Bariloche y varias localidades del sur argentino están afectadas por los efectos de las erupciones del volcán Calbuco, en Chile, cuyas cenizas cubren buena parte de la región.
En la zona hay varios misioneros que contaron cómo viven la experiencia de convivir de cerca con el volcán. Miguel Melgarejo es posadeño y vive hace seis meses en Bariloche, Río Negro, donde es gerente del hotel Luz y Fuerza. Dijo que “en una hora empeoró, porque en Chile el volcán volvió a hacer erupción dos veces y está tirando mucha ceniza, en Bariloche está oscuro, es como que estamos de noche”, dijo. Contó además que reducirán los servicios del trasporte urbano en la ciudad y desde el hotel trabajan solo con una guardia mínima. Agregó que “según nos cuentan, este volcán es mucho más grave del que ocurrió hace unos años atrás”.
Miguel Melgarejo, posadeño vive hace seis meses en Bariloche (Radio Libertad)
Asimismo manifestó que “no sabemos qué va a pasar, porque el volcán sigue erupcionando, y empeoró toda la situación. La superficie del suelo está toda cubierta, hay viento y están cayendo muchas cenizas”.
Además dijo que “ahora prohíben salir a las calles porque el azufre es muy fuerte, y otras de las dificultades es que no hay stock de barbijos en Bariloche. Ahora la gente del hotel está viendo con que móvil se pueden volver, está complicado y en las calles prácticamente no hay nada”, finalizó.
Encerrados
Una posadeña que vive en Bariloche, María Belén Glinka contó que la recomendación que tienen es quedarse en las casas y no consumir agua de la canilla. “Estamos encerrados pero nada que ver con el volcán anterior. La ceniza es muy finita, distinta, tipo talco. Nada que ver con la otra vez que directamente se hizo de noche”, dijo.
Según relató, se enteraron de la erupción del volcán cerca de las 18:30 del miércoles y la ceniza recién empezó a caer alrededor de las 23:30. “Lo primero que se suspendió fueron las clases, después los vuelos y después todas las oficinas públicas. Yo por ejemplo no trabajo hoy y mañana tenía un vuelo para Posadas pero no va a salir. Incluso suspendieron los vuelos de Neuquén”, dijo.
Sin embargo consideró que el impacto no es tan grave como el que causó el Puyehue: “El Puyehue fue muy traumático y todavía tenemos cenizas en los techos aunque ya lo mandamos a limpiar tres veces”. “Me comentaron que los peor fue en San Martín y en Villa La Angostura, que estuvieron todas las noches con truenos y les temblaban las ventanas. Lo mismo que fue acá con el Puyehue ahora fue en San Martín”, agregó.
Asimismo señaló: “Me parece que vamos a tener que acostumbrarnos de nuevo a las cenizas, además se siente el olor a azufre así que lo primero que hice fue poner trapos húmedos en todas las puertas porque entra por todos lados. Pero no creo que llegue a mayores por la distancia, no creo que sea más que ceniza. Los pueblos chilenos sí tuvieron que evacuar porque están con lava, no piroplásticos que son más peligrosos. Acá no va a llegar porque estamos muy lejos”.
Por último, indicó que Defensa Civil recomendó a la gente que no salga, porque la ceniza tiene mucho azufre y no hay que respirarlo debido a que irrita mucho; no consumir agua de la canilla y en caso de salir, protegerse con barbijo y con anteojos. “Entre que se supo hasta que empezó a caer cenizas se llenaron los supermercados con la gente que compraba agua enloquecida y había cinco cuadras de cola de gente queriendo cargar nafta”, finalizó.
Olga Orue, de Eldorado, vive en San Martín de los Andes desde hace varios años. Contó que ayer, casi las 12 del mediodía, todavía “está todo oscuro”. “Es la segunda situación que tenemos, la ciudad está parada, esta todo oscuro y no es nada agradable. Estamos totalmente a oscuras es como que una nube se instaló arriba nuestro”.
Asimismo agregó que “se transita con mucha precaución, porque que cada auto que pasa levanta polvareda y no se ve nada. Todas las actividad públicas están suspendidas”, precisó.
Además agregó que “el medio de trasporte no está llegando y ningún micro de larga distancia”.
Contó que “tenés que usar barbijos o pañuelos, por eso la recomendación que las personas se queden en su casa, hay como una cosa volando, que más parece arena que ceniza. Si llueve se calma, pero no llueve y tampoco está pronosticado”, dijo.
Fotos de Marcelo Vigna, un misionero en la zona afectada por el volcán y las cenizas:
“Son casi las 12 del mediodía y todavía está todo oscuro”, contó una eldoradense que vive en San Martín de los Andes
“Estamos encerrados pero no es tan grave como el Puyehue”, dijo una posadeña que vive en Bariloche
