Madre pide justicia para su hija abusada sexualmente en Posadas

El martes 26 de agosto del año pasado, Gimena (23) dio a conocer la historia de su hija de siete años: denunció que el abuelo de la pequeña había abusado de ella. La joven madre incluso llevó adelante una manifestación frente al juzgado de Instrucción Seis. A las pocas horas, el acusado se presentó ante la Justicia y quedó detenido.
Esta semana, Gimena volvió a hablar, pero a través de las redes sociales. Muy molesta, contó que el acusado, que tiene 52 años, estuvo preso dos semanas y que luego recuperó la libertad. Dijo que le fijaron una fianza de 20 mil pesos, que el imputado abonó poniendo como garantía un auto.
La causa se tramita ahora en el juzgado de Instrucción Siete. “Fui miles de veces al juzgado a ver qué pasaba con la causa que no avanzaba y siempre tuve la misma respuesta: ‘Tenés que esperar’. Pero de tanto esperar dentro de una semana se va a cumplir un año de mi denuncia. Encima el hombre recuperó el auto a la semana de haberlo entregado no entiendo”, contó.
“Mi hija no fue la única víctima. Después de la denuncia que hice públicamente, muchas personas me escribieron. Una sobrina y una familiar de este hombre me confiaron que vivieron lo mismo desde chica, pero siempre se callaron. Les pedí que hicieran la denuncia, pero no quisieron porque hoy ya son madres y no quieren que esto se sepa”, añadió.
”Quiero justicia. Este hombre no puede seguir tan tranquilo. Mi hija hoy está bien, faltan días para su cumpleaños número 8 y está feliz porque se va a bautizar con su hermanita, a la que ama. Hoy en día dejó sus sesiones con el psicólogo, porque no quiso ir más. Admito que tuvo quiebres, es algo que nunca lo va a olvidar”, agregó Gimena sobre el estado de la víctima.
“Antes de contar lo que había pasado, ella iba mal en la escuela (repitió un grado incluso), se hacía pis y se portaba mal. Actualmente estoy orgullosa de mi pequeña: es la mejor alumna, tiene muy buenas notas y es una nena muy educada y obediente. Ella avanzó mucho después de contar todo lo que vivía los fines de semana cuando iba a visitar a sus abuelos paternos”, comparó la joven.
Finalmente Gimena admitió que fue blanco de amenazas luego de que hiciera pública su denuncia.
“Mi nena iba bastante seguido a la casa de los abuelos, desde que nos separamos. Ellos me habían pedido que la llevara los viernes y que se quedara hasta el domingo. Ella amaba a su abuela sobre todo. En una charla le confesó a la tía y a la abuela del corazón que ella tenía algo para contar, pero que tenía miedo, porque este hombre amenazó con pegarle si hablaba. Y no solo a ella, sino a mí también”, contó Gimena el año pasado. Hoy siente que está en el mismo lugar: pidiendo que el hecho no quede impune.

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