La fiscal de Baltimore dijo que fue un homicidio y acusó a los policías

Seis policías de Baltimore enfrentarán cargos penales, entre ellos el de homicidio, por su actuación en el arresto del joven negro Freddie Gray, cuya muerte mientras estaba detenido desató una nueva ola de disturbios raciales y protestas en esa ciudad y otras de Estados Unidos, anunció hoy la fiscal principal de Baltimore.
Al conocerse la sorpresiva decisión de imputar a los seis agentes, los ciudadanos de Baltimore salieron a la calle para celebrar la decisión judicial, escoltados por un fuerte operativo de seguridad a cargo de la Guardia Nacional.
La fiscal Marilyn Mosby dijo en una rueda de prensa frente a su oficina, que Gray, quien murió el 19 de abril, luego de pasar una semana en coma desde su detención por una lesión en la espina dorsal de origen desconocido, fue arrestado «ilegalmente» y que no había cometido delito alguno.
La muerte de Gray desencadenó una ola de protestas en Baltimore que el día de su funeral, el lunes pasado, desembocaron en graves disturbios por toda la ciudad, la declaración del estado de emergencia, la imposición de un toque de queda desde el martes y centenares de detenciones.
El de Gray es el más reciente de una serie de casos similares de muertes de jóvenes negros que involucraron a la policía y que volvieron a poner sobre el tapete el tratamiento discriminatorio que reciben los afroamericanos o miembros de otras minorías de Estados Unidos por parte de las fuerzas del orden.
Mosby agregó que la investigación de la Fiscalía determinó que Gray fue esposado en las muñecas y los tobillos, colocado en un furgón policial sin cinturón de seguridad y que le fueron denegados primeros auxilios pese a que la víctima requirió atención médica incluso antes de ser subido al camión.
La fiscal, una afroamericana de 35 años hija y nieta de policías, señaló además que el equipo médico de Maryland que examinó el caso concluyó que la muerte de Gray fue un homicidio, y que el joven ya no respiraba cuando se lo sacó del camión.
«Utilizamos todos nuestros recursos para asegurarnos que estamos yendo hacia donde nos llevan los hechos de este caso», diijo Mosby, un día después de que la policía de Baltimore le entregara un informe con una investigación sobre el caso de Gray.
En Washington, tras el anuncio el Baltimore, el presidente Barack Obama dijo que es «absolutamente vital que se sepa la verdad» sobre la muerte de Gray, en declaraciones tras reunirse en la Casa Blanca con un grupo de periodistas con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se celebra el 3 de mayo.
Esta semana, Obama condenó los saqueos e incendios cometidos el lunes en Baltimore tras los funerales de Gray, aunque también pidió que se castigara a los policías que lo arrestaron si se demostraba que habían actuado mal.
En total, seis agentes de policía serán acusados formalmente en un proceso judicial, explicó la fiscal.
Uno de ellos ha sido acusado de asesinato en segundo grado (el cargo más grave), mientras que otros dos se enfrentan a cargos de homicidio involuntario, y el resto deberá responder por asalto e incumplimiento del deber.
Al conocerse la decisión de imputar a los seis policías los ciudadanos de Baltimore salieron a la calle para celebrar la decisión judicial.
Los conductores hacía sonar sus bocinas, mientras que vehículos blindados de la Guardia Nacional y los 2.000 efectivos desplegados tomaban posiciones para garantizar que las manifestaciones improvisadas se realizan de manera pacífica, según reportó la cadena Telesur.
Al tiempo que la fiscal Mosby leía su decisión, asistentes a la rueda de prensa comenzaron a agradecerle que, finalmente, se haya tomado la decisión de procesar a los responsables de la muerte de Gray.

«la gente de Baltimore y a los manifestantes en todo Estados Unidos, escuché su llamado de ‘sin justicia, no hay paz’. Su paz es sinceramente necesaria mientras trabajo para hacer Justicia en nombre de este joven», declaró la fiscal ante la multitud.

De su lado, la alcaldesa de Baltimore, la también afroamericana Stephanie Rawlings-Blake, anunció poco después que cinco de los agentes de policía ya están detenidos.

«Nadie está por encima de la ley, la Justicia se debe aplicar a todos», aseguró Rawlings-Blake, que ha sido criticada por los manifestantes, pero que hoy prometió cambiar la cultura en el Departamento de Policía de la ciudad.

El sindicato de policías pretende que la Fiscalía de Baltimore se inhiba y nombre un «fiscal especial» para el caso para garantizar la independencia en el proceso, ya que los agentes siguieron las directrices marcadas por las autoridades de la ciudad.

Probablemente, los abogados defensores de los policías pedirán que el juicio se celebre fuera de Baltimore para garantizar un trato imparcial por parte del jurado, informó la agencia de noticias EFE.

Tras este primer paso de la fiscal, los ciudadanos de Baltimore esperan lo antes posible una decisión sobre el caso de Gray, con peticiones de justicia y de un cambio en un sistema que, en su opinión, ampara la brutalidad policial contra afroamericanos de barriadas pobres.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas