Los casos de dengue en la Argentina se redujeron un 40% durante los primeros cuatro meses del año

Los casos de dengue en la Argentina se redujeron un 40% durante los primeros cuatro meses del año. La cifra es con respecto del mismo período de 2014, según informó el Ministerio de Salud de la Nación en base a datos del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud (SNVS).
Durante el primer cuatrimestre de 2015, período en el que existen mayores probabilidades de que se produzca la circulación viral de la enfermedad, se notificaron 223 casos de dengue, mientras que en el mismo período de 2014 los casos habían sido 372.
La reducción aumenta hasta un 85,64 por ciento si se comparan los casos registrados entre comienzos de enero y fines de abril con los del primer cuatrimestre de 2010, cuando se notificaron 1.554 casos.
El ministro de Salud, Daniel Gollan, señaló que “el descenso del número de casos es fruto del esfuerzo conjunto del Estado en sus tres niveles y la comunidad, porque el trabajo preventivo para que el dengue no sea una preocupación se juega en el territorio, junto a la gente”.
En ese sentido, Gollan convocó a la población “a sostener durante todo el año los trabajos de descacharrado, para evitar así las probabilidades de reproducción del mosquito vector de la enfermedad, sobre todo frente el escenario de cambio climático global que extiende las altas temperaturas más allá del verano en vastas regiones del país”.
“El calentamiento global favorece la adaptación biológica del mosquito, extendiendo su presencia más allá del período estival en el que tradicionalmente se lo encontraba», precisó el ministro, y sostuvo que «por eso no debe tener respiro a lo largo de todo al año la estrategia de descacharrar para evitar que objetos capaces de acumular agua puedan actuar como criaderos”.
Tras los 1.554 casos de dengue registrados en el primer cuatrimestre de 2010, el número bajó a 240 y a 226 en el mismo lapso de 2011 y 2012, respectivamente, mientras que en los primeros cuatro meses de 2013 hubo un pico de 2.315 casos y luego descendieron nuevamente a 372 en el mismo período de 2014 y a 223 en 2015, siempre según datos del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud.
De estos úLtimos 223 casos, 154 se registraron en Córdoba, 37 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 17 en la provincia de Buenos Aires y ocho en Santa Fe, mientras que Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Salta, San Juan, San Luis y Tucumán, registraron sólo uno cada una.
Asimismo, la cartera sanitaria indicó que en la Argentina no se registraron casos autóctonos de Fiebre Chikunguña, transmitida por la picadura del mismo mosquito -Aedes aegypti-, que comenzó a circular hacia finales de 2013 en la región del Caribe y se extendió de forma progresiva por el continente, en brotes que afectaron a países como Brasil, Bolivia y Paraguay.
En este último país limítrofe se notificaron hasta el 25 de abril 3.036 casos de dengue, mientras que en Brasil la enfermedad contabilizó 745.957 casos hasta el 18 de abril, según reportes de organismos oficiales de esos países.
«Desde la reintroducción del virus del dengue en 1997-98, la problemática avanzó sobre la geografía del país presentándose en forma de brotes esporádicos relacionados con la situación epidemiológica de otros países y restringido a los meses de mayor temperatura», informó la cartera sanitaria en un comunicado.
El dengue es una enfermedad viral que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti -especie que se caracteriza por sus marcas blancas- cuando el insecto se alimenta con sangre de una persona con dengue y luego pica a otras.
El contagio sólo se produce a través de la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra ni a través de objetos o de la leche materna. Sin embargo, aunque es poco común, las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.
Desde el Ministerio informaron que la mejor forma de prevenir el dengue es eliminar todos los criaderos de mosquitos, es decir, todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores.
Si se trata de recipientes que están en uso, como baldes, palanganas y tambores, hay que darlos vuelta para que no acumulen agua.
También se debe retirar el agua de los portamacetas y cambiar frecuentemente la de los bebederos. Además se puede prevenir la picadura del insecto con mosquiteros en las ventanas y en puertas de las viviendas y mediante el uso de repelentes con aplicaciones en la piel expuesta cada tres horas.

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