La política de Conmebol en la historia: jugar hasta las últimas consecuencias

En otras noches bochornosas, eligió evitar suspensiones; antecedentes en América del Sur y en el resto del mundo. El fútbol sudamericano tiene antecedentes varios de agresiones. Hay casos de partidos suspendidos, pero mayormente la política que tiene la Conmebol es no detener el juego.

Hay dos casos relativamente recientes que son ejemplos.

El primero es el de Independiente en la Copa Sudamericana de 2010. Por los octavos de final, el conjunto de Avellaneda se enfrentaba con Defensor Sporting. Desde la tribuna de los Rojos, un proyectil impactó en la cabeza de Martín Silva, el arquero uruguayo, antes de comenzar el segundo tiempo. El árbitro brasileño Wilson Seneme permitió insólitamente que el partido continuara en el estadio Libertadores de América. Independiente ganó 3-1 y siguió adelante. Fue campeón de aquella Copa.

El más reciente es el de la final de la Sudamericana 2012, entre Tigre y San Pablo. En el partido de vuelta, en Brasil, los jugadores argentinos fueron agredidos por la policía local y hasta amenazados con armas de fuego en el vestuario del Morumbí. El equipo brasileño ganaba 2-0 y sus jugadores salieron a la cancha normalmente para empezar el partido.

El conjunto argentino, dirigido por Néstor Gorositodecidió no salir al segundo tiempo. Tras esperar media hora, el árbitro chileno Enrique Osses suspendió el partido y la Conmebol  decretó la victoria de San Pablo que festejó ese mismo día en la cancha; meses después, ambos clubes recibieron sanciones económicas de 100.000 dólares.

¿Qué ocurre a nivel internacional? El 14 de octubre de 2014, el partido entre Serbia y Albania, por las eliminatorias de la Eurocopa, fue suspendido en el minuto 41, tras la aparición de un drone  que sobrevoló el estadio con la bandera de la Gran Albania y que derivó en una pelea entre jugadores de ambos países, lanzamiento de pirotecnia y un intento de invasión del campo por parte de los hinchas serbios.

Los albanos se retiraron y la UEFA no dudó: le dio por ganado el partido a Serbia por 3-0 pero sin sumar puntos. Le impuso , la obligación de jugar dos partidos a puerta cerrada, y multas de 100.000 euros para ambas federaciones.

Pero la Libertadores tiene una larga lista de escándalos, muchos en la Bombonera. El estadio xeneize ocupa un triste lugar de privilegio en la nómina de lugares propicios a incidentes coperos. El más cercano fue el 30 de abril de 2008, cuando jugaban Boca y Cruzeiro. A un minuto del final, el línea Pablo Fandiño fue herido con cubitos de hielo que le arrojaron desde los palcos; por esa acción, la Bombonera fue suspendida durante 30 días para partidos internacionales, y el club fue sancionado con 20.000 dólares de multa.

Un poco más atrás, el 14 de junio de 2005, el match entre Boca y Chivas se suspendió a los 34 minutos del segundo tiempo. Tras el 4-0 en México, el local no logró revertirlo y hubo un escándalo con Bofo Bautista. La Conmebol sancionó a la Bombonera y a Martín Palermo (expulsado) por tres fechas. El ex técnico del equipo, Jorge Chino Benítez, recibió cuatro partidos de suspensión y fue multado en 20.000 dólares por salivar a Bautista. Otro escándalo histórico fue el que protagonizaron Boca y Sporting Cristal en la Libertadores de 1971, con una gresca generalizada que incluyó 19 jugadores expulsados; varios fueron detenidos y liberados horas después.

Más allá de los clubes argentinos también abundan los escándalos. Hay un episodio recordado se produjo en el estadio Azteca en los octavos de final de la Libertadores 2004 y que, por la agresión a jugadores visitantes, puede ser comparable con lo que ocurrió anoche. Hinchas de América invadieron la cancha y agredieron a los jugadores de Sao Caetano. La Conmebol le impuso a América una multa de 50.000 dólares, la prohibición para jugar en el Azteca por tres fechas y un año de suspensión para Cuauhtémoc Blanco, considerado principal responsable de los incidentes..

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