilidad de resolver cosas que uno pensó y no las pudo resolver. ¿Qué pienso hacer como vicegobernador? Resolver muchas cosas que no pude resolver como ministro. Y cuando era subsecretario y me dijeron para ser ministro, dije “bueno ahora como ministro voy a resolver muchas cosas que no las pude hacer como subsecretario”.
“Hay que defender mucho este modelo que es inclusivo. Cómo no vamos a defender este modelo, como no vamos a pedir el voto para Maurice Closs que nos metió secundaria en todos lados. A uno estas cosas lo hacen fanático, pero ojo, sin perder el sentido de la autocrítica que la tenemos y mucha, de las cosas que no hacemos, de las decisiones políticas a veces que no son las correctas, todos los días vemos eso, pero no podemos dudar que este es un gobierno inclusivo de igualdad de oportunidades, de justicia social”.
¿Qué tienen que hacer Oscar Herrera y Hugo Pasalacqua en la nueva etapa?
Enfrentar los desafíos sociales que son muchos, se hizo muchas obras públicas, hay una política fiscal correcta, hay un desendeudamiento, recibimos una provincia libre y soberana, con todas las letras. Tenemos la autonomía de poder decidir qué hacemos con nuestra plata, adonde la ponemos, nadie nos puede poner la birome a escribir algo que nosotros no queremos escribir, y esa es una gran responsabilidad porque no le podes echar la culpa a nadie. Creo que debemos ir a un cuadro de trabajo social muy fuerte, hay que profundizar acciones en lo que hace a las políticas públicas ligadas a los micro emprendimientos, a la soberanía alimentaria todavía que se hizo mucho pero queda por hacer, a la agricultura familiar, a la agroecología, hay que seguir trabajando en la política energética de la provincia que crece, crece y crece. La obra pública es muy importante, mas allá de la de salud, hay que continuar con más educación.
“En estas elecciones está en juego uno de los modelos más inclusivos de la historia de la Argentina. Pienso que le gente que entiende y ve, va a votar a la lógica y a la coherencia”, asegura.

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