La nave espacial fuera de control se estrellará contra la Tierra entre el 3 y el 7 de mayo

Son las estimaciones que dieron a conocer los ingenieros aeronáuticos sobre el momento en el que el carguero espacial ruso, Progress M-27M,  impactará contra el suelo terrestre, en algún lugar por ahora indeterminado.

La Progress M-27M, que cuenta con una masa en lanzamiento de 7.290 kilogramos, transporta cerca de 2,5 toneladas de suministros para la EEI, que incluye combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos y regalos para los tripulantes de la Estación espacial.

El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el control del carguero ayer, poco después de su lanzamiento, cuando se situó en una órbita errónea y dejó de enviar datos.

Tras varios intentos fallidos de recuperar el control de la Progress, los técnicos rusos observaron que el carguero giraba a gran velocidad sobre su propio eje, algo que le impide cualquier intento de maniobrar para acercarse y acoplarse a la EEI.

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Aún no determinaron en que lugar del planeta impactará

Según las estimaciones de algunos ingenieros aeronáuticos, la nave podría continuar con su vuelo descontrolado por unos días más, y caería a la tierra entre el 3 y el 7 de mayo. Sin embargo, por estas horas especialistas intentan definir cómo lograr una caída controlada del carguero, ya que la falta de un rumbo fijo, hace que el espectro de dónde hará impacto el dispositivo sea demasiado amplio.

Las Progress M son naves de carga no tripuladas basadas en la nave Soyuz y comenzaron a utilizarse a finales de los años 70 para llevar suministros a las estaciones Salyut.

Sus dimensiones son de 7,23 x 2,1 metros (el diámetro máximo es de 2,72 metros en la base), con una envergadura de 10,7 metros contando los paneles solares.

La actual serie Progress M-M incorpora sistemas digitales y es la última versión de esta nave de carga. El 24 de agosto de 2011 un carguero ruso con suministros para la EEI se estrelló en Siberia, después del despegue, en lo que supuso el primer accidente de este tipo de naves en más de treinta años.

El accidente del Progress ocurrió poco después de que los cargueros y las naves Soyuz se convirtieran en el único eslabón entre la Tierra y la EEI, tras la jubilación de los transbordadores estadounidenses.

Al percance de 2011 continuó el fracaso del lanzamiento de la estación marciana Fobos-Grunt, en noviembre de 2012, que por un fallo quedó en la órbita terrestre en lugar de enfilar hacia Marte y supuso un duro revés para los planes rusos de exploración interplanetaria.

Con anterioridad, Rusia ya había perdido el satélite de telecomunicaciones Express-AM4, además de un satélite militar geodésico y otros tres satélites que había lanzado para completar su sistema de navegación GLONASS, análogo al GPS estadounidense.

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