Torturó con un cable a su novia embarazada

La decisión de su novia de ponerle fin a la relación sentimental enfureció a un joven de 18 años, quien la agredió salvajemente durante tres horas. Cuando el agresor se retiró, ella corrió en busca de ayuda y la Policía lo aprehendió. Sucedió en Tucumán.

Estaba harta de los maltratos, por eso había tomado la decisión de ponerle fin a la relación. Pero su concubino no estaba dispuesto a dejarla escapar. Pese a que ella lleva un bebé en su vientre, la torturó sin piedad durante tres horas.

El violento episodio se produjo en La Cañada, una localidad cercana a Graneros, en el sur de la provincia de tucumán. En una vivienda precaria de ese lugar convivían una mujer de 29 años y su novio, de 18. Según comentaron fuentes policiales, la víctima tiene un embarazo de cinco meses y el agresor es el padre del bebé.

El sábado a la tarde, cuando ambos se encontraban en la vía pública, la mujer le comunicó su decisión de separarse. “Le dijo que estaba cansada de los maltratos que recibía y que se quería ir”, relataron las fuentes.

La reacción del joven fue engañosa. “Le respondió que bueno, que vayan hasta la casa para que él le devuelva todas sus cosas”, contaron las fuentes que intervinieron en el caso.

Pero todo era mentira. Al llegar a la vivienda, el joven comenzó a agredirla. Las fuentes precisaron que le propinó dos cachetadas, una trompada en la espalda y un rodillazo. Después agarró un cable y lo enrolló en el cuello de la mujer. “La ahogaba y la soltaba, la ahogaba y la soltaba. Así la tuvo durante unas tres horas”, describieron las fuentes.

Tras haberla agredido desde las 17 hasta alrededor de las 20, el joven se retiró de la casa y la víctima aprovechó para escapar. Las fuentes relataron que la mujer corrió a buscar a sus vecinos, quienes, al verla en ese estado, llamaron a la Policía.

De inmediato se acercó un móvil de la fuerza y los uniformados, a cargo del jefe de la Unidad Regional Sur, comisario Humberto Ruezgas, salieron en búsqueda del agresor.

Poco después, el joven fue encontrado en los alrededores y los policías lo llevaron esposado a la comisaría de Graneros. Cuando se le comunicó la situación al fiscal de Instrucción de la II° Nominación del Centro Judicial Monteros, Jorge Ariel Carrasco, ordenó que el acusado permaneciera aprehendido.

La víctima, por su parte, recibió atención médica y se confirmó que el embarazo no corría riesgo. Las fuentes que intervinieron señalaron que la mujer tenía marcas visibles en el cuello.

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