La difícil tarea de desendeudarse

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Escribe Adolfo Safrán, secretario de Hacienda de Misiones

Misiones es una de las provincias que más se desendeudó en los últimos años. No resultó una tarea sencilla y fue la conjunción de diversos factores, no casuales, sí causales, que operaron sinérgicamente para producir este proceso de librar a los misioneros de una pesada carga que hace doce años atrás parecía imposible de resolver.

La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner elogió este esfuerzo de todos los misioneros en oportunidad de suscribir el nuevo convenio de desendeudamiento con el gobernador Maurice Closs el pasado 12 de mayo y hablar en esa oportunidad ante cadena nacional.

Veamos algunos datos que corroboran aquella afirmación:
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Este cuadro es elocuente: en el año 2003 la deuda pública financiera total era de $2.329 millones y el presupuesto anual ejecutado de la provincia era de $1.267 MM, o sea se necesitaba 1,8 presupuestos anuales para pagar la deuda. Para el año 2007, la relación era de $3.591 MM versus $3.573 MM o sea se precisaba 0,90 veces de un presupuesto anual para pagar esa deuda, mientras que para el año 2015 se estima que la deuda rondará los $3.630 MM frente a un presupuesto anual de $33.137 MM, es decir, la deuda apenas llegará al 11% del presupuesto anual.

Para compararlo con un ejemplo doméstico: es similar a un caso en el que una familia en el año 2003 tuviera ingresos anuales por $10.000 y adeudara $20.000 en créditos bancarios, o sea una deuda muy “pesada” para esa familia, para el año 2007 esa misma familia debía $31.000 en los bancos pero en el año tenía ingresos por $35.000, ya la situación era más holgada; finalmente en el año 2015 esa familia tiene deudas por $31.000 y sus ingresos anuales son ahora de $300.000, sin duda, la carga de la deuda se fue diluyendo en todos esos años.

En términos nominales la deuda provincial subió (después explicaremos la causa de ello), dado que pasó de $2.329 MM en 2003 a $3.215 MM en 2007 y a $3.630 MM para 2015, pero sin duda alguna los $3.630 MM actuales representan mucho menos que los $2.329 MM del año 2003 por el proceso inflacionario que transcurrió en la economía argentina, es por eso que recurrimos a este mecanismo de comparación con una variable objetiva (real y no nominal como la moneda) como puede ser el presupuesto ejecutado del Gobierno Provincial.

En el año 2007, se necesitaba 36 masas salariales mensuales de la Administración Pública para “pagar” la deuda y para este año se precisarán solamente 4 masas salariales mensuales…

El siguiente cuadro también es muy claro en cuanto nos permite identificar las restricciones que producen, el deber de afrontar los compromisos de la deuda:

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Por el importante endeudamiento que fue asumiendo el Gobierno Provincial entre los años 1995 y 1999, a medida que pasaban los primeros años, sumado a la crisis de la salida de la convertibilidad lo que significó el incremento de las deudas asumidas en moneda extranjera como en nuestro caso, los servicios de la deuda (amortización del capital más el pago de intereses) llegó a representar valores muy importantes: En el año 2001, significaron el 23,7% del presupuesto provincial, más de lo que se destina al área de Salud Pública en la actualidad o a Desarrollo Social (que en ambos casos ronda el 15% de cada uno de ellos), en el año con menor impacto fue en 2003 con el 5,9% del presupuesto, alcanzando un nuevo “pico” del 12,4% en el año 2006. Destinar recursos para los servicios de la deuda significa resignarlos para otras áreas (salud, educación, salarios, obra pública, desarrollo social, etc). Obsérvese que desde el año 2011 a la fecha el “peso” de los servicios de la deuda no llegaron al 1% del Presupuesto provincial, y la principal causa aquí ha sido la prórroga continua de los vencimientos de la deuda que la Nación suscribió con las Provincias como ocurrió el pasado 12 de mayo.

En el año 2001 se pagaron el equivalente a moneda de hoy por $300 MM mensuales de servicios de la deuda, en el año 2009 fueron de $180 MM mensuales y en el corriente año se pagan no más de $6 MM mensuales. Si el próximo presidente decidiera no seguir refinanciando la deuda como lo viene haciendo desde el año 2010 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el próximo gobernador solamente deberá pagar por la cuota de refinanciamiento de la deuda no más de $28 MM mensuales. Es evidente, que la provincia se ha desendeudado fuertemente en estos últimos doce años.

Composición de la deuda: Los siguientes gráficos exponen como toda la deuda se “pesificó” cuando su moneda original de emisión había sido en dólares estadounidenses (lo cual es saludable porque evitamos las pérdidas por diferencias de cambio ante cada devaluación) y el cambio de acreedor, constituyendo en la actualidad el principal acreedor el Gobierno Nacional 93% en vez de lo que ocurría en 1999 en que los principales acreedores eran los tenedores de Bonos provinciales 32% (CEMIS, Junior y Senior) y los Bancos comerciales 42%.

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¿Cuáles fueron las causas? Las podemos enumerar en:

Los sucesivos programas de financiamiento que otorgó el Gobierno Nacional desde el año 2003 en adelante. Aquí debemos señalar dos medidas de importancia: I) en los años 2002/2003 durante la gestión del entonces gobernador Ing. Carlos Rovira para lograr ante la Nación la pesificación de la deuda que se encontraba en dólares a través de la ley de emergencia económica y las medidas para que sea el Gobierno Nacional quien asuma la función de principal acreedor de las provincias. II) En el año 2010, y por gestiones del Gobernador Maurice Closs, cambiar la forma de actualización de la deuda con la Nación dejando de aplicar el CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia) que implicaba una indexación de la deuda a una tasa no menor del 10% anual a lo que debía aplicarse una tasa del 4% anual, por una única y módica tasa de interés del 6% anual. Y a esto se suma que entre los años 2010 y 2015 se recibieron de la Nación $1.511 MM en concepto de Anticipos del Tesoro Nacional (ATN) en cuatro oportunidades para aplicarlos a reducir el stock de la deuda. En este sentido, ha sido la aplicación del CER entre los años 2003 al 2010 que la deuda nominalmente registró algún incremento como lo indicaba en los primeros párrafos, aunque quedó demostrado que en términos reales bajó sustancialmente.
Una Administración Provincial Ordenada: En los últimos doce años el Gobierno Provincial no ha tomado nuevas deudas o emitido nuevos Bonos Provinciales. Ejecutar el presupuesto con recursos propios ha sido una constante de los últimos años que permitió “vivir sin tomar deudas”. Si se hubieran tomado deudas como ocurrió en la década del ’90 para pagar sueldos o a proveedores, sin dudas el stock de deuda financiera hoy sería muchísimo mayor y no se habría producido el “desendeudamiento”.
Una política fiscal propia: La recaudación de tributos provinciales, constituye un pilar de la administración ordenada, en el que el esfuerzo de los contribuyentes permite asegurar los recursos que hoy la provincia recibe escasamente por un régimen de coparticipación que no es equitativo con Misiones: Nuestra provincia recibe de coparticipación federal de impuestos un 30% menos per cápita que Chaco, y la mitad que Formosa, a pesar que es la provincia con mayor cantidad de habitantes del NEA.
Crecimiento económico: Nuestra provincia creció por encima de la media nacional, no ha sido casualidad, pues la importante cantidad de obras públicas y programas de desarrollo de la economía constituyeron las bases sólidas para la proliferación del sector privado que hoy percibe que en Misiones es más factible y conveniente radicarse por la provisión de energía, los accesos asfaltados y caminos, los servicios sociales para su personal (centros de salud, escuelas), etc. El crecimiento económico permite que el presupuesto provincial también registre aumentos importantes, por ejemplo que se hubiera multiplicado por diez veces en los últimos 8 años.
La inflación: sabido es que los procesos inflacionarios suelen ser en algunas ocasiones favorables para los deudores, es por eso que desde el año 2010 al reducirse al 6% anual la tasa de actualización de la deuda con el Gobierno Nacional y más allá de los ATN percibidos por un total de $1.511 MM para menguarla, ésta en términos reales se ha reducido sustancialmente: una deuda que se actualiza al 6% frente a una economía que creció entre el 6-10% anual más una tasa de inflación que no fue inferior al 18% anual. Si bien es un factor que ayudó al proceso, no es el principal: de no haberse cumplido con los cuatro factores precedentes el desendeudamiento no se habría producido.

Esta discusión la tuve días atrás con un amigo que me porfiaba que refinanciar una deuda sin pagarla provoca que se incremente pues “se patea el problema hacia adelante”, pero rotundamente no es así, dado que una deuda que se actualiza al 6% anual frente a un contexto económico de crecimiento e inflación con tasas superiores y sin tomar nuevas deudas, terminará reduciéndola en términos reales (Deuda versus Producto Bruto, Deuda versus masas salariales, Deuda versus Presupuestos Ejecutados siempre exhibirán una relación decreciente con el tiempo).

No es un tema menor, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su discurso de apertura de sesiones ordinarias también comenzó a hablar de los logros del desendeudamiento de la Nación, un hecho que hace 12 años atrás parecía una utopía.

En todo momento que el gobernante se endeude o se desendeude, la sociedad no se dará cuenta. Los ciudadanos ven las obras y los programas. La deuda o el desendeudamiento “no se percibe”. Mauricio Macri cuadruplicó la deuda de la ciudad de Buenos Aires en su gestión, pero seguramente el habitante de esa jurisdicción recién se dará cuenta del problema cuando el presupuesto de la Ciudad deba ser “ajustado” para hacer frente a los servicios de la deuda, mientras tanto será problema de otros…

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