El Ministro del Agro y la Producción, ingeniero José Luis Garay, visitó la planta de sustrato industrial que se encuentra en San Vicente y que está funcionando a pleno con la entrega a los productores tabacaleros. Durante la recorrida, efectuada el fin de semana, observó cada una de las etapas del proceso, que se realiza a partir de cáscara de pino y que se entrega en bolsas de 25 kilogramos.
La industrialización de la cáscara de pino dura cinco meses. Una vez que pasa la molienda, la carga se deposita en un playón. Con posterioridad, la carga se cambia de lugar para la oxigenación. La ultima fase, que demanda un mes se lleva a cabo nuevamente en la planta.
Hasta el momento, la mayor parte de los sustratos utilizados en la región eran importados y prácticamente no renovables.
El sustrato funciona como soporte de crecimiento de plantines de tabaco en almácigos ubicados en bandejas flotantes. Así, se evita el contacto con el suelo y el consecuente uso de pesticidas, en especial del bromuro de metilo –considerado una amenaza para la capa de ozono. De esta manera, se evitará el uso de sustancias nocivas para el medio ambiente, agrega valor y colabora con el desarrollo local.
La Argentina es, junto a más de 160 países, signataria del Protocolo de Montreal, por el cual se compromete a la eliminación del Bromuro de Metilo como fumigante de suelo y sustratos, por su alto potencial de daño a la capa de ozono. Por lo cual los técnicos continúan con las investigaciones para aplicar este sustrato a otros cultivos, como hortícolas, ornamentales o frutales.
