Así lo aseveró Alejandro Acosta, Oficial de Política Ganadera en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma, quien se refirió a la agenda global para la ganadería sostenible y marcó las perspectivas futuras para el desarrollo rural y agroforestal de América Latina. En la entrevista con Argentinaforestal.com enumeró las oportunidades de crecimiento y desafíos para los pequeños productores de la región NEA frente a la adopción de sistemas silvopastoriles como motor de desarrollo local y con metas de sostenibilidad global.
“La adopción de sistemas silvopastoriles es una herramienta para los pequeños productores que les permite incrementar la fertilidad del suelo; y por otro lado, hacer un uso más eficiente del recurso tierra a través del incremento en la biomasa, lo que se traduce -eventualmente- en un aumento de la capacidad de carga de las explotaciones, en mayor número de animales, mayor cantidad de carne o de leche por hectárea, y demás. Pero el tercer desafío y uno de los principales retos, se traduce en que puedan lograr en el mercado un nivel diferencial de precio por el producto”, explicó Acosta.
La Agenda Global de Ganadería Sostenible es una plataforma de múltiples actores creada en 2010 con la coordinación de la FAO, que trabaja a nivel mundial para facilitar el diálogo en asuntos que afectan tanto a productores, comercializadores y consumidores de productos agropecuarios, como a las sociedades donde los distintos actores operan.
En el Congreso Latinoamericano de Sistemas Agroforestales organizado la semana pasada por el INTA en la ciudad de Puerto Iguazú, Acosta focalizo su conferencia en tres mensajes principales : en primer lugar, sostuvo que “estos sistemas se presentan como una oportunidad de aprovechar un crecimiento económico a nivel global, que estará muy relacionado con el sector ganadero. Por otra parte, es una oportunidad que tendrán los países para canalizar este crecimiento, que a su vez, se entiende que les permitirá en el proceso contribuir a nivel país a lograr metas globales, como puede ser la agenda de desarrollo sostenible”, dijo.
Y en tercer lugar, enfatizó en que “lograr estos logros no dependerá de un actor de manera individual, sino del trabajo en conjunto de un grupo de actores, de una plantaforma multi-actores, y que es tal vez la plataforma que engloba este esfuerzo”.
En el NEA los sistemas foresto-ganaderos o silvopastoriles están en crecimiento y son una alternativa productiva. ¿Para la FAO las perspectivas de actividad se presenta como la de mayor oportunidad para el desarrollo en el futuro para los pequeños productores?
Los pequeños productores constituyen los principales motores de desarrollo de los países latinoamericanos, en especial para los territorios rurales. En ese sentido, el poder incrementar su nivel de bienestar se traduce en poder incrementar la productividad marginal de su mano de obra. Esto quiere decir, herramientas que les permitan obtener un mayor nivel de producto por el nivel de insumos de los factores domésticos de producción que utilizan tales como la tierra, capital, mano de obra, etcétera, sin ser diferentes tecnologías que pueden ayudar a incrementar esa mano de obra, nivel de ingreso y bienestar.
Una de estas herramientas es la adopción de sistemas silvopastoriles, ya que les permite -por un lado- incrementar la fertilidad del suelo (facilitando la fijación de nitrógeno, reduciendo el uso de insumos para la utilización de un producto); y por otro lado, permite hacer un uso más eficiente del recurso tierra a través del incremento en la biomasa, lo que se traduce -eventualmente- en un aumento de la capacidad de carga de las explotaciones, en mayor número de animales, mayor cantidad de carne o de leche por hectárea, y demás.
Otro desafío, y uno de los principales retos de estos procesos, es que se puede lograr un nivel diferencial de precio por el producto.
La adopción de los sistemas silvopastoriles, mas allá de que es una practica que esta en línea con las visiones de sostenibilidad en el uso de los recursos económicos y ambientales para la producción de alimentos, genera bienestares sociales que están asociados a intereses de consumidores interesados en poder percibir un producto diferencial. Es allí, en el pago diferencial de algunos de estos productos, que se encuentra el principal reto para los sistemas silvopastoriles.
¿Cuáles son los retos que hasta ahora han marcado la agenda?
En el desarrollo de sistemas silvopastoriles la agenda estuvo marcada especialmente en procesos de investigación y transferencia de tecnología. Esto ha permitido incrementar no sólo el nivel de eficiencia de los sistemas sino también en el poder hacer que esa eficiencia se transforme en algún nivel de mejora para el productor. Sin embargo, el poder sumar el esfuerzo de otros actores, el sector privado, la sociedad civil, las instituciones de financiación, por mencionar algunos, pueden facilitar que algunos de los retos que enfrentan los productores y actores vinculados, puedan ser abordados de una manera más efectiva. Por ejemplo, la importancia del acceso al capital, que estén alineados a las características del sistema de producción. También se ha visto la importancia de contar con políticas que respalden o legitimasen parte de estas tecnologías, por lo tanto, lograrlo depende de un esfuerzo de varios actores, y estas redes pueden estimular estos procesos.
Agenda global
El funcionario de la FAO Roma basó así su exposición en tres mensajes globales principales: en primer lugar, que estos sistemas son una oportunidad de aprovechar un crecimiento económico a nivel global, ya que este crecimiento estará muy relacionado con el sector ganadero. Por otra parte, la oportunidad que tendrán los países para canalizar este crecimiento, que a su vez, entiende que les permitirá en el proceso contribuir a nivel país a lograr metas globales, como puede ser la agenda de desarrollo sostenible.
Y en tercer lugar, enfatizó en que para alcanzar estos logros no se dependerá de un actor de manera individual, sino del trabajo en conjunto de un grupo de actores, de plataformas multi-actores, y que es tal vez la plataforma que engloba este esfuerzo.
“Desde la FAO se sostiene que las perspectivas de los próximos años son muy interesantes desde el punto de vista de oportunidades de crecimiento económico, ya que se observa una tendencia en el crecimiento poblacional importante, y este incremento se vera reflejado en un incremento de la demanda de productos, en particular de alimentos, como los de origen animal, como carne, leche y huevo”, precisó Acosta.
Este escenario vendrá acompañado de algunos desafíos, uno de ellos es que el de productor deberá ser más eficiente en el uso de los recursos naturales, optimizar mejor la producción en menor superficie, y de manera más sostenible. “La FAO considera que el sector ganadero tendrá un rol de relevancia en el futuro, por ello, la importancia de trabajar en mejorar estos sistemas agroforestal y silvopastoril”, señaló el especialista.
“Ya existe un cambio en la filosofía de Naciones Unidas, y es que tiene en claro que alcanzar los objetivos globales depende de los esfuerzos de varios actores, gobierno, sociedad civil, sector privado, organismos no gubernamentales, centros de investigación. Por ello, se trabaja en motivar el diálogo a nivel global por medio de la plataforma que coordina FAO”, concluyó.
Por Patricia Escobar, Argentinaforestal.com
