Desafío de líderes

El auditorio estaba impregnado de energía positiva. Todos prestaban atención y escuchaban con la decisión de reflexionar sobre el ayer, sobre sus actualidades y parecía que algunos se proyectaban imaginariamente hacia lo que querían ser.
Los líderes construyen su identidad y para tal fin cuidan su ser. Eric Fromm, en su libro “Del tener al ser” dice que el hombre moderno tiene muchas cosas y usa muchas cosas, pero es muy poca cosa. Sus sentimientos y sus pensamientos están atrofiados, como músculos sin emplear, concluye Fromm.
El psicoanálisis de Fromm interpela al ser. Mueve al sujeto a cuestionarse su existencia. Los líderes deben preguntarse qué hacen por el otro. Deben querer ser altruistas, cosmopolitas, genuinos y solidarios.
Fromm escribe que el hombre de hoy lleva una máscara de gigante, pero se ha convertido en un ser débil y desamparado. ¿Qué hacen los líderes para que las personas que los acompañan se sientan fuertes y cobijadas?
Usted es un idealista, le dijo un hombre a otro. Hasta las paredes del enorme teatro escucharon la frase. Sí claro que lo soy, respondió el hombre canoso. Y déjeme serlo, le pido que me ayude a serlo. Es más, lo invito a que nos unamos y convoco a los presentes a desenterrar aquellas creencias nobles que por el largo viaje de la vida han sepultado. Quien vive creyendo como creen los niños vive tratando de aportarle al mundo lo que ellos le dan.
¿Qué significa vivir para los líderes? Fromm en su teoría psicoanalítica resalta el amor. Los ideales motivan a los líderes y han quienes viven hasta el final de sus días dando testimonios y pregonando lo concreto del amor. El significado de la vida se encuentra en el amor. Liderar es amar, si usted cree que soy idealista y no cree en esto que expreso porque para usted no es compatible con el ser humano y menos en el mundo que ha construido y en el que vivimos, pues sepa comprenderme y respetar lo que creo, agregó el hombre canoso.
Vivir es hacer con ganas lo que podemos entregar. Es querer hacer bien nuestra tarea diaria. Cuando los niños pintan un dibujo se concentran y parece que no hay nada más alrededor, dejan todo su ser ahí. Pues lo líderes hacen lo mismo, pintan los espacios en donde viven y ayudan a que los demás pinten con ganas y encuentren un significado en el acto de pintar. Los presentes en aquél encuentro eran conscientes de quiénes eran, por sobre todo lo que tenían. Sentían un impulso gratificante y el compromiso de enseñar a pensar y a mirar la vida de otra manera.