Los veinte años de la Feria Franca es un logro de los productores de toda la provincia

Hace 20 años, un 26 de julio, un pequeño grupo de técnicos y productores de la localidad de Oberá viajaron al Brasil y tomaron contacto con la Feria Regional de Hortigranjeros. Un mes después comenzó a funcionar la primer “Feria Franca” de Misiones, con siete productores, para diciembre ya se trabajaba en la organización de las de Leandro N. Alem y Aristóbulo del Valle. Hoy la provincia cuenta con 1.200 productores feriantes en 55 municipios y 85 puntos de ventas, consolidando un sistema económico social, de comercialización y reconocimiento a la mujer productora de la chacra misionera.

Eugenio Kasalaba, dirigente del Movimiento Agrario de Misiones (MAM), fue uno de los impulsores del fortalecimiento de la producción de alimentos en las chacras, buscando la diversificación para proveer al mercado local en pleno auge del neoliberalismo en la Argentina. En esos momentos el 80% de los alimentos que se consumían en Misiones provenían de otras provincias, principalmente de Buenos Aires. “Los 20 años de las Ferias Francas es un logro de todos los productores”, señaló el dirigente agrario y destacó que resultó ser “un contra modelo de lo que nos querían ofrecer, que era que dependamos de afuera”.

Kasalaba, rememorando los primeros años de la organización, comentó: “hubieron personas que aseguraban que todas las luchas se ganan asegurando la comida”. Así fue que el movimiento agrario trabajó para que los productores se quedaran en sus chacras, en la búsqueda de mejorar el autoconsumo y junto al Programa Social Agropecuario (PSA), el MAM, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) –a través del Programa Pro-Huerta, Unidad de Minifundio y Cambio Rural–, organismos provinciales, ONGs, cooperativas, iglesias, organizaciones y asociaciones locales de productores, dieron lugar a un proceso con implicancias diversas en lo productivo, económico y social

El trabajo de la mujer

“El 95 fue un año muy frío, muy complicado de sequía, y perdimos mucha producción, teníamos casi 50 productores, desde el municipio medio que se frenaba para que no haya peleas con los comerciantes”, recordó Kasalaba. En aquel entonces, por fotos se veían ferias de productos de otros países, en los que los productores vivían de vender dulces, pan y tenían una economía mucho más floreciente. “Creo que 20 años tiene un peso impresionante en la cuestión social, porque la gente que viene a comprar en la feria no es como comprar en el supermercado, sino que va a conversar”, aseguró el dirigente.

El nuevo escenario social y comercial puso en relevancia el trabajo que realiza la mujer en la chacra misionera. El 70% de los puestos de las ferias son atendidos por ellas que, además de haber enfrentado la crisis, supieron llevar adelante la economía del hogar cuando sus esposos no conseguían trabajo. “La feria franca es un modo de vida, con mucha alegría, ver a una madre con sus hijos y nietos que exhiben productos, es altamente gratificante porque nos asegura un porvenir, pero también que en algún momento cuando hubo que dar una vuelta de tuerca hubo generaciones que pudieron encontrar su modo de vida”, expresó el ministro del Agro y la Producción, José Luis Garay.

La ley provincial de las Ferias Francas destina más de cuatro millones de pesos anuales al sostenimiento  del sistema, por medio de la reglamentación se logró crear un registro de productores de la economía social y conocer en qué lugar están comercializando sus productos. Para el dirigente del MAM, se debe conseguir la aprobación del proyecto de Ley de Agricultura Familiar, “como para tener desde la ley un presupuesto, no solo de la feria, sino que todos tengan un fondo para seguir trabajando”. El nuevo proyecto busca identificar además las unidades productivas de los colonos misioneros, “con un registro para visibilizarlos, no solo atrás de las mesas sino también en las chacras”, explicó Kasalaba.

Volúmenes de producción

El gran desafío que enfrenta hoy la familia feriante es lograr grandes volúmenes de producción para abastecer a los mercados concentradores que se encuentran en construcción en Oberá, Eldorado y Puerto Rico. Además, en la visión del ministro del Agro y la Producción, se debe trabajar en la transparencia del sistema “no podemos engañar al consumidor, esto no se puede desvirtuar, sino serían dos cuestiones a traicionar, la incorporación de mercadería ajena, compitiendo deslealmente, y también al productor”.

Garay apuntó sobre el éxito del sistema “que en el 90 les permitió a los colonos salir de una situación caótica, pero en este modelo virtuoso, en el que toda la familia, incluido el joven, que será de la próxima generación de feriantes, seguirá siendo apoyado por el estado con aportes en el presupuesto”. Según Kasalaba, “si uno dimensiona en el tiempo, este Tercer Encuentro Nacional de Ferias Francas que estamos organizando significa todo”. Los próximos 26, 27 y 28 de junio, cerca de 3000 representantes de las más de 700 ferias que existen en todo el país, atenderán durante tres días más de mil mesas de exposición, en el Centro de Exposiciones y Eventos del Parque del Conocimiento.

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