Alertan en Oberá por nuevos casos de secuestros virtuales

En los últimos días se han dado al menos tres casos de  intentos de estafas bajo la modalidad de secuestros virtuales en la capital del Monte. Efectivos policiales se mantienen alertan y dan recomendaciones a la población. Generalmente actúan del mismo modo, primero con un supuesto accidente de tránsito de un familiar para obtener datos de la persona y luego exigen el pago de un dinero.

De acuerdo a algunos casos ocurridos en Oberá en los últimos días, la policía de esa ciudad informó que uno fue denunciado en la seccional Tercera por Olivia B. (41) y su esposo Raúl O. (47), quienes manifestaron que ayer a la 9.45 recibieron una llamada telefónica por parte de personas desconocidas que le manifestaron que tenían secuestrado a su hijo de 16 años.

El secuestrador virtual exigió el pago de 1.000 pesos, que fue efectuado mediante  pago fácil a nombre de una persona con domicilio  en Córdoba Capital. Luego corroboraron que su hijo estaba en el colegio en perfecto estado de salud, informó la policía.

El otro caso  fue denunciado  a las 17.30  en la Seccional Primera por Luisa W. (49), quien manifestó  que recibió un llamado telefónico, a través de cual se le manifestaba  que su esposo Miguel Angel M. estaba secuestrado y exigían el pago de una importante suma de dinero.  Posteriormente llamó al celular de su marido y constató que estaba bien.

Ante esta situación, desde la Unidad Regional II, recuerdan  que generalmente el o los estafadores, llaman a un teléfono fijo domiciliario o comercial; algunas veces se comunican directamente con algún teléfono celular de la víctima.

Primeramente le informa que un familiar sufrió  un accidente, este es el momento en que el estafador obtiene las primeras informaciones respecto de datos físicos o identificatorios del supuesto secuestrado, proporcionados involuntariamente por  el familiar damnificado ya que en su desesperación para determinar si es o no miembro de su familia, aporta el nombre, características físicas o ropas que usaba.

Luego, el estafador da un abrupto giro a la conversación diciéndole que tiene secuestrado a su familiar, y le ordena a la victima de la estafa que no corte la comunicación para mantenerlo en línea y evitar que no se pueda comunicar con otras personas y averiguar sobre la supuesta persona secuestrada; en tanto en forma permanente amenaza con matarla si no paga el rescate.

En la mayoría de los casos le exigirá a la persona engañada que haga un depósito a nombre de alguien ficticio y debe informarle el número de transacción del depósito. Eventualmente, si no cuenta con dinero abultado, le exigirá la compra de tarjetas telefónicas cuyos códigos le debe informar al supuesto secuestrador.

Mientras se obtiene el dinero y se dirige a depositarlo, el estafador le sigue acechando con las amenazas y mantiene ocupado al damnificado procurando que no se comunique con otras personas que puedan desbaratar el plan fraudulento.

Cuando la persona  damnificada deposita el dinero, le ordena que apague el teléfono por un determinado tiempo tras lo cual recibirá información de donde localizar a la víctima. Este es el momento en que el estafador, apoyado por cómplices ya estaría cobrando el dinero en el destino girado, teniendo en cuenta que el cobro por estos medios de transferencias, se habilita en cuestiones de minutos. Al ocurrir esto, el estafador corta definitivamente toda comunicación con su víctima.

Recomendaciones:

– No desesperarse cuando se reciben llamados telefónicos provenientes de celulares desconocidos y más aun cuando se hacen en el modo “privado” para extorsionar pidiendo rescate por alguien secuestrado.

– No acatar la orden de mantener abierta la comunicación con el supuesto secuestrador y realizar las consultas y llamadas al teléfono de la persona supuestamente secuestrada y/o teléfonos de otros familiares que puedan corroborar la ausencia de la persona supuestamente secuestrada.

– No aportar al supuesto secuestrador, identidad, características, prendas de vestir, ni otros datos que utiliza el estafador para desarrollar su maniobra.

– Dar a conocer inmediatamente a la Policía del hecho a través del número  de emergencias policiales  101, o bien a la comisaría más cercana a su domicilio.

 

 

 

 

 

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