¿Por qué un músico que murió hace 35 años es tendencia en Twitter?

Ian Curtis puede no ser tan famoso para muchísimas personas en todo el mundo, pero está claro que fue una leyenda de la música no solo por haber formado parte de una de las más importantes bandas que tuvo Gran Bretaña, Joy Division, sino también por la poesía que escribía y la manera en la que se suicidó, colgándose en la cocina de su hogar. Este lunes se cumplen 35 años de su muerte.

Curtis era fanático de Bowie, Lou Reed e Iggy Pop. De ese lado llegó el amor que tenía por la música.  También era seguidor de Kafka. De ahí llegó el amor que tenía por la literatura.

Las canciones que escribió eran exactamente como él: oscuras, profundas y tristes.

La mujer de Curtis, Deborah, escribió una biografía oficial que fue llevada al cine por el director Anton Corbijn y que protagonizó el actor Sam Riley, que tiene un gran parecido con Curtis y que interpretó de una manera excepcional.

Curtis tenía una manera muy particular de presentarse sobre los escenarios. Bailaba de manera espástica, como si tuviera epilepsia -enfermedad que, casualmente, padecía-. Sufría tanto haciendo sus shows que decidió dejar de realizar presentaciones en varias oportunidades.

La epilepsia que sufría lo llevó a deprimirse profundamente, hacerse adicto a fármacos y ser socialmente inadaptado. Todos esos problemas lo arrastraron a ahorcarse en la cocina de su casa.

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