Juana Bárbaro, a 11 años del crimen de Marilyn: “Anhelo el juicio, pero no va a sanar la herida que me causaron”

Juana “Ticha” Bárbaro es hermana de María Elena (54), la mujer a la que mataron a golpes y asesinaron en el sótano de su casa de Oberá. “Con Marilyn ella éramos amigas, planificábamos juntas el futuro, para mi sigue siendo muy fuerte su ausencia y la voy a sentir siempre. Anhelo el juicio oral, pero la herida que causaron en mi familia no va a sanar con enjuiciar a los responsables”, dijo la conocida vecina de la Capital del Monte.
En todo este camino, Juana destaca el acompañamiento de la comunidad, que le da las fuerzas necesarias para seguir buscando justicia: “Estoy enormemente agradecida a toda la gente que cuando me cruza en cualquier parte de la ciudad y me dice “fuerzas, no bajes los brazos”, me ayuda y me hacen saber que esta lucha es de todos, no solamente de la familia de Marilyn. Ese beso o abrazo que me dan, me ayudan mucho”.
Ticha asimismo destacó el apoyo de organizaciones de Derechos Humanos y otras instituciones que le permitieron llegar a muchos lugares para contar lo que vivió mi hermana. La prensa también siempre nos acompañó para difundir las marchas y actividades, solo algunos pocos fueron negativos.
“En este tiempo uno se da cuenta que no solamente lucha por hacer justicia por Marilyn, sino que por todos los casos que hoy siguen impunes, casos de asesinatos, violaciones, desapariciones, nos duelen a todos que ocurran estos hechos”, señaló Juana.
Además insistió que es fundamental poder dar a conocer lo grave de los hechos, mantenerlos en constante seguimiento, darles la importancia que se merecen. “Ayudan a generar conciencia y que no ocurran más estos casos tan atroces. Tenemos que luchar para que la justicia actúe de manera eficaz y veloz para condenar a los culpables de estos crímenes tan graves”, sostuvo.
Por el crimen de Marilyn, a la que hallaron muerta a golpes y semienterrada en su casa el 17 de abril de 2004, hoy por hoy hay un solo sospechoso imputado. Rubén Schming, quien recuperó la libertad en 2011, tras pasar preso casi ocho años sin que llegara el debate oral y público. Es el joven que admitió haber estado en la casa de la víctima, que era discapacitada motriz, pero que negó haber participado en el homicidio. Dijo que solo actuó de “campana”. Sin embargo, una huella plantar suya apareció a centímetros de donde dejaron el cadáver.
Schming mencionó a otros cuatro jóvenes que supuestamente participaron en el hecho. Todos fueron detenidos, pero finalmente terminaron sobreseídos, luego de que venciera la prórroga extraordinaria de instrucción que había dictado el juez de la causa. Ambas cuestiones fueron apeladas por la Fiscalía: tanto el final de la prórroga extraordinaria como el sobreseimiento (que significa desligar totalmente a los sospechosos del episodio que se investiga). Ese planteo se encuentra en el Superior Tribunal de Justicia. Recién cuando los magistrados de la corte misionera se expidan se sabrá si los cuatro jóvenes continuarán desvinculados del caso y también cuándo irá a juicio Schming.
El sobreseimiento de cuatro de los cinco sospechosos que en su momento tuvo el expediente se produjo luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazara un pedido para revocar una decisión del STJ de anular una pericia de Gendarmería que los familiares de Bárbaro consideraban clave para ligar a los imputados con el asesinato. Era un estudio genético sobre unos pelos encontrados en el coche de uno de los investigados.
Como se ve, el derrotero del caso llegó hasta la máxima instancia de Justicia del país en su momento.


Juana «Ticha» Bárbaro

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