Eulogia Gauto es hermana de Ramona (37), la comerciante asesinada el 29 de mayo de 2010 en un céntrico departamento de Posadas. Esta mañana, en el juicio oral y público, tuvo que revivir cómo la pesadilla que fue la muerte de su familiar y también los meses anteriores al crimen. De nuevo afloró en el debate la violencia de género a la que la víctima decía haber sido sometida por parte de quien fue su pareja por una década, Jorge De Jesús (42), único imputado juzgado por el femicidio.
La testigo declaró que el propio De Jesús le avisó que habían matado a Ramona.
Dijo que ella en 2009 se enteró de que su hermana había sido víctima de malos tratos constantes. Recordó que Ramona le contó, después de haber denunciado a su entonces marido, que había vivido “horrores”: castigos físicos y verbales.
Eulogia reveló que como vio muy mal a su hermana decidió llevarla a un psicólogo. Y que Ramona le detalló que De Jesús no solo la había pegado, sino que la insultaba constantemente. “Ella estaba muy angustiada por la situación, porque lo quería mucho a pesar de todo”, comentó la testigo.
“A ella le contaban que él andaba con las empleadas y esas cosas”, añadió. Cuando los jueces que juzgan al hombre le preguntaron cuándo fue esto, Eulogia dijo que después de que Gauto fuera internada un par de días en la clínica de salud mental San Miguel.
“Ella fue dos o tres veces al psicólogo y dejó de asistir, porque decía que estaba mejor. Al tiempo me enteré que había vuelto con él”, agregó.
La mujer dijo que desde entonces “todo parecía normal”, aunque admitió que no sabía cómo era la relación de su hermana y De Jesús al momento del crimen. Esto debido a que se había distanciado un poco de Ramona debido, precisamente, a que ella había decidido seguir viendo a su marido pese al historial de malos tratos.
Otro testigo que pasó por el estado fue el oficial de Policía Diego Alegre, de Investigaciones, quien ratificó un informe de la requisa hecha en el coche Fiat Duna de De Jesús, en la que secuestraron un cuchillo y un destornillador que finalmente no tenían nada que ver con el caso.
El juicio lo lleva adelante el Tribunal Penal Dos, integrado por los jueces Marcela Leiva (presidente), Marcelo Cardozo y Roque Martín González. Se realiza en el Palacio de Justicia. La Fiscalía está a cargo de Rolando Alberto Oliva y defienden al imputado los abogados particulares Carlos Contristano y José Luis Rey.
También declaró Lorena Fernández, actual pareja de De Jesús. Dijo que la noche anterior al crimen él no durmió en la casa de ambos. Contó que el hombre le dijo, al mediodía siguiente, que había pasado la noche en la casa de su hijo Emiliano, en Villa Cabello.
Recordó que ese 29 de mayo a la noche se comunicó con ella para contarle que Ramona estaba muerta.
Finalmente reveló que De Jesús también fue violento con ella. Dijo que le pegó, una sola vez, en 2009 y que lo denunció. Había sido tras una fuerte discusión por tema de celos en la pareja.
Otra persona que declaró fue Adriana Smith, una joven que vivía al lado del departamento de Ramona por calle Colón. Contó que aquel 29 de mayo de 2010 estaba en su domicilio y le pareció escuchar cuando Gauto ingresaba a su inmueble y al parecer estaba acompañada, pero no pudo precisar más. No vio nunca a De Jesús en ese lugar y sí está segura de que las canillas del baño de la mujer asesinada estuvieron abiertas mucho tiempo y la joven desde su sanitario podía percibir ese sonido del agua cayendo.
Continuando con las testimoniales, fue el turno de Tomás González, un hombre mayor que era vecino de Lorena Fernández, en inmediaciones a calles Dutra y Tomás Guido de Posadas. En la etapa de instrucción, había dicho que una vez su hija, yerno y esposa habían visto una fuerte pelea entre De Jesús y Fernández. Hoy ratificó eso.
Posteriormente compareció Javier Fariña, yerno de González.
Fariña dijo que una vez efectivamente se produjo una fuerte pelea entre el acusado y su actual pareja. Que desde su domicilio, cercano al de ambos, pudo ver cómo el hombre la tomó fuertemente del brazo cuando la mujer había salido afuera a pedir ayuda y la depositó nuevamente en el inmueble. También indicó que hubo otros casos de discusiones pero que nunca habían llegado a la violencia extrema vista ese día o que en todo caso sucedían puertas para adentro.
El último en brindar declaración hoy fue Alejandro Masmuk, un conocido del barrio de De Jesús a quien le había reparado un teléfono celular. Ese día pasó por la casa del imputado y según él, su auto estaba estacionado afuera. Esto cerca de las 16, más o menos, cuando se disponía a ir a jugar al paddel.
Mañana continuará el debate con la última ronda de testigos, entre los que se encuentra la madre de Emiliano, hijo del acusado, quien podría certificar los dichos del joven en que él fue a buscar unas llaves del departamento de Ramona a su casa en Villa Cabello. Se trata de María Ángeles Alegre. Por lectura se incorporó el testimonio en la etapa instructora de Rosa Javier, otra testigo que no fue encontrada y al parecer era vecina de Lorena Fernández pero que ya no vive en el mismo lugar.
De no ocurrir nada extraordinario, mañana será el día final de los testimonios y los alegatos comenzarán el viernes y posteriormente se vendrá la sentencia, según explicó la presidenta del tribunal Marcela Leiva.
