Crucero rescindió el contrato con Diego Calgaro y podría dejar ir a otros para «alivianar» el presupuesto

Crucero del Norte ya anticipó que no saldrá a reforzarse en este mercado de pases, a pesar de que en el segundo semestre deberá afrontar la pelea por la permanencia en Primera. Pero además, rescindió el contrato con Diego Calgaro, que no tenía minutos en el primer equipo.

El club podría dejar ir a otros en la misma situación (¿Claudio «Caíto» Fileppi?) para, de esa forma, bajar un poco el presupuesto y también permitir que esos futbolistas puedan tener oportunidades en otros clubes. Al menos así lo inofrmó en su página web, donde publicó la noticia de la rescición del ex volante de Rosario Central.

Calgaro, fino volante central que estuvo a disposición desde el comienzo de esta temporada -tras una lesión en la rodilla que lo tuvo marginado el último semestre de 2014-, no fue elegido ni por Schurrer ni por su sucesor, Sebastián Rambert, ni siquiera para el banco de reelevos. En esa posición, el titular hoy es Nicolás Olmedo y detrás, Marcelo Lamas. Pero también pueden jugar en esa posición Fabio Vázquez y Lucas Caballero.

Demasiado lujo para un club como el Colectivero, quizás el de más bajo presupuesto de los 30 que integran la Primera División. Julio Koropeski había llegado a un acuerdo de palabra con Calgaro para darle seis meses, los que se cumplen ahora, para que intentara pelear un lugar, cosa que hizo, pero no alcanzó. Por eso, jugador y presidente consensuaron rescindir el contrato, que finalizaba en diciembre de este año.

Calgaro, que siempre había sido titular y le convirtió un gol a Independiente en el 2014, se lesionó el 19 de mayo de ese año en Corrientes, en una acción intrascendente se rompió los ligamentos cruzados de una de sus rodillas.

“En diciembre el Cuerpo Técnico anterior (Schurrer) me comunicó que no iba a ser tenido en cuenta porque a través de la lesión él no me podía dar minutos de juego en Primera en los partidos oficiales”, dijo Calgaro, en declaraciones publicadas en la web del club.

“Yo tenía apenas 5 meses y medio de lesionado, ni siquiera tenía el alta, entonces charlé con los dirigente y el Presidente, y llegamos a un acuerdo que me dejó quedarme a pelearla hasta junio, hasta ahora. Pero si yo no lograba jugar rescindíamos el contrato de común acuerdo”, explicó.

Sin chances con Schurrer

«Cuando llegó enero de este año, me di cuenta que la realidad era otra. No me tocó viajar a la pretemporada, cuando le comuniqué esto al Cuerpo Técnico anterior, me respondió que la decisión ya estaba tomada y me costó muchísimo, porque no tuve la posibilidad de pelearla. Ni siquiera hacía futbol en los entrenamientos, entonces se me complicó”. Y agregó: “He jugado algunos partidos con la Cuarta para agarrar ritmo, pero nunca pude hacer fútbol con el equipo titular, ni con los suplentes. He jugado en ocho meses, tres amistosos con la Cuarta, que realmente no me pude mostrar para jugar”.

Rambert le reconoció el esfuerzo, pero no lo puso

La llegada del cuerpo técnico le abrió otras expectativas al jugador que, sin embargo, cuenta cómo se llegó al desenlace: “A medida que pasaban los meses me di cuenta que yo no tenía lugar, que yo no la podía pelear. Ahora llegó Junio, vino un Cuerpo Técnico nuevo. Desde que vino Rambert me dio la posibilidad de hacer fútbol, la continuidad que necesitaba, me estaba poniendo bien, la rodilla responde diez puntos. Pero tampoco me alcanzó para jugar y ahora terminó el campeonato y me junté a hablar con el técnico y con los dirigentes para ver que iba a pasar conmigo. El técnico (Rambert) me sorprendió muchísimo, menos mal que lo hice sino me iba a arrepentir toda la vida. Es para destacar la forma en la que me trató y lo que me dijo, por ahí me las guardo para mí, pero valoré muchísimo la charla que tuvimos porque me sirvió mucho. Me sorprendí por los consejos que me brindó. Es un DT, que lo tuve muy poco, pero le voy a estar muy agradecido por haberme dado la posibilidad de entrenar”.

Sueña con la revancha

“Yo soy un agradecido al club, yo soy misionero, seguramente el día de mañana voy a vivir acá, en mí provincia. Y si bien me quería quedar, soy consciente de que me tenía que ir. Nada para criticar, nada para reprocharle al club. Al contrario, palabras siempre de agradecimiento”, continuó Calgaro analizando su estadía en El Colectivero. “Hoy me toca irme me duele porque yo soy de acá. La verdad que había encontrado mi lugar y aparte si analizo futbolísticamente no me fue mal. Al contrario, yo en este club siempre fui titular, mientras estuve bien. Siempre fui titular y nunca me tocó ir al banco. Pase de ser titular a romperme la rodilla y a no tener la posibilidad de volver a jugar nunca más. El fútbol tiene esas cosas”.

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