Tiempo de descuento

La fecha de las elecciones fue una obsesión de la oposición desde antes de que termine el 2014. Reiterados reclamos de «certezas» y reglas de juego claras, surgieron de las voces de los referentes opositores. La urgencia obedecía a la necesidad de amalgamar la gran alianza con la que aspiraban a lograr un contundente respaldo de la sociedad.
Las elecciones se harán en octubre, junto a los comicios nacionales, una coincidencia que en realidad no debería haber sorprendido a nadie, ya que a fines del año pasado el gobernador Maurice Closs deslizó que esa iba a ser la fecha elegida. En medio de los reclamos opositores, Closs también había dicho que el Frente Renovador estaba preparado para competir en cualquier ocasión y, especialmente, para gobernar, sea cuando fuere la cita electoral.
El paso de los días confirma el pronóstico del Gobernador. La Renovación ya está lista para la competencia, con los principales candidatos dados a conocer y con la claridad de un proyecto que requiere de profundización, como bandera de campaña.
Cinco meses antes de las elecciones, en cambio, la oposición sigue dominada por la incertidumbre. Nadie sabe muy bien dónde está parado y la gran alianza imaginada, puede terminar siendo una suma de fragmentos inocuos.
No sólo se trata de posturas ideológicas a simple vista muy distintas, sino de una lucha de egolatrías que impide la cohesión necesaria para juntar a quienes piensan distinto.
La certeza reclamada contrasta con la indefinición de sus propios dirigentes, que no consiguen imponer condiciones en las dilatadas negociaciones para armar el frente.
En este escenario y faltando tan poco tiempo para elegir al nuevo gobernador, la Renovación saca enormes ventajas en la consolidación de su propuesta electoral. Ofrece profundizar lo que vino haciendo en los últimos doce años y plantea sus propios desafíos con las cuentas que quedaron pendientes. El vicegobernador Hugo Passalacqua y el candidato a ocupar ese cargo, el ministro de Salud, Oscar Herrera Ahuad, representan a dos de las prioridades que impuso el Gobierno en la gestión.
El primero pasó por Educación y fue quien reencausó la distante relación con el sector docente que hasta entonces era un actor político que generaba no pocos dolores de cabeza por sus justos reclamos salariales. La sintonía generada permitió poner después al alumno como centro de toda la discusión educativa, con resultados que hoy ubican a Misiones con indicadores positivos en inclusión, accesibilidad y calidad.
En otros tiempos, se había naturalizado el hecho de que prácticamente nada se podía hacer por los miles de jóvenes que quedaban fuera del sistema o por los pésimos índices de calidad que ubicaban a la provincia siempre en los extremos inferiores de cualquier ranking.
El segundo transformó la gestión de la salud con accesibilidad y concretó la idea de que cada pueblo tenga un servicio acorde a las necesidades de su población. Las millonarias inversiones que se han hecho en infraestructura, ratifican la idea del Gobierno de profundizar ese rumbo.
Herrera Ahuad sostuvo la necesidad de una continuidad institucional en un área tan sensible como la salud, donde los avances pueden rápidamente perder su efecto sin inversiones. Salud Pública asumió, junto a Derechos Humanos y Desarrollo Social, pero con el conjunto de todos los demás estamentos del Estado, la responsabilidad de llevar a buen puerto el programa Hambre Cero, que, a cinco años de su puesta en marcha, muestra sensibles adelantos, con la contención a más de once mil personas y la recuperación de la desnutrición de más de diez mil.
Bajo la batuta de Derechos Humanos, Salud Pública realiza el relevamiento y seguimiento de las condiciones de salud de los beneficiarios y ahora también se encarga del censo y atención a las comunidades guaraníes, en lo que significó una ampliación de derechos inédita en la historia.
Los chicos guaraníes de cero a dos años, son automáticamente incluidos en un programa de contención sociosanitaria que se desprende del Hambre Cero y ya son más de 500 los contenidos.
Más allá de las condiciones políticas y las cualidades personales de Passalacqua y Herrera Ahuad para convertirse en candidatos, la Renovación ofrece con ambos un símbolo de profundización del modelo político hasta ahora más extenso en la corta vida institucional de Misiones. El mensaje es ir por más, hacer más.
Ese será el concepto este viernes, cuando se presenten formalmente los candidatos a gobernador y vice y quienes encabezarán las listas legislativas, con Closs y el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, como emblemas.
La idea de continuidad se plasma en la reiteración de un acuerdo programático con el Frente para la Victoria, que ocupará el segundo lugar de la lista de diputados nacionales. Por estas horas, en Buenos Aires, se define el nombre de la mujer que ocupará ese lugar, que será elegida directamente por la presidenta Cristina Fernández.
La oposición asiste a esta estrategia mientras se debate entre uno u otro candidato para encolumnar a todos los sectores. Difícil tarea que, algunos anticipan, va rumbo al fracaso. Desde distintos partidos endilgan al radicalismo el enpantanamiento de las negociaciones. Es que desde un primer momento, la UCR impuso a Gustavo González como inamovible en la lista principal y los espacios restantes para repartir no alcanzan para tantos aspirantes. Y el propio radicalismo debe dejar conformes a los dirigentes que fueron electos el año pasado como candidatos. Son varios los que no están dispuestos a resignar sus espacios para abrirle la puerta a otros partidos. También es clave la boleta de diputados nacionales, donde el presidente del partido, Hernán Damiani, quiere estar si o si. El PRO de Schiavoni, Trabajo y Progreso, de Claudio Wipplinger, y el partido Agrario, de Héctor «Cacho» Bárbaro advierten que en el radicalismo deben ser más «generosos» si quieren que prospere el acuerdo.
Es tan tirante la situación que no sorprendió que Mauricio Macri haya mencionado a Alfredo Schiavoni como su candidato a gobernador en Misiones. Si alguien esperaba un gesto más complaciente del ex presidente de Boca, su asesor Jaime Durán Barba le recomienda «despegarse» del radicalismo y de la pitonisa Lilita Carrió.
En el otro rincón, Wipplinger aseguró que siempre queda la opción de seguir en soledad o en un frente más pequeño, que no lo obligue a perder identidad. Cuestionó por igual a la UCR y al PRO por pretender imponer condiciones cuando ni uno ni otro tienen la garantía de los votos que prometen. Bárbaro también duda de sus aliados radicales y del PRO.
“El PRO no dice claramente qué quiere, si quieren el frente o no quieren el frente. Si quiere estar en la fórmula que vaya en la fórmula, pero yo si no estoy en la fórmula no voy, eso está claro”, advirtió.
La idea de fondo de Bárbaro es armar un partido provincial que exceda el corto plazo impuesto por octubre.
Mientras el tiempo se diluye entre emisarios que imponen condiciones y negociaciones que se extienden hasta el alba, no aparece un proyecto común que sirva como plataforma. Hasta ahora, más allá de pensamientos en voz alta, no hay un programa de Gobierno que se pueda ofrecer como alternativa.
Peor aún, algunas expresiones individuales, piensan al Estado como existía hace 20 años, vetusto e inactivo y no en acción e inclusivo como ahora.
Entre las preocupaciones compartidas por los diversos espacios de la oposición aparecen «reducir el gasto» o, políticamente correcto, «hacerlo más eficiente», bajar impuestos para que las empresas generen empleo y haya derrame y «achicar» la política.
Con una claridad meridiana, Closs desarma esos argumentos revelando que detrás se esconden mecanismos de ajuste que nadie se anima a contar abiertamente.
«Siempre es posible bajar impuestos, pero los candidatos también tienen que contar que gastos dejarán de hacer. Se puede bajar impuestos sin pagar la Asignación Universal, o si subís la luz 800 por ciento, como indica el atraso tarifario. Pero hay que contar las dos cosas», inquirió en el cierre de la reunión de la Comisión Federal de Impuestos, que sesionó en Puerto Iguazú.
«Deben explicar cómo harán para compensar la caída de recursos para sostener las inversiones. Los políticos que son candidatos y quieren encantar a la sociedad, solo dicen una parte, no la que van a ajustar, porque es imposible. Es como en tu casa. Si tenés ingresos por diez mil pesos y de pronto recibís dos mil menos, no se puede gastar lo mismo, porque va a durar nada. Que expliquen que parte de asignación de recursos van a ahorrar, porque decir que basta con ser “más eficientes” es macana”, puntualizó.
La posición de Closs se sustenta en los hechos de la historia reciente. Las políticas de ajuste sólo contrajeron la economía y la benevolencia fiscal con los sectores concentrados de la economía no se tradujo en mayor empleo ni distribución de la riqueza. El modelo neoliberal que sustenta esas ideas, terminó en la explosión de la pobreza y el desempleo y en una tremenda crisis política.
Los candidatos de la oposición prometen mejor clima de negocios a empresarios a los que tientan para sumar respaldos a sus aspiraciones y realizan superficiales denuncias que desnudan un desprecio a la política.
En la Cámara de Diputados pudo apreciarse en la última sesión un poco de la confusión que sobrevuela a los distintos espacios opositores.
El radical Germán Bordón hizo una extensa argumentación en contra de uno de los mecanismos legislativos que sirve para reconocer trayectorias o distintas iniciativas de la sociedad.
No vale la pena perder el tiempo en beneplácitos cuando hay «cosas más importantes» que debatir, concluyó.
También cuestionó el ejercicio del poder en distintos pueblos, por parte de familias que dominan la vida institucional de sus municipios.
Las respuestas no tardaron en llegar desde prácticamente todos los sectores. Desde la Renovación, la diputada Claudia Gauto le respondió que «ser hijo de» no es impedimento para ocupar un cargo público, siempre y cuando cumpla con los requisitos legales. Otros diputados opinaron en el mismo sentido.
Pero la respuesta más dura provino de Hugo Escalada, expulsado de la UCR por no avalar la alianza con el macrismo.
“Nuestro partido ya no es eje de las discusiones políticas. Todavía tiene un Tribunal de Disciplina que se parece mucho a la época de la Inquisición. Si no pensás igual, te expulsan. Se habla mucho de ética, pero poco de política. Será por eso que estamos lejos del poder”, apuntó.
Escalada recordó que «en democracia hay mayorías y minorías y mientras la UCR cuestiona las decisiones de la mayoría, sí aplica sanciones impuestas por la mayoría interna. Se rasgan las vestiduras y piden que se cumpla lo que ellos no cumplen. La ética hay que demostrarla».
También cuestionó el desdén con el que su ex compañero de bancada se refería a los pueblos del interior. «Si el pueblo determina sus conducciones, hay que respetarlas. ¿O no creemos en la autodeterminación de los pueblos?», criticó.
La misma nebulosa en la que está inmersa la oposición misionera, se puede apreciar en el ámbito nacional.
A meses de la elección del nuevo presidente, resurgió la preocupación por los minutos de cadena nacional de la presidenta Cristina Fernández.
No se habla de su mensaje, sino de la posibilidad de emitirlos sin cortapisas ni ediciones de los medios dominantes.
El objetivo de fondo es evitar que se muestren los resultados de gestión o indicadores que desmienten constantemente las tapas de los principales diarios y que retroalimentan los discursos encendidos de candidatos de la oposición.
Es que haga lo que haga el Gobierno, o muestre lo que muestre, en los medios no se refleja ninguna de sus actividades o se limita su publicación a pequeños espacios que tengan que ver con lo institucional. Sin ir más lejos, la inauguración del Centro Cultural Néstor Kirchner, que es uno de los más grandes de Latinoamérica, no mereció la tapa de casi ningún diario.
Como en Misiones, todavía no se sabe qué sucederá con el espacio opositor nacional que tiene a Mauricio Macri como protagonista central con la estructura radical como base territorial.
En un tercer plano, Sergio Massa protagoniza una saga que por estas horas tiene mucho de desesperación. Sabiéndose fuera de una pelea siquiera para entrar al ballotage, clama por sumarse a la alianza macrista con la idea de no desaparecer de escena. Malena fue la emisaria ante la mesa chica de Macri y con un pragmatismo mayor que la confianza en su marido, aseguró que “la oposición tiene que unirse para que se termine el kirchnerismo”, lanzó.
Después de semejante muestra de amor, el propio Massa reconoció que el candidato del oficialismo puede ganar en primera vuelta si no hay una gran alianza opositora.
Macri desdeña la oferta y asegura que está en condiciones de imponerse liderando su frente chico con el radicalismo. Ni siquiera aceptaría que Massa sea su candidato a gobernador de Buenos Aires. Lo considera parte de la estructura que promete desterrar.
“El PJ gobernó el país los últimos 25 años en forma casi ininterrumpida y son los dueños de las promesas incumplidas. Tiene que haber una renovación de verdad. El verdadero cambio se produce cuando cambian los valores y las personas”, apuntó durante su breve paso por Posadas el último jueves, donde el intendente porteño evitó salirse del libreto.
Macri fue a tomar mate con una maestra de Oberá, Angélica y Oscar, su marido porteño, quienes lo invitaron por Facebook y después cenó con un grupo de empresarios y dirigentes que pagaron 5.000 pesos el plato.
Dejó pocas definiciones políticas y en general, repitió su libreto de hablar poco de temas concretos. “La gente está harta, de que le prometan y no le cumplan”, repitió. Después, para contrarrestar las críticas de los obispos a la farandulización de la política, desplegó su humor.
“Voy a poner una academia de baile cuando termine con la política, mi baile por todo el país y la región”, se rió, después de su paso por el programa de Marcelo Tinelli. Después, más serio dijo: “Con alegría, vamos a producir un cambio a partir del 10 de diciembre que le va a generar una oportunidad de progreso a todos los argentinos”.
Lo más picante que dejó fue su visión sobre la interna de Boca Juniors, que tiene en jaque a su delfín Daniel Angelici después del escándalo por las agresiones a los jugadores de River.
“Hubo una mano perversa seguro, esto no fue producto de solamente estupidez, prepotencia, violencia. Esto fue premeditado, ese grupo de personas fue con la idea de interrumpir el espectáculo, hay que ver si fue de la agrupación de Roberto Digon y lo que se viene comentando que son viejos militantes de la política de Boca, del kirchnerismo y que están tras una elección que van a hacer este año en el club y también en la política nacional. Queda claro que no fue un hecho improvisado, fue premeditado, inocente no fue”, dijo Macri.
Antes de despedirse prometió que mantendrá las “cosas buenas que hizo el gobierno, como la Asignación Universal por Hijo y el incremento del presupuesto a la Educación”.
El kirchnerismo encuentra en Macri el enemigo ideal, porque representa todo aquello que se pretendió desterrar en los últimos doce años. A diferencia de otros candidatos, no esconde sus ideas y por eso mismo, sirve para polarizar con el kirchnerismo.
Al propio Macri le sirve el juego, ya que lo posiciona como el mejor rival ante Daniel Scioli o Florencio Randazzo, los dos candidatos sobrevivientes del kirchnerismo de cara a las Primarias.
Los dos aspirantes K venían realizando una campaña bastante tranquila, pero la calma se rompió por una desafortunada frase del ministro del Interior que fue utilizada para crispar los ánimos con el gobernador bonaerense, que perdió un brazo cuando competía en motonáutica.
De todos modos, nadie espera que las diferencias se ahonden, ya que ambos saben que el Frente para la Victoria tiene todas las de ganar.
La presidenta Cristina Fernández encara la última etapa de su mandato con la certeza de que sigue siendo la gran electora y que el Gobierno es el que marca la agenda política.
Los festejos de este 25 de Mayo apuestan a ser similares a los del Bicentenario, con una gran movilización para la celebración oficial que se hará en Buenos Aires con participantes de todo el país.
Será una buena ocasión para medir el pulso de la sociedad en la previa del momento político que se avecina. Los festejos del Bicentenario anticiparon un rotundo triunfo de la Presidenta en su reelección. El sentido de patria recuperada dominó aquel momento. Este 25 de Mayo puede servir para una reflexión similar.

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