El vínculo entre un perro y el dueño se compara con el de madre e hijo

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, y ahora ese vínculo tan fuerte encontró una mejor explicación científica. En Japón, un equipo de investigadores realizó experimentos y descubrió que durante la mirada entre los perros y sus dueños se activa un proceso hormonal similar al que se da entre madres e hijos.

El trabajo es publicado en la revista Science, de la Asociación Estadounidense para el Avance de las Ciencias, de esta semana. Lo llevó adelante el equipo liderado por Miho Nagasawa, de la universidad japonesa Azabu. Y detectó cómo la mirada entre el perro y su dueño dispara en ambas especies los niveles de oxitocina en el cerebro, que es una hormona relacionada con los patrones sexuales y la conducta paternal y maternal.

La oxitocina -conocida popularmente como “hormona del amor”- actúa también como neurotransmisor en el cerebro y se considera que tiene un papel importante en el reconocimiento y establecimiento de vínculos sociales, así como en la formación de relaciones de confianza entre las personas.

Para realizar esta investigación, los científicos pusieron en una habitación a varios perros con sus dueños y documentaron cada interacción entre ellos durante 30 minutos. Después, midieron los niveles de oxitocina tanto en la orina de los perros como en la de sus dueños y descubrieron que el contacto visual sostenido entre ellos elevó los niveles de la hormona en los cerebros de ambas especies.

En un segundo experimento, los investigadores rociaron oxitocina en los hocicos de algunos perros y los colocaron en una habitación con sus dueños y algunos desconocidos. ¿El resultado? Los animales aumentaron el tiempo en que miraban a sus dueños y, después de media hora, los niveles de oxitocina crecieron en los dueños de los perros tratados.

Ya se sabía que los perros descienden de los lobos, a partir de un proceso de domesticación que se habría dado primero en Asia, posiblemente en China, y luego en Europa hace entre 18.800 y 32.100 años. Los perros ya estaban integrados con los humanos hace 15.000 o 20.000 años, antes de que se desarrollara la agricultura. Ese vínculo de tantos años explica también por qué ya hay 800 razas de perros (más que de cualquier otro animal en el mundo).

Otra parte de la investigación de los japoneses consistió en averiguar qué pasa con los lobos y los niveles hormonales. Se encontró que los lobos no tienen la misma respuesta de activación de la hormona oxitocina. Por lo cual, los investigadores sugieren que este mecanismo de conexión entre el hombre y el perro se desarrolló durante el proceso de domesticación. “El mismo mecanismo de conexión, basado en el aumento de la oxitocina al mirarse, que fortalece los lazos emocionales entre las madres y sus hijos, ayuda a regular también el vínculo entre los perros y sus dueños”, aclararon.

En investigaciones anteriores se había descubierto que la oxitocina estaba involucrada en el reconocimiento y las interacciones sociales. Ahora, se sabe que cuando un perro y su amo se miran a los ojos, disfrutan de una descarga de oxitocina. Esto explica por qué los perros se han familiarizados con gestos humanos que resultan mucho más difíciles de aprender para los grandes simios o para los lobos.

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