La firma argentina Trision desembarco en Misiones para acercar el desarrollo de las tecnologías de impresión en 3D. Iván Ándres Tabachnik co fundador de Trision un startup de impresión 3D explicó que “recientemente comenzamos a operar en Misiones con un representante local. Buscamos llevar la impresión 3D a todo el país y es por eso que comenzamos a ofrecer nuestros productos y servicios en la provincia”.
Ivan Tabachnik es co-fundador de Trision, una empresa que ofrece una plataforma donde los dueños de impresoras 3D, los diseñadores y las personas en general pueden conectarse y vender productos 3D desde sus hogares y a un costo asequible.
Se mostró contento por contar con la nueva representación de Trision, está en Misiones. “El equipo de IM3D va a estar realizando las actividades de representación en todo el territorio de Misiones. IM3D viene desarrollando hace mucho tiempo servicios de impresión 3D y diseño a nivel local para una gran cantidad de empresas y clientes particulares”.
Luego de encontrar objetivos comunes se decidió conjuntamente unir fuerzas para poder traer la revolución 3D a todos los rincones de nuestra querida Argentina. Este es un paso más en un objetivo más grande, poder ayudar a la expansión de las tecnologías de impresión 3D, incentivando el desarrollo y la innovación local.
“A su vez me complace poder abrir la convocatoria a todos aquellos interesados en poder expandir esta tecnología en sus localidades, ya sea en Argentina, como en cualquier parte del mundo. Pueden conocer más sobre el programa en el facebook de la firma en Misiones o al sitio web de Trision.
¿En qué se beneficia nuestra comunidad? A partir de ahora todas las personas interesadas en nuestros servicios (consultoría, impresión y cursos) y nuestros productos (smart-tri) van a tener un punto de contacto y atención directa en Misiones.
Desde la firma esperan seguir incorporando representantes y poder seguir contribuyendo al avance de esta tecnología. Argentina es uno de los países con más desarrollo en el uso y exploración de estas máquinas, capaces de transformar un archivo digital en un objeto.
Revolucionaria: ésa es la palabra que define a las impresoras 3D. Hace 20 años sólo estaban disponibles a nivel industrial, pero hoy se pueden usar en las casas para reemplazar repuestos de cables, crear soportes para celulares, vasos de diseño y artefactos decorativos.
Estas impresoras transforman un archivo digital en un objeto físico de tres dimensiones, y esto lo consigue a través de un inyector que coloca trozos de material sobre una base y a partir de ahí sobrepone capas hasta lograr el producto deseado. El material más usado para fabricar los objetos es el plástico, pero también sirven otros filamentos, como madera, goma, piedra y nylon.
Cualquier persona puede tener una de estas impresoras en su casa y crear sus propios prototipos o bajar los modelos hechos que hay en internet. Sin embargo, para Ivan Tabachnik, cofundador de la tienda virtual de proyectos de impresión 3D Trision Market, todavía no puede considerarse un artefacto hogareño. “No hay tantas personas que tengan una máquina en sus casas, al menos en la Argentina, ya que se requieren ciertos conocimientos técnicos y capacidad para resolver problemas”, explica.
Como tal, el proceso de impresión 3D tiene capacidades ilimitadas. Es una forma totalmente diferente de producción porque permite crear y optimizar el diseño de productos de formas nunca antes vistas. “Al trabajar por capas elimina las barreras estructurales de los sistemas tradicionales de producción. La impresión 3D puede utilizarse para casi cualquier cosa y tiene el potencial de romper con el estándar en casi cualquier industria”, asegura Tabachnik.
En la Argentina el precio promedio de una impresora 3D es de 20 mil pesos, o dos mil dólares. A nivel mundial, cuestan entre 500 y mil dólares. Esta diferencia hace que se torne inviable, por ahora, la competencia en el mercado internacional.
Para contrarrestar esto Trision Market desarrolló la primera plataforma de venta y descarga de diseños 3D de Latinoamérica, con el objetivo de vender diseños argentinos al mundo. “Podemos competir en precio y además en la Argentina hay muchos diseñadores con gran creatividad e ideas”, concluye Tabachnnik.
Argentina 3D, “tenemos la comunidad más grande de Latinoamérica dedicada a esto”, cuenta Tabachnik. “Unas 150 personas especializadas que saben cómo usarlas, unas mil que están más o menos en el tema y habrá ocho grupos de empresas que se dedican a vender”.
En el ámbito de la medicina, las impresiones 3D están generando avances notables y la Argentina no se queda atrás. Rodrigo Pérez Weiss, dueño de 3D LAB Fab&Café, y el joven inventor Gino Tubaro lideran la producción de prótesis ortopédicas impresas en 3D en nuestro país. En 2014, le dieron una mano (literal) y le cambiaron la vida a Felipe, un chico de 12 años de Tres Algarrobos que nació sin su mano izquierda.
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EP