“No hay que banalizar la política»

La marcha #NiUnaMenos que hizo oír el hartazgo que provoca en la sociedad la violencia hacia la mujer sin una reacción efectiva que además de auxiliar, evite estos hechos, aún encuentra eco en distintos sectores, como en este caso, la Iglesia. El obispo de la Diócesis de Posadas, Juan Rubén Martínez, analizó en una entrevista exclusiva el reclamo por un flagelo que en la Argentina mata a una mujer cada 30 horas.
Opinó que la marcha marcó que el país está en un proceso de maduración en «una sociedad excesivamente machista» y que tiene su correlato en la valoración de lo que significa el respeto hacia la mujer.
Martínez afirmó que la mujer es víctima de una sociedad «que se vuelve cada vez más violenta», y consideró a la marcha como un «momento fuerte» y una manifestación que resulta clave hacia el futuro.
Por otra parte, se refirió a la realidad que marcan las elevadas cifras de embarazo adolescente, que en Misiones superan el 22 por ciento.
“Con el tema del embarazo adolescente, nosotros tenemos implementado desde la Secretaría de Educación un trabajo hasta quizás más fuerte porque se hace desde la educación sexual integral en las escuelas, tratando de darle una visión a los chicos y tratando de que en las casas se reflexione de que así como hablamos de una política banalizada, tenemos que hablar de una sexualidad que no esté banalizada sino que sea algo fundamental en la vida de un chico o una chica”, explicó.

¿Bajar los índices es uno de los desafíos que se plantean?
Hay que reflexionar en todos los aspectos. Si uno mira en la tele que todo lo relacionado a la sexualidad está, como dije antes, banalizado, eso es violento para la criatura y consume sin ningún tipo de criterio lo que ve y después lo hace, entonces empecemos por madurar la reflexión sobre qué tipo de ofertas y de alimentos les damos a los chicos y las chicas porque les damos de comer cualquier basura y después nos escandalizamos de la violencia, de los abusos. Hay que entender que si bien los chicos viven en este mundo, es importante que puedan tener herramientas como para saber qué esta bien y que está mal.

Show y política
En otro tramo de la entrevista, monseñor Martínez se refirió al momento de decisión por el que atraviesa el país para elegir a sus próximos gobernantes. Consideró que «cada elección es una oportunidad nos regala la democracia y deseo que la podamos aprovechar, que se haga una campaña digna que es la oportunidad de presentar los proyectos y las propuestas para que la gente pueda tener un voto pensado, responsable»

7.1
En este sentido pidió no «banalizar este proceso ni a la política».
“Uno ve a veces, y la Conferencia Episcopal lo observó, que se hace demasiado show y se banaliza lo que tendría que ser algo serio. Una cosa es un chiste y está todo bien, pero otra es cuando solo pasa por una cuestión mediática y banalizada de la política, eso le quita la importancia que tiene. Yo no digo que no se pueda hacer un chiste de los candidatos pero cuando se burlan todo el tiempo, es otra cosa. Las elecciones son un momento muy importante para todos los argentinos».
Finalmente, y tal como lo había hecho en la semana, se refirió al reconocimiento de la FAO que recibió la Argentina por tener un índice de desnutrición por debajo del cinco por ciento, según datos de la propia Organización de las Naciones Unidas.
En este sentido, el Obispo de Posadas manifestó que «está muy bien ese número, pero es un indicador, aunque más allá de los números lo importante es que nosotros seamos concientes de nuestra realidad. Por ahí escuché que estamos mejor que Alemania, es casi ridículo decir eso. Yo creo que, como ya lo había dicho, el indicador de la pobreza es tener un trabajo digno o un trabajo precario».
“La pobreza es un tema que preocupa y mucho, los porcentajes pueden ayudar a entender estadísticas pero lo importante es poder ver la realidad, y la pobreza es un flagelo, en nuestra patria, en nuestro continente”.
“En general la medición que tengo en mi mirada es que hay trabajo digno o trabajo precario, para mí es ese el indicador. Lo que uno percibe es que hay altos números de precariedad laboral, basta con ir a los barrios y verlo, hay gente que no tiene un trabajo en blanco, mucha changa, sin obra social, sin jubilación, hay mucha cosa subsidiada cuando lo normal es que la gente viva de su trabajo digno”, cuestionó.
Martínez reiteró que la primera línea de preocupación de los obispos de la Argentina es la droga, pero además de la droga más específicamente el narcotráfico porque “el consumo de la droga es una cosa pero el narcotráfico implica que para poder darse esta estructura evidentemente hay silencios y complicidades, sino esto no se explica porque crece y crece”.

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