Destituyeron al juez de paz de Andresito

El Superior Tribunal de Justicia decidió destituir al juez de Paz de Andresito, Ariel González, quien acumulaba siete denuncias en su contra en los poco más seis años de función. El máximo organismo judicial tomó la decisión ayer después de analizar el sumario administrativo abierto hace un año por diversas irregularidades.
Se trata del mismo funcionario que la semana pasada irrumpió en una vivienda particular para desalojar al propietario que estaba en disputa por el inmueble con su pareja. El hombre denunció que fue atacado por una “patota” que respondía al juez quien se quedó con el inmueble.
Sin embargo, la destitución no tiene que ver con esta acusación, sino con una acumulación de denuncias en los últimos años. González tiene siete denuncias diferentes. Fuentes del STJ señalaron que fue destituido por “abuso de poder”, haberse extralimitado en su competencia en varias causas y en otras arrogarse competencia que no tenía. También sumaron que en causas en las que podía intervenir preventivamente, siguió el proceso sin limitarse. “Violó todas las normas”, contó un funcionario judicial, amén las causas penales por usurpación que se seguirán tramitando en el fuero penal.
González fue acusado de violación e incumplimiento de sus deberes de funcionario público y fue exhonerado, lo que en la práctica, lo imposibilita a ejercer cualquier cargo público o en la magistratura.
González ya había sido acusado hace dos años en un caso que tomó trascendencia pública, cuando respaldó la usurpación de la Casa de la Mujer de Andresito, lo que motivó a un un grupo de vecinos a marchar para pedir su destitución.
González había intimado a un grupo de mujeres que estaba en la Casa a desalojar el lugar.
Ese lugar fue entregado en comodato hace más de 30 años por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional a la ONG Casa de la Mujer. Allí se realizaban diferentes actividades sociales y culturales.
En esa situación, como en la última denuncia del jueves pasado, asumió funciones que no tenía, ya que un desalojo debe ser ordenado por un juez civil o, en caso de intrusión, por un juez penal. El de Paz no tiene esa funciones.
Entre otras denuncias, también fue acusado de privación ilegítima de la libertad, prevaricato y la intervención en otros casos sobre los que no tenía competencia son otras de las denuncias que lo tienen como protagonista.
Este medio intentó comunicarse con el ahora ex juez de Paz, pero no respondió los llamados y en su oficina dijeron que había “tomado licencia”.
Criado en Andresito, González se mudó en la adolescencia a Buenos Aires adonde se formó académicamente y volvió al pueblo, donde después de unos años, se convirtió en el juez. Pero no hubo paz.

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