Teatro de vanguardia, con varios recursos técnicos utilizados, “Las Empleadas” fue vista por más de 300 espectadores, que colmaron la sala del Centro del Conocimiento. KaraKú Teatro se despidió ovacionado por una descomunal muestra de talento.
Cercanas las 21 horas del viernes, un gran número de misioneros bajaba de los colectivos y caminaba el último tramo para meterse en Teatro de Prosa del Centro del Conocimiento. No hubo mal clima que los detengan y colmaron la sala. Se fueron a encontrar con teatro paraguayo de notable calidad, el que propuso KaraKú Teatro, la agrupación que llegó en gira desde Asunción al departamento Itapúa y la capital misionera.
Y fue muy sorprendente lo planteado en la muy atractiva versión que montaron de «Las Empleadas», una comedia negra inspirada en «Las Criadas», de Jean Genet. La obra nos muestra a dos personajes desbordantes –muy buena la elección de la pantomima y teatro clown, como recurso- Clara y Solange, empleadas que odian y aman a su patrona. Mientras la señora no se encuentra, su servidumbre juega e imagina el momento donde finalmente la matan. Así pasan los días hasta que un secreto que involucra a ambas amenaza con salir a la luz. Entonces, las empleadas deben hacer realidad el juego para salvarse.
Por si faltara algún condimento especial ya al lenguaje expresivo corporal, le agregan la vistosidad de una pequeña banda de jazz en vivo, que acompaña cada movimiento y desarrollo gestual. El elenco de la obra estuvo integrado por Anna Brítez, Violeta Acuña y Ruth Sanabria, con música en vivo de Lara Barreto en saxofón, Sebastián Ramírez en batería y Celso Joabe en teclado. El espectáculo fue una gran demostración de integración de teatro físico y música en vivo.
Clara y Solange, criadas en la casa de la Señora y el Señor, juegan a representar el rol de la patrona y el asesinato de la misma. El juego, que deja entrever una relación que pasa rápidamente del amor al odio, será perturbado por la llamada telefónica del Señor, anunciando que había sido liberado del presidio, al cual lo había condenado un falso testimonio dado por Clara y Solange a través de cartas. Ante esta situación, las empleadas redoblan sus esfuerzos por envenenar a la patrona.
La pieza teatral, representada en todo el mundo, en Posadas tuvo una muy buena versión en el desaparecido Desván Teatro, siendo representado el trío de personajes por Mónica Leal, Mónica Revinski y Alberto Palma, habla de una situación de alienación, en la cual estas dos hermanas criadas, están en un estado de simbiosis total a causa de una sumisión a un poder del pensamiento, de lo humano, en el cual ellas no pueden asumirse como dos seres individuales porque no tienen una identidad.
La banda sonora ejecutada en la puesta es de creación original para la obra, experimentada por los interpretes mismos en base a las partituras de cada personaje que van desarrollándose en la trama, pero también con su funcionalidad ambientadora, ya antes de que suba el telón. Estos implican desde los gestos, movimientos, sentimientos, olores y hasta incluso los objetos de la habitación.
