El Falcon 9 de la empresa privada Space X tenía que regresar a aterrizar suavemente sobre una plataforma flotante en el Océano Atlántico. Pero la misión salió mal. Es la segunda vez que fracasan en el plan para reutilizar estos aparatos.
La compañía privada Space X falló por segunda vez en su intento de volver a traer a la Tierra su cohete Falcon 9. Un aterrizaje exitoso habría sido un hito porque permitiría reutilizar los cohetes y ahorrar en costos en las misiones espaciales.
Los ingenieros de la empresa espacial esperaban que los 42 metros del cohete tuvieran un descenso suave y sin daños sobre una plataforma flotante en el Océano Atlántico. Sin embargo, como lo definió el consejero delegado de SpaceX, la maniobra fue «demasiado brusca para la superviviencia» de la nave.
En enero, SpaceX ya había intentado -también sin éxito- que la primera fase de su cohete regresara a la Tierra, frenara su descenso y se posara verticalmente sobre la plataforma flotante. En esta oportunidad, según se detalló, el cohete aterrizó con la velocidad adecuada, aunque, según Elon Musk, fundador de la empresa, «un exceso de velocidad lateral lo llevó a inclinarse y a desplomarse después del aterrizaje».
(Clarín)
