Marga Kluge, directora del área de Niñez y Familia de la Municipalidad de Oberá insistió en la necesidad de que el municipio cuente con un edificio adecuado para la rehabilitación y contención de los niños y jóvenes adictos a las drogas. “Hoy no tenemos, excepto en Posadas, un lugar dónde poder llevarlos para ofrecerles un tratamiento continuo y eficaz”, explicó.
Kluge expresó que “nosotros ponemos todo y más, desde nuestro trabajo, pero no tenemos un lugar dónde llevarlos para su recuperación y eso nos complica poder ofrecerle un tratamiento continuo que solamente de esa manera será efectivo”
En este sentido se mostró muy preocupada porque cada vez son más jóvenes en edad los que inician el camino de las adicciones. “Los que jalan Poxirrán son niños, esa es la primera droga que consiguen porque es de venta libre, la obtienen de manera sencilla y a la vez es la más dañina para el organismo. Hoy hay nenes de 11 y 12 años que ya tienen sus órganos destruidos por drogarse de esa manera. Y seguramente se iniciarán con cigarrillos o bebidas alcohólicas como punta pié a otras drogas más fuertes”.
En la Dirección de Niñez y Familia, semanalmente llegan 3 o 4 nuevos casos judicializados que en la mayor cantidad de oportunidades involucra a menores de edad que son denunciados por vecinos y a veces por sus padres que los ven como un problema y no los acompañan, pero pretenden que el Estado cargue con todas las responsabilidades.
Al respecto, la titular del área detalló que “es una decisión voluntaria del damnificado como de la familia, en eso no podemos meternos ni obligarlo, tampoco la Justicia, porque ellos emiten una orden pero cuando las fuerzas van a buscarlos no están, se escaparon, se fugaron, nadie sabe nada y así resulta imposible poder llevar adelante un tratamiento ambulatorio peor aun si tienen que viajar al Manantial en Posadas, porque al momento de viajar no están y no podemos estar tras ellos todo el día, lamentablemente es así”.
A su vez explicó que los tratamientos para alejarse de las drogas son largos y cuando uno de los chiquitos cae cada vez más es donde sienten que fracasaron, porque sienten como parte de su familia a cada niño o niña víctima de este flagelo, pero lamentablemente no pueden hacer más delo que hacen sin el acompañamiento de un centro adecuado para el tratamiento que permita contener a estos pequeños.
Marga Kluge – Directora municipal de Niñez y Familia
