Buscarán una alianza estratégica entre médicos y bioquímicos para la detección precoz de enfermedades renales

En el marco de la  1° Jornada Regional del Nea y 2º Jornada Provincial de Capacitación y Actualización Bioquímica de la Red provincial de laboratorios (REPLASMI) analizaron pautas para mejorar la articulación interdisciplinaria en la prevención y detección temprana de las enfermedades renales. Se busca bajar la cantidad de pacientes que llegan a los estadíos críticos y su último recurso sea la diálisis o en el peor de los casos un trasplante de riñón. En Misiones hay 604  pacientes con ERC de los cuales 550 están en diálisis y de los 183 que están en lista de espera de órganos, 131 esperan un riñón.

La jornada fue organizada por la Dirección de Bioquímica  del ministerio de Salud Pública a cargo de Williams René Pedrozo y el acto inaugural contó con la presencia de la subsecretaria de Prevención de Adicciones de la Provincia Mariela Aguirre, el doctor Oscar Canel, coordinador nacional del Programa de Abordaje Integral Enfermedad Renal Crónica (PAIERC) que depende del INCUCAI y la doctora Teresa Varela, especialista en Epidemiología de Campo, profesional en el área de Vigilancia de la Salud de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación.

En Misiones hay 604  pacientes con ERC de los cuales 550 están en diálisis y de los 183 que están en lista de espera de órganos, 131 esperan un riñón.

El primer orador fue el doctor Canel quien realizó una descripción del Programa de Abordaje Integral Enfermedad Renal Crónica (PAIERC) y brindó detalles de los procedimientos que se realizan en los laboratorios del todo el país, y en particular sobre las afecciones renales. Así explicó que la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es un problema de salud pública mundial. La manifestación más grave de la enfermedad renal es la insuficiencia renal crónica terminal (IRCT) que lleva al paciente a la necesidad de terapia de sustitución renal como diálisis crónica (hemodiálisis o diálisis peritoneal) o trasplante renal, con el consecuente impacto sobre los sistemas de salud que deben absorber los costos sociales y económicos que estos tratamientos implican.

El profesional explicó que mientras la incidencia de la IRCT se ha duplicado en los últimos 10 años, hay muchos pacientes con ERC en estadíos tempranos que no tienen diagnóstico y tratamiento. Se estima que, en la población general, un 16.9% de los mayores de 20 años padecen este problema de salud. Estudios en Argentina demuestran cifras similares. Dejó en claro que el tratamiento precoz de la enfermedad renal puede prevenir o retrasar la progresión a estadios más graves, sus complicaciones, así como disminuir el riesgo asociado a la enfermedad cardiovascular. A pesar de ello, la mayoría de los pacientes con enfermedad renal no son reconocidos en el primer nivel de atención hasta que presentan síntomas.

Hoy en el país hay una lista de espera de trasplantes de 7772 pacientes de los cuales 6266 aguardan por un riñón, o sea el 80 por ciento.

“Es clave el rol del bioquímico en la detección de la enfermedad renal crónica porque su característica es que los primeros síntomas son muy silenciosos. Por suerte conocemos a la población más vulnerable con patologías diversas o hábitos poco saludables como el tabaco”, sostuvo Canel. Asimismo explicó que la detección se realiza con los exámenes rutinarios y no hace falta nada más complicado. Lo que se busca es coordinar protocolos, acuerdos y procedimientos. “Siempre se habla de los dializados o quienes esperan un trasplante pero hay que empezar a articular con bioquímicos, nefrólogos y médicos de los primeros niveles de atención para no enfermarnos”.

Atender las cuestiones ambientales

Canel dijo que en el país no existen estudios epidemiológicos sobre la enfermedad renal y es hoy una línea de investigación. “Hoy nos basamos en la investigación internacional para hacer las proyecciones locales. Tenemos si un registro de los casos más graves y contados quienes están en diálisis o esperando un trasplante, hay 28.400 en diálisis y unas casi 7 mil viviendo con un trasplante. Debajo de eso hay otra parte como si fuera un iceberg de enfermos renales que no tienen la menor idea de que están cursando algún estadío de la enfermedad renal. Nos cabe al equipo de Salud ir a buscarlos porque tenemos las herramientas para hacerlo, detectar y cronificarlos”.

Otros datos interesantes señalan que el PAMI gasta hoy per cápita por enfermedades renales 15 mil pesos al mes, lo que significan 180 mil al año. Si se hacen las proyecciones se está hablando de 28400 pacientes en diálisis, esa cifra trepa a 5.112.000.000 pesos, lo que equivale al 2,4 por ciento del gasto anual en salud.

La jornada se completó con exposición de la doctora Teresa Varela, el bioquímico  Fernando Airasca, referente temático de Enfermedad Renal Crónica y SIVILA del Ministerio de Salud de Santa Fe y su par Gustavo Dip, Director de Bioquímica de la Municipalidad de Rosario.

 

Consejos para evitar enfermarse del riñón

La prevención de las enfermedades renales tiene ciertas claves que hacen a la vida cotidiana. En primer lugar todos deben saber cuál es la función de este órgano en el cuerpo. Por ejemplo saber que eliminan los desechos, regulan la presión arterial, eliminan el exceso de líquido, regulan la formación de los glóbulos rojos, metabolizan medicamentos y regula el metabolismo de los huesos. El tema es que si se enferman los riñones en estadíos tempranos la enfermedad no da síntomas.

Por ello deben estar alertas las personas que fuman, tienen problemas para orinar, son diabéticos, hipertensos, consumen habitualmente muchos medicamentos – en especial antinflamatorios – o quienes tuvieron accidente cerebro vasculares, infarto agudo de miocardio, enfermedad obstructiva urológica, repetidas infecciones urinarias o enfermedades renales, entre otras cosas.

¿Cómo detectar la enfermedad?

Si una persona quiere conocer el estado de sus riñones deberá ir al médico para hacerse un control de la presión arterial, solicitar un análisis de sangre donde se midan la glucosa y la creatinina – mide la función renal- , más un análisis de orina donde se midan las proteínas y si es necesario otros estudios como una ecografía. En el caso de que se detecte la enfermedad la clave es el monitoreo permanente por parte del personal médico para evitar o retrasar la llega de los estadíos graves. (diálisis o trasplante).

Mejor prevenir que curar…

Con cuestiones simples cualquier persona puede mejorar su calidad de vida y así evitar complicaciones renales. Entre los datos a tener en cuenta los especialistas recomiendan tener una presión arterial menor a 140/90 mm Hg, y en caso de ser diabético o tener proteínas en la orina una presión arterial menor a 130/80. También iniciar un tratamiento para dejar de fumar, llevar un control serio de su diabetes, evitar los medicamentos que pueden dañar su riñón como los antinflamatorios, realizar actividad física aunque sea moderada y mantener un peso adecuado.

 

Oscar Canel, coordinador nacional del Programa de Abordaje Integral Enfermedad Renal Crónica (PAIERC).

Williams René Pedrozo, director Bioquímica  del ministerio de Salud Pública.

GS EP

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