Murió un nene mbya de 8 años que había entrado en contacto con una oruga taturana

Un pequeño mbya de ocho años que había entrado en contacto hace poco más de una semana con una oruga taturana, de alta peligrosidad por el veneno que posee, murió este mediodía en el Hospital de Pediatría de Posadas.
Milton Duarte estuvo internado nueve días en terapia con una hemorragia cerebral. Ayer le habían diagnosticado muerte cerebral y hoy dejó de existir.
El nene vivía con su familia en la comunidad Kaguy Miri Rupá, del valle del Cuñá Pirú, sobre la ruta provincial 7 (Aristóbulo del Valle).
“La Lonomia oblicua es la taturana hemorrágica, que produce accidentes que ponen en riesgo la vida de las personas. Esta oruga tiene una coloración críptica, se camufla con los troncos de animales que se alimenta, normalmente se alimenta de árboles nativos, pero cuando no posee esas especies, la mariposa elige otros cultivos como ciruelos, mora, planta de banana… Generalmente los accidentes se dan en áreas naturales o lindantes, no como en Brasil donde no hay casi áreas así, porque no dejaron árboles nativos”, explicó a Radio A el jefe del Programa de Animales Venenosos del Ministerio de Salud Pública, Roberto Stetson.
“Pinchar es parte de la defensa del gusano, sus púas venenosas para defenderse de los animales depredadores, cuando las aplastamos nos clavamos con las espinitas, e inoculamos el veneno. Al contacto puede haber dolor, y otros no sienten nada, solo sienten que aplastaron algo gomoso, y después un malestar como una comida que le cayó mal, y un dolor en la parte de atrás del cráneo, luego moretones que pueden sangrar y hematomas en el cuerpo que surgen a las 8 horas, o después de las 76 horas aparecen cuadros hemorrágicos”, explicó.

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