Knass: “Este año va a bajar la inflación, va a andar por los 28 puntos”

El economista misionero Guillermo Knass explicó, en una entrevista con Radio Libertad y Misiones Online, por qué hay cepo al dólar en el país y rechazó la posibilidad de una nueva devaluación –similar a la de 2014- durante 2015 debido a que se trata de un año electoral. Además consideró que el gran déficit que existe se debe a un gasto excesivo, inoportuno e inequitativo en subsidios, ya que el 80 por ciento está destinado a la clase media y media alta del país.

Knass indicó que en Argentina hay cepo porque los dólares no alcanzan en la economía y porque el Gobierno decide no devaluar, es decir, no dejar que se ajuste a su precio natural que sería mucho más alto que el actual debido a la simple escasez. “Si hay pocos dólares y la gente los quiere, va a subir, como cualquier otro producto. El dólar es un producto”, explicó y agregó: “El problema de devaluar en un año electoral es que impacta mucho en los salarios. Mejora mucho la competitividad, nosotros empezamos el crecimiento de la década pasada con una devaluación importante. Pero en un año electoral las decisiones políticas tratan de resistir una devaluación porque impacta en los salarios. Los productos importados aumentan, el empleado ve que su sueldo ya no le alcanza, genera un descontento y vota en contra”.

En ese sentido señaló que se puede no devaluar, pero si la gente demanda dólares y además está barato, se vaciarían las reservas. “Tenemos entre 30 mil millones y 32.500 millones de dólares en reservas aproximadamente, quitar el cepo de golpe sería algo así como permitir a la gente comprar –que entre lo que habría que girar a las empresas y la devolución del swap con China, y arreglar algunas deudas pendientes, te dejaría sólo unos 10 millones- un dólar a 40 pesos”, detalló.

MOL: Es decir, aunque la gente quiera no le va a alcanzar la plata para comprar dólares…

GK: No… En algún momento en el 2001 también todo el mundo decía que no se podía salir porque estaban todas las deudas en dólar, teníamos prácticamente un sistema bimonetario y pudimos salir… Pero salir del cepo no es una técnica, sino una cuestión política. Es como desactivar una bomba y se llama a un experto, pero llega un momento que el experto tiene que decidir qué cable cortar, es decir, todo va a depender de la expectativa que tenga la gente, de la confianza que despierte ese técnico. Y un gobierno cuando va terminando va perdiendo poder de confiabilidad por un desgaste lógico. Entonces qué credibilidad puede tener una medida así… Capaz vamos a tener que esperar al próximo Gobierno… Yo creo que económicamente sería adecuado sincerar el precio del dólar pero no es una medida política que se tome por cómo afecta al salario.

MOL: Claro, desde el punto de vista del costo social es altísimo…

GK: Lo que pasa es que cualquier devaluación fuerte genera un efecto positivo que es que las economías recuperen la competitividad. Por ejemplo, el año pasado el tabaco en nuestra provincia aumentó un 45 por ciento el precio porque esa devaluación de enero sumado a la aceleración de la tasa de la devaluación permitió que aunque el precio internacional del tabaco en dólares no haya aumentado, como acá se devaluó mucho permitió pagar mucho más en pesos a los productores, las empresas también estuvieron mejor porque pudieron tener ingresos mayores y aumentaron salarios. Este año pasó todo lo contrario.
La parte negativa es que el que cobra un sueldo, cuando va a comprar insumos importados o artículos cuyos proveedores debieron pagar insumos importados, por el traslado de precios para mantener su poder de compra.

MOL: A eso hay que sumar que aquel que ni siquiera siente el olor del dólar especula y te sube el precio… La devaluación de enero fue el caso testigo.

GK: Si, fue el caso testigo… A partir de la devaluación de enero del año pasado hubo una mejora en competitividad… Lo ideal es que cuando hay inflación no dejes que se atrase el tipo de cambio, menos ahora que el dólar en el mundo cambió y se está volviendo más caro porque Estados Unidos empezó a retirar los estímulos. Si nosotros atamos nuestra moneda de vuelta a una moneda cara lo que vamos a hacer es que sea mucho más barato importar, con lo cual vamos a atentar contra nuestras industrias, y que sea mucho más caro exportar.

MOL: Está claro entonces que sacar el cepo del dólar de un día para otro tendría un alto costo social, pero en algún momento, ¿habría que pensar de ir eliminándolo paulatinamente?

GK: Uno puede tener una política de shock o un enfoque gradualista. El cepo te está marcando un problema y es la escasez de dólares. Pero para quitar el cepo no te tienen que faltar dólares y el precio tendría que estar un poco más alto. Reconocer que el peso está caro, es como volver a los 90 y decir que al precio de esta moneda no somos competitivos y para crecer tenemos que ser competitivos. Nuestros productos se tienen que colocar en el mundo y no pueden hacerlo a un precio tan caro. Normalizar con los mercados, vamos a tener que arreglar el tema de la deuda, poder endeudarnos afuera -aunque hubiera sido mejor hacerlo el año pasado que las tasas estaban bajas- vamos a ver qué se consigue este año, pero reforzar las reservas para poder ir levantando el cepo de a poco… Pero hay que tener un sentido político de cómo va a reaccionar la gente a medida de que lo vayas liberando.

MOL: ¿Cómo estás observando el desarrollo de la economía en este año electoral?

GK: La economía, dentro de lo posible, todavía está bastante tranquila. Está aburrido, el precio de la soja no repunta, la venta de autos a Brasil se mantiene en los niveles del año pasado que fue un número mediocre. Entonces a partir de esas dos variables no tenés mucho para hacer.
Lo que podés hacer es apelar a la prudencia o no de las autoridades que dirigen la política interna, principalmente el Banco Central porque nosotros estamos teniendo más un problema con el Banco Central que con el ministerio de Economía por la emisión monetaria que hay y que es la que genera la inflación… Por ahora quebró bastante la expectativa de devaluación que hace que se paralice todo pero el tema de fondo es que está atrasado el tipo de cambio y vamos a ver qué pasa en el segundo semestre.
El primer semestre se liquida exportaciones, entonces dólares van entrando y las reservas todavía se mantienen. Pero quiero ver a partir del segundo semestre que se acercan las elecciones, que entran menos dólares por la liquidación de exportaciones y viene más presión sobre el Banco Central para que emita porque es necesario el dinero para hacer campaña.
Pero esto ya está previsto, el PBI no va a crecer, se espera un punto más de desocupación para fin de año –unos 170 mil puestos de trabajo-, nada caótico. Estamos peor que hace un par de años pero no tanto como en 2001. Va a ser un año relativamente chato y el próximo Gobierno va a tener que arreglar los precios relativos, quitar cepo, normalizar el tema de la deuda pero no le va a tocar esa herencia que le tocó a la Alianza… Hasta ahora los resultados de Vanoli y la gestión del BC no fueron malos.

MOL: Esta crisis de la que se habla, porque estamos sin lugar a dudas peor que en 2010, ¿es consecuencia de malas políticas o de un desgaste lógico de diez, doce años de gobierno?

GK: Creo que hay varias cosas pero cuáles son los problemas de fondo de la economía. Los problemas y frenos que tiene la economía son por ejemplo la falta de combustible porque si bien ahora el precio del petróleo bajó casi a la mitad, también bajó el precio de la soja, entonces con esta baja del precio del barril de petróleo nos ahorramos unos 2 mil millones de dólares pero lo que perdemos con la baja de la soja son 6 mil millones de dólares. O sea, lo que nosotros vendemos empeoró en el mundo entonces es obvio que nos va a ir peor. Por otro lado, Brasil que no crece no nos compra autos y complica uno o dos puntos del PBI. Entonces, ¿cómo reemplazás eso? ¿Con nuevos mercados? No es tan fácil crear nuevos mercados. ¿Y vender qué? No podemos montar una industria informática y petroquímica de un día para otro para salir a suplir la baja de la soja y la caída de la venta automotriz. Y como encima lo que se te cae es lo que genera dólares y un país como el nuestro necesita la divisa para poder creer porque para hacerlo tiene que comprar maquinaria, entra en un problema…
El tema del cepo, el día que se tenga que desarmar se va a tener que hacer tatetí para cortar los cables. En esa situación estamos ahora. La demanda indica que el dólar se tendría que ir a 40 y hay mucha diferencia entre lo que pasa y lo que podría pasar. Son distorsiones… Después, se pisaron precios y los precios relativos de los bienes tienen una acumulación de problemas y el que quiera corregir se va a dar cuenta que no va a poder desacelerar la inflación de un día para otro tampoco. Y la tasa de inflación ya es preocupante, somos el segundo país con inflación en el mundo.
Pero este año va a bajar la inflación, va a andar por los 28 puntos, y según una política gradual se puede ir bajando año a año para normalizar. También a nosotros nos fue bien aplicando un shock…
Además un buen cambio fue que se pasara la deuda de dólares a pesos porque es más controlable y le permite al Gobierno tener un mejor manejo y creo que en ese sentido va a quedar una buena herencia.
Lo que sí, no tendríamos por qué tener el déficit que tenemos porque creo que hubo un gasto excesivo, inoportuno e inequitativo en gran parte de los subsidios. El 20 por ciento de la población más rica de Argentina se lleva el 30 por ciento de los subsidios, mientras el 10 por ciento de la población más pobre se lleva el 10 por ciento de los subsidios. Entonces, teóricamente se subsidia a las personas que tiene problemas y que necesita ser contenida socialmente porque tiene problemas de pobreza, de indigencia, de salud, que sino no puede acceder a la educación. Hoy los subsidios en la Argentina están muy mal orientados. El problema no son los planes, el 80 por ciento de los subsidios no son planes, son Fútbol para Todos, Aerolíneas, con lo que los usuarios son de la clase media a media alta. Y se podría hacer mucho, sanear bastante las cuentas sin afectar. Hay veces que hay que hacer recortes, pero hay que tratar de hacerlo sobre los sectores menos vulnerables. Hay margen, no se está haciendo y eso en algún momento se va a tener que corregir.

M.O. (Radio Libertad) 1

 

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