Reflexión del pastor Decena: La obra del Espíritu Santo

Cuanto más conocemos la obra del Espíritu Santo, mas fe tendremos en Él, mas lugar le daremos y hechos sorprendentes y maravillosos pueden llegar a suceder en nuestras vidas. Es como el científico, si no conoce de física nuclear, nunca podrá aprovechar la tremenda energía contenida en los átomos. Por eso nos conviene conocer cómo actúa el bendito y amoroso Espíritu Santo de Dios.

 

Ya veníamos hablando de lo que es la obra del Espíritu Santo, pero como es un tema amplio, también veremos a continuación algunos puntos que nos explica la Palabra de Dios sobre cómo piensa, y como actúa el Espíritu Santo de Dios en nuestras vidas.

 

1) NOS ANHELA CELOSAMENTE.

Santiago 4:5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? 

Recordemos que el Espíritu Santo viene al cristiano cuando acepta a Jesús, permanece a su lado, y además prometía Jesús que “estaría con nosotros para siempre…”

¿De qué es celoso? ¿Qué significa “anhelar celosamente”? Miremos las dos palabras primeramente:

Anhelar  significa  desear, desear intensamente, perseguir, gran deseo. Y celosamente significa  entusiasta; temeroso o cuidadoso de ser suplantado; aprensivo a perder afecto o posición;  alerta en guardar algo; intolerante de la deslealtad o la infidelidad.

Aquí encontramos el por qué: es un Espíritu Santo que está deseando intensamente nuestra lealtad, cuidadoso y alerta de no ser suplantado por alguna otra lealtad, que no quiere perder su posición o nuestro afecto. Él no está muy de acuerdo con la idea de estar en segundo lugar en nuestras vidas.

Santiago 4:4 llama a los cristianos que no son leales a Dios “almas adúlteras”. ¿Por qué?

Porque amar al mundo más que al Creador es como un esposo que engaña en su matrimonio. Él nos dice que el deseo “del mundo” nos pone en conflicto directo con Dios. Estamos engañándole y lo considera adulterio, infidelidad espiritual. El Espíritu Santo sabe la lamentable tendencia a ser desleales al Creador, por eso está alerta!

 

2) EL ESPÍRITU SANTO NOS DA SEGURIDAD.

David tenía una seguridad impresionante. Ante el oso, ante el león o ante el gigante, lo que sorprende es la seguridad de la victoria que tenía siendo tan joven y sin ser un guerrero! Porque todos sabemos que David era pastor de ovejas. Y esa justamente es la obra del Espíritu de Dios, que nos brinda absoluta seguridad. Fundamentalmente en cuanto a nuestra identidad. Da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios, nos da la seguridad de saber que no estamos solos y que el Espíritu Santo está conmigo.

Romanos 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

«Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna» (1 Juan 5:13).

La palabra sepáis significa seguridad absoluta. Según el versículo 13, es posible ser salvo y saberlo. Sin embargo, el simple hecho de que Juan haya escrito este versículo demuestra que también es posible ser salvo y dudarlo.

¿Es buena la duda? No. La duda es a su espíritu lo que el dolor es a su cuerpo. El dolor es una advertencia, una señal de que algo no está bien. No significa que está muerto, sino que algo anda mal.

 

3) EL ESPÍRITU SANTO COMO EL CONSOLADOR

Al enseñar en vísperas de su muerte en el aposento alto, Jesús se explayó sobre el Espíritu Santo. Dijo en Juan. 14:16 «Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador».

La palabra Consolador a veces es traducida como «Ayudador» o «Consejero» y proviene de la palabra griega “paracleto”.

Lo primero que nos llama la atención en este pasaje es que Jesús nos promete otro «Paracleto» o «Ayudador». Para que Jesús haya dicho que el Espíritu Santo sería otro Ayudador es necesario que haya habido un Ayudador antes del Espíritu. El Nuevo Testamento identifica claramente al Primer Ayudador, o Paracleto, es el mismo Jesús. El apóstol Juan escribe en 1° Juan 2:1 «Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo».   

El título de Abogado que se le da a Jesús en esta oportunidad tiene otra traducción posible de la palabra griega paracleto. Vemos entonces que Jesús es el primer Paracleto, y Jesús oró para que posteriormente a su partida de este mundo el Padre proveyera de otro Paracleto en su ausencia. El Espíritu Santo fue enviado para ser el sustituto de Cristo. El Espíritu Santo es el vicario de Cristo sobre la tierra.

El concepto del Paracleto también incluye el papel del Consolador. Esto está vinculado a dos aspectos.

Primero: Es una fuente de compañía para los heridos, los derrotados, y los afligidos.

Y el segundo aspecto es de igual importancia. La palabra Consolador en su derivado latino significa «con fuerza». El Espíritu viene a nosotros cuando tenemos necesidad de fuerza. Nos dota de coraje y de valentía. En su papel como el Consolador, nos consuela y nos da el coraje para que en Cristo seamos más que vencedores.

Para finalizar me gustaría desear un muy feliz y bendecido día del Padre a todos los padres, cabezas de hogar, que habitan esta maravillosa tierra de Misiones. Que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo esté con ustedes y los guie y los guarde todo momento y lugar.

Que tengan una semana de bendición y de victoria!

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de www.centrofamiliarcristanoweb.org

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