Donación de médula ósea: “Una sola persona puede salvar a cinco”

Así lo indicó Alejandro Stahoski, coordinador general de Misioneros Hasta La Médula, a quien a los 18 años le detectaron un cáncer de sangre. Luego de pasar por varios tratamientos fue candidato a un primer trasplante de médula ósea. Fue el donante de sus propias células, donde se le hizo un cultivo que con ello se logró erradicar la enfermedad en un 95 por ciento. En una segunda instancia tuvo un donante externo, que fue su hermano, quien era cien por ciento compatible.


 

Alejandro aseguró que es una técnica sencilla la de donar sangre. Hay dos formas de realizar la donación: una es extrayendo de la cresta iliaca, que sí se hace bajo anestesia y en quirófano, pero a las 24 horas se vuelve al rito habitual de vida. La segunda, es la donación por aféresis, que se dona la médula ósea de la misma forma que se dona sangre.

El joven aseguró que hoy en día, con una donación de médula, se pueden curar más de 105 patologías, entre ellas están la mayoría del cáncer, linfomas, y muchas de esas enfermedades.

A sus 28 años, Alejandro puede decir que está un estadio de remisión completa. “Estoy muy bien, con los pies sobre la tierra, tras nueve años de tratamiento”, contó. En febrero todavía pasó por quimioterapias. Sin embargo, ya a mediados del año pasado llegó al estadio de remisión completa.

 

Están trabajando para ampliar el registro de donantes, al respecto Stahoski precisó que una de cada 40 mil personas es compatible, y al día de la fecha hay apenas 104 mil personas registradas.

Recordó que los interesados en registrarse como donantes, pueden acudir a El banco central de Sangre en el Parque de la Salud, de lunes a viernes de 7 a 19 toda la semana, al Samic de Oberá y en Eldorado. O en las campañas que se hacen, donde explican y registran a muchas personas.

En cuanto a los síntomas dijo que aparecen ganglios. Esos ganglios se inflaman en todo el organismo. A veces, como en su caso, no apareció ningún síntoma, ni dolor, ni fiebre, ni nada llamativo.

“No es fácil enfrentar el diagnostico de una enfermedad así, pero me apuntalé en la familia y los amigos y lo asimilé sorprendentemente rápido”, narró. Pasó incluso por terapia intensiva tras recibir el tratamiento de quimioterapia.

“La donación es sencilla e indolora. Es un pequeño gesto de amor y le salva la vida a más de una persona. Porque se aprovechan todos los componentes de sangre y una sola persona puede salvar a cinco”, señaló finalmente.


Alejandro Stahoski Radio Libertad

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