Tiene monedas, diamantes, zafiros, rubíes y pepitas de oro. Un excéntrico millonario lo enterró. Y cada año, miles de personas lo buscan sin suerte.
Enterrado en algún lugar de Nuevo México, un cofre cuyo contenido está valorado en dos millones de dólares lleva cinco años esperando a ser encontrado. El mapa del tesoro, o las pistas para encontrarlo, se encuentran escritas entre líneas en un libro y su antiguo dueño reta a todos los aventureros que se precien a lanzarse en pos de una búsqueda que puede marcar sus vidas.
En 2010, Forrest Fenn, residente en Santa Fe, escondió un cofre en algún lugar del estado. En él hay, según Fenn, monedas, diamantes, zafiros, rubíes y pepitas de oro de su colección personal, todo ello valorado en dos millones de dólares.
Para encontrar el tesoro, aquel que desee embarcarse en la aventura deberá leer The Thrill of the Chase (La emoción de la persecución), un libro escrito para la ocasión por el propio Forrest.
Desde el inicio de esta prueba, miles de cazadores de tesoros han peinado la zona sin éxito. En declaraciones a la cadena estadounidense ABC de Albuquerque, Fenn cree que 30.000 personas vinieron buscando el verano pasado, y que otros 50.000 vendrán este verano.
«Me encantaría si alguien lo encuentra mañana, pero si nadie lo encuentra durante cien años, eso está bien conmigo también», dijo a la cadena.
Fenn un veterano que necesitó de la naturaleza para recuperarse de su experiencia de guerra. El lugar escogido fue Santa Fe, ahí ha pasado gran parte de su vida con la mujer que es su esposa, casi desde la adolescencia. Cuando le descubrieron un tumor, pensó que una buena manera de hacer un aporte a la sociedad sería esconder un tesoro lleno de joyas y piedras preciosas en la tierra que tanto amaba.
«Quise que lo monetario fuera un aliciente para la gente que lo buscara, pero sobre todo el objetivo fue sacar a los niños del sillón y de los ordenadores para que fueran a recorrer las montañas» cuenta.
