El Iprodha construyó la primera vivienda rural para colono discapacitado

 

El Programa de Vivienda Rural del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA) que ya lleva construidas más de mil trescientas viviendas en las chacras de 62 municipios misioneros a la fecha, ahora atendió a un matrimonio de colonos de la localidad de Montecarlo, cuyo jefe de familia presenta una discapacidad motriz, a consecuencia de un accidente laboral en la forestación.

 

Se trata de la pareja integrada por Marta Inés Berger y Juan Antonio Clausen, él es montecarlense de cuna, ella vino con sus padres a esta comuna a los cinco años desde la vecina Puerto Rico. Se conocieron de adolescentes y ahí empezaron a escribir su historia de amor. Aún muy jóvenes la vida los puso a prueba, la caída imprevista de un pino seco golpeó a Juan en la columna, dejando paralizado sus miembros inferiores. Marta, no dudó, abandonó sus estudios y se dedicó a cuidarlo, luego se casaron y hace un año llegaron juntos a una vivienda rural, con detalles adaptados para la comodidad de Juan.

 

La casa está emplazada sobre la Ruta 12 camino a Montecarlo, más precisamente en el Paraje conocido como Línea Chica. Es una de las cuatro viviendas construidas por el programa en su primera etapa en este municipio. Recientemente se firmó un convenio para iniciar seis más, correspondientes ya a una segunda etapa.

 

Respecto a la casa de los Clausen, el director de viviendas rurales del IPRODHA, Roberto Filippa, explicó que “el diseño de la vivienda se adaptó a él, ya que las puertas, el dormitorio y el baño fueron adecuadas para su fácil desplazamiento en silla de ruedas, lo que le permite manejarse en forma independiente”, señaló Filippa.

 

El relato de Juan y Marta en primera persona, es lo más referencial de lo que les tocó vivir y lo que significa este nuevo hogar en su cotidianidad, por lo que a continuación se transcribe sus testimonios.

 

 

 

 

 

Juan: Ahora hago alguna manualidad sobre madera, tornear una fuente o plato para hacer asado, y otras cosas en la mini carpintería que me arme. Antes trabajaba en el pinal donde tuve el accidente. Estábamos remolcando las plantas de pino que mi compañero iba tumbando, en un momento enganche una planta seca que estaba parada y se me vino sobre la columna y desde ahí quede en silla de ruedas. Estamos solos nosotros dos viviendo juntos acá nomás,  en una casa precaria, recién empezábamos, pensábamos que con trabajo íbamos a poder progresar y mejorarla y en eso me pasó lo del pino.

Por eso, esta casa significa un montón para nosotros,  porque la comodidad que tenemos hoy es todo lo que necesitaba, tengo la movilidad adentro sin problema, no me molesta nada, puedo andar tranquilamente, estamos muy contentos que nos pudo ayudar el IPRODHA con todos los materiales, la guía,  realmente eso nos facilitó mucho para poder tener nuestra propia casa y encima adaptada a mí…

 

Marta: Antes de casarnos yo estudiaba en la escuela técnica, estaba en sexto año, el se accidentó y yo abandoné los estudios  en el último año, me quedé con él, al año nos casamos. Ahora estamos 16 años ya casados… y bueno la peleamos todos los días, porque siempre hay algo para salir adelante y los proyectos que teníamos, seguimos teniendo. Esas ganas de seguir luchando tener nuestra casa, nuestra felicidad, mas allá de que hay un montón de cosas que nos ponen a prueba,  pero creo que con el cariño y el amor de compartir lo poco que tenemos se puede, se puede…

Nuestro día es levantarnos a las 6:00 o  seis  y media de la mañana, tomar nuestro mate. Él se queda haciendo sus cosas de torno ahí en la carpintería, yo arranco  todos los días atendiendo las gallinas,  la huerta, ir a mirar la mandioca, si hay que carpir…carpo, si hay que arrancar…arranco y así es mi día en todas las semanas.

 

Juan: Lo principal a la mañana es compartir el mate y bueno después cada uno hace sus cosas, lo  que tiene que hacer, yo me voy a la carpintería y  por ahí hago trabajos a pedido. Si tengo materiales para hacer, fabrico  otras cosas o sino hago lo que me piden nomás, siempre uno encuentra algo para hacer o inventar, uno siempre tiene que empezar a buscar cosas nuevas.

Siempre con fuerzas para salir adelante, estamos juntos y  uno le da fuerza al otro y la peleamos juntos.

 

 

Marta: hacemos la comida juntos por ahí, cocinamos, comemos, hacemos una siestita, después mate. Si está fresco un mate y si hace calor un tereré y a la tarde la misma rutina.

Mi casa para mi es mi palacio, es algo que uno anhelaba siempre, por ahí con propios recursos nunca lo hubiésemos logrado así que agradecidos infinitamente al IPRODHA, al gobierno, al municipio que nos ayudó y acá estamos felices.

 

GS.

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