La posadeña Patricia Zacarías quedó eliminada de MasterChef

Anoche formó parte del programa que emite Telefé, y finalmente el jurado decidió eliminarla. Luego contó desde su blog, como vivió la experiencia

El envío de ayer se realizó en la provincia de San Luis y Patricia Zacarías comenzó integrando el equipo rojo, que fue superado por el azul. Entre los perdedores, uno debía quedar eliminado y luego de realizar la competencia individual entre ellos, los integrantes del jurado decidieron que la misionera debía abandonar el programa.

 

Patricia usó su blog para despedirse:

El quiebre de lo previsible: ¡Vamos por más!

PatriciaHoy fue mi último programa. Muchos sentimientos encontrados, dejé todo en las cocinas de MChef.

No hablo mucho, pero me gusta escribir, se darán cuenta. Les quiero contar como viví a Master Chef, que puedan conocer algo más de mí.

En esta última prueba tuve el gusto de conocer un lugar realmente hermoso. Se encuentra en San Luis, se llama La Carolina. Les recomiendo visitarlo, sus pobladores son cálidos y muy hospitalarios, hicieron nuestra estadía  inolvidable. Terminamos la prueba muy cansados, después de cenar como reyes, nos fuimos a descansar.

Me desperté temprano como siempre, afuera se escuchaba el viento frío recorriendo las sierras. Pero me aventuré a salir afuera para ver el amanecer.

Que escenario! Yo en primera fila!,

Sentirse uno tan pequeño ante tan maravillosa creación de Dios me hizo pensar en cómo llegué a ese lugar, cómo luché hasta ese programa, el número 11, y como sería en los siguientes programas. woooow Pensé en cada plato que hice y como lo podía mejorar.

Ahí sentada en una roca con el viento helado filtrándose en mis huesos, mi corazón ardió aún más de pasión por aquel sueño que nació en la cocina de mi abuela Florentina hace ya tantos años.

Los recuerdos que tengo con ella, transcurrieron en la cocina, obvio. En mi memoria llevo guardado ese olorcito a manteca y vainilla que se desprendía de sus insuperables galletitas. El aroma del pan recién horneado y  el café humeante. Las travesuras que hacíamos con mis hermanos y primos. Las mesas repletas de deliciosos platos en las fiestas y reuniones familiares. Momentos que marcaron a fuego esta pasión por cocinar.

Pasaron los años, dejando mi niñez atrás absorbí tantos preceptos, costumbres, deberes, obligaciones, presiones sociales y tantas cosas, que MI SUEÑO quedó sepultado en lo más profundo de mi alma.

Estudié Abogacía, no me disgusta, pero no encontré o no me encontré yo en ella. El plan era recibirme, trabajar y ahorrar para  al fin de mis días poder hacer lo que amaba: cocinar. Me abriría una confitería o una casa de té.

 ¿Porqué esperar a la vejez para hacer lo que nos apasiona? ¿Será que dilatamos nuestra felicidad por temor a que nos falte algo? ¿Porqué ser feliz mañana? ¿Acaso podemos comenzar ahora con lo que tenemos?. Preguntas que me hacía en aquel tiempo.20150109_154416

Pero este plan magistral no lo pude cumplir, cosas de la vida o que se yo, más diría sabiduría divina. Me encontré en mis treinta y tantos comenzando de nuevo, todo nuevo. Me costó, pero fui valiente, un poco kamikaze. Comencé a dar los primeros pasos para alcanzar MI SUEÑO, el poder vivir de lo que me hace feliz.

Siempre quise estudiar para Chef, pero no pude. Así que no quedó otra que ser autodidacta. Internet es una gran herramienta y un muy buen maestro si se lo sabe usar. Aprendí a preparar platos orientales: me encanta el sushi. Experimenté con frutos de mar, y tantas otras recetas. Y en lo que más me apasiona, la pastelería y panadería, sin dudas el horno de mi cocina se ha recorrido un mundo.

En estos años estoy trabajando en que mi sueño se transforme en una meta a cumplirse en un tiempo determinado. SI GENTE, HAY QUE PONERSE METAS Y FECHAS LÍMITES. Claro que siendo flexible con las circunstancias que se nos presenten, AVANZANDO a paso firme.

Y en este afán es que me encontré aquella noche, ¿se acuerdan? Les conté al principio en mi facebook. Donde hablaba con mi gran consejero: Dios. Y de ese anhelo que le expresé en un suspiro: quiero participar en Master Chef. Anhelo tan lejano he inimaginable en esos momentos.

Pasaron los meses y se abrió la convocatoria para el ciclo 2015. Llené el formulario, me acuerdo del día y la hora. Me llamaron al otro día. Cuántos estarían anhelando “LA CONVOCATORIA” para los casting. Yo estaba feliz simplemente por ese llamado. Les conté a mis amigos y familiares: ME LLAMARON. Como les puedo describir ese momento: pensé que solo era eso, UNA LLAMADA, y nada más.

Acá es donde, como en esas grandes historias, comienza a suceder ese quiebre de lo previsible. Así fui pasando los casting, hasta la espera de la convocatoria para el primer programa. Larga espera, mi corazón albergaba la esperanza de un milagro.Los milagros suceden si somos capaces de CREER.

Los preparativos para cocinar por primera vez ante el jurado, fueron interminables: Llegó el día, majestuoso Palacio San Miguel, tras una espera, la cual no puedo describir si fue larga o corta porque los nervios me mataban.

IMG-20150210-WA0020Preparé mi plato, Surubí a la plancha sobre rostti de mandioca y puré de espinacas. Me preparé para entrar, empujé el carrito y avancé, conmovida , ansiosa, felíz…ya faltaba poco. Se abrieron las puertas, di unos pasos  y ahí estaban, mi admiración total a ellos: Donato, Christophe y Germán.

Conocí a personas maravillosas, mis compañeros de esta gran aventura. Diferentes edades, profesiones, oficios, todos con una ilusión: llegar lo más lejos posible y porque no, ganar, ser el próximo Master Chef. En el tiempo que compartí con ellos me sentí como “pez en el agua”. Todos hablamos el mismo idioma: recetas, cocinas, que productos son los mejores para tal o cual combinación de sabores. Por eso digo: Momentos únicos, con personas únicas.

También conocí a los que trabajan detrás de cámara, gente que ama su trabajo, son muchos y hacen tanto. Loable profesión. Gracias por la paciencia. Gracias Totales.

Y lo que sigue ya se los conté en mi facebook y lo pudieron ver en cada programa.

Así viví a Master Chef. Para mi es más que un reality de cocina.  Significa mucho más que competencia, premios, fama, lo que te quieras imaginar.

Es un logro personal, la reivindicación de soñar que se puede.

En esta lucha por llegar a ser Chef , mi corazón, nadie más, necesitaba “algo” que me renovara las fuerzas, las esperanzas…eso…Master Chef me dio ESPERANZAS.

La verdad es que podemos tener todas las oportunidades que queramos siempre que tengamos la capacidad de vencer nuestros miedos. Imagínate todos los que vencí en mi paso por el programa. Crecí en lo personal, en conocimiento y en experiencia. 

Hace años me decidí a ejercer mi derecho a soñar. Derecho que conlleva el compromiso ineludible de CREER, PROYECTAR Y LLEVARLO A LA PRÁCTICA. Sino es así, sería humo, hojarascas que se las lleva el viento.

En el devenir de este derecho, en el camino a la meta, uno es feliz. Les aseguro que es así. La dicha que se siente al dar un paso al frente, si es bueno, se avanza, y sino, se aprende.

Para ejercerlo no se necesita formalidades ni obtener otras cosas materiales. Solo ganas de hacerlo. Podemos comenzar con lo que tenemos. Sí, se puede. Tengo el derecho a soñar el sentirme plena y realizada en el oficio o carrera que he elegido. Vos también tenes derecho a soñar, a creer, planificar y llevar a cabo tu anhelo más oculto.

La vida es corta, asi que “CARPE DIEM”, aprovecha el día. Comienza de a poco, si querías ser una gran artista, comprate unos lápices y hojas … salí a dibujar el mundo.

En el programa lo dejé todo, aunque los nervios me jugaron una mala pasada más de una vez. Mi delantal hoy lo dejé sobre la cocina, caminé hacia las puertas por donde otrora había entrado con tanta ilusión. Mientras transitaba por el pasillo me sentí feliz, porque esta historia, la de mi sueño continuará  escribiéndose ininterrumpidamente y con más fuerza. Me sentí tan agradecida que levanté mis brazos a los cielos y grite:¡Gracias Dios!

Creo en Dios y en los milagros, porque si no fuera asi no me estarían leyendo. Si no me llamaban no habría historia que contar. Dios es el que me da las fuerzas para seguir en este maravilloso camino que me llevará a la realización de mi VIDA.  

Ahora viene a mi memoria, esa mañana fría en San Luis, ese amanecer ante tan majestuoso paisaje, …reflexionando de cómo llegué a ese lugar. Y me acordé de un fragmento del libro “El Señor de los Anillos”. He hice mías las palabras de Sam y me sentí un poco Frodo sentada en esa roca con el viento helándome los huesos.

 “SAM: Lo sé. Ha sido un error. No deberíamos ni haber llegado hasta aquí…PERO HENOS AQUÍ, IGUAL QUE EN LAS GRANDES HISTORIAS, (…), las que REALMENTE IMPORTAN, llenas de oscuridad y de constantes peligros. Ésas de las QUE NO QUIERES SABER EL FINAL, Por qué ¿cómo van a acabar bien? ¿Cómo volverá EL MUNDO HA SER LO QUE ERA (…)? PERO AL FINAL TODO ES PASAJERO. Como esta sombra, incluso la oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día. Y cuando el sol brilla, brilla más radiante aún.

ESAS SON LAS HISTORIAS QUE LLENAN EL CORAZÓN, porque tienen mucho sentido aún cuando ERES DEMASIADO PEQUEÑO para entenderlas. Pero creo, Señor Frodo, que ya lo entiendo. AHORA lo entiendo. Los protagonistas de estas historias SE RENDIRÍAN SI QUISIERAN. PERO  NO LO HACEN: SIGUEN ADELANTE, PORQUE TODOS LUCHAN POR ALGO.

FRODO: ¿Por qué luchas tú AHORA, Sam?

SAM: PARA QUE EL BIEN REINE EN ESTE MUNDO, Señor Frodo. SE PUEDE LUCHAR POR ESO.”

Puedo luchar por mis sueños… Master Chef me renovó las fuerzas.  Para que el bien reine en este mundo a veces sólo se necesita que la gente pequeña se anime a hacer cosas grandes… TE INVITO A QUE SOÑEMOS A LO GRANDE!!

GRACIAS Julita, María,  Diego, Simone, Martín, Sol, Mariana, Matías, Alejo, Sebastián, Juan, Julia, Mercedes, Lía, Nadia, Francisco, Alan, Jacinto, Claudia, mis compañeros en esta aventura.

Gracias por la paciencia Donato, Chistophe y Germán. Los admiro, me siento muy privilegiada de haber compartido este tiempo con Ustedes.

Gracias a todos los que trabajan detrás de cámara para que este programa sea el mejor.

Gracias Mariano Peluffo por tu simpatía.

Gracias a mis tíos Matilde y Oscar, por abrirme la puerta de su casa y permitirme  asi vivir todo esto. Milll gracias. A Florencia, que te puedo decir, gracias recontra mil, por tu apoyo, por acompañarme. Diego, graciassss por todo. A Luis gracias por el apoyo. Los quiero a todos, son una hermosa familia.

A mi familia, que me hizo el aguante desde lejos. GRACIAS!!! Naty Milll gracias por estar.

A mis amigos de lejos y los que están cerca, MUCHAS GRACIAS POR EL APOYO INCONDICIONAL. Los quiero a todos!!!

GRACIAS DIOS POR ESTE HERMOSO Y GRAN REGALO que fue participar en MASTER CHEF.

¡¡¡¡Mil gracias a todos los que me apoyaron en este tiempo. GRACIAS TOTALES. VAMOS POR MÁS!!!!

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas